Las Palmas de Gran Canaria abrió sus brazos desde el jueves 15 de febrero a las 19:00 en hora peninsular, y decía adiós a cuatro días de adrenalina el domingo 18 de febrero aproximadamente a las 21:00 cuando ya se podía conocer al vencedor. Hasta el momento, sólo se había disputado una final de la Copa del Rey en el Gran Canaria Arena desde que se inauguró el 15 de marzo de 2014 y fue la de 2015. Esa temporada también tuvo a los mismos finalistas, los dos mejores equipos del baloncesto español, Real Madrid y Barcelona. Aquella copa se la acabó llevando el Real Madrid por 71 a 77.

Gran Canaria se preparaba para albergar cuatro días de intensidad y de emoción. Este año le tocó a las islas sentir la tensión de un torneo tan brillante. El ‘Que bonito’ cantado por Soraya Arnelas, canción oficial de la Copa del Rey de Gran Canaria, fue un elemento más para definir un torneo que no dejaría decepcionado a nadie.

Se clasificaron: Real Madrid, Fútbol Club Barcelona, Valencia Basket, Iberostar Tenerife, Saski Baskonia, Montakit Fuenlabrada, Unicaja de Málaga y Herbalife Gran Canaria, este último como anfitrión, aunque no quedara entre los ocho primeros de la clasificación al terminar la primera vuelta. Sólo con conocer los equipos ya se podía dar por hecho que sería un gran espectáculo y que nadie se lo podía perder. Además, con un Gran Canaria Arena vestido de gala, hacía más atractiva la que iba a ser una copa emocionante.

Tras conocer los equipos solo quedaba conocer el cuadro de emparejamientos, que juntó a Real Madrid y Unicaja de Málaga y Valencia e Iberostar Tenerife, por un lado; y por el otro; Gran Canaria y Fuenlabrada y Baskonia y Barcelona, en los emparejamientos de los cuartos de final.

Pitido inicial de la Copa del Rey de Gran Canaria 2018. Foto: ACB.

Cuartos de final

Valencia – Iberostar Tenerife

La Copa del Rey disputada en el Gran Canaria Arena no podía empezar mejor. Un Valencia – Iberostar Tenerife, era solo el aperitivo del gran fin de semana que se iba a vivir. Para este partido todos tenían al claro favorito, Valencia Basket. Pero, lo que dijo Svetislav Pesic, el entrenador del Barcelona, antes de viajar a las islas era verdad. El “en la copa no existen favoritos”, se cumplió de principio a fin.

Si la temporada pasada Morabanc Andorra estuvo a punto de eliminar al Real Madrid en cuartos, Iberostar Tenerife, tocó el cielo por un día y acabó eliminando a todo un Valencia Basket, que fue finalista de la pasada edición de la copa en Vitoria. Los de Fotis Katsikaris consumaron el fracaso de unos ‘taronjas’ que tuvieron que irse a su casa antes de lo esperado. Un Iberostar Tenerife liderado por Tim Abromaitis con 15 puntos y cuatro rebotes superó al Valencia por 72 a 79. El que avisa no es traidor y uno de los dos conjuntos canarios que participaban en la copa esta temporada, dio la primera sorpresa de esta edición. Tenerife soñaba y esperaba a conocer el que sería su rival en semifinales, Real Madrid o Unicaja.

Los aficionados tinerfeños celebrando su pase a semifinales. Foto: ACB.

Real Madrid – Unicaja de Málaga

El segundo enfrentamiento de cuartos nos dejaba un bonito Real Madrid - Unicaja de Málaga. Los de Pablo Laso llegaban con el cartel de gran favorito tras conseguir las últimas cuatro ediciones de la copa, pero con muchas lesiones y con una temporada de pequeños altos y bajos en su recorrido durante la temporada. Sin su gran estrella y alma del equipo, Sergio Llull, el conjunto blanco se encomendaba a Luka Doncic para que liderase el equipo. En cambio, los de Joan Plaza querían conseguir el pase a semifinales tras ser eliminados la pasada edición por el Fútbol Club Barcelona.

El partido no decepcionó y dejó un 89 a 84 para el Real Madrid, que conseguiría el pase a las semifinales. No sólo Luka Doncic, Campazzo estaba llamado a ser uno de los jugadores que empujara al equipo hacia la victoria y así lo hizo el argentino. El Real Madrid sufrió mucho, pero acabó superando a un Unicaja que no pudo pasar de los cuartos de final por segundo año consecutivo. Hasta aquí llegaba una jornada de jueves llena de emociones y destacada sobre todo por la sorpresa que dio Iberostar Tenerife.

Real Madrid e Iberostar Tenerife, por primera vez en su historia clasificado para semifinales, descansarían para enfrentarse el sábado.

Herbalife Gran Canaria – Montakit Fuenlabrada

La tarde del viernes se abría con el tercer partido de cuartos de final entre el anfitrión y un modesto Montakit Fuenlabrada, pero, que llegó a la final como cabeza de serie, dispuesto a darlo todo. El Gran Canaria Arena se preparaba para ver a su equipo en escena y el partido no decepcionó, Herbalife Gran Canaria tuvo que sacar su mejor versión ante un Montakit Fuenlabrada que, incluso con la baja de última hora de su mejor jugador, Marko Popovic, se mostró muy combativo. Pero el anfitrión no se dejó sorprender y ganó por un alto 107 a 92.

Con 107 puntos anotados, el Herbalife se colocó en la décima posición del ranking de máxima anotación en un partido de Copa del Rey, el récord lo tiene el Joventut el año 1986 cuando consiguió 120 puntos contra el Barcelona en las semifinales.

Los jugadores de Herbalife Gran Canaria en unión. Foto: ACB.
Los jugadores del Gran Canaria en unión.
Foto: ACB.

Saski Baskonia – FC Barcelona Lassa

Pero la jornada del viernes destacaría por el partidazo que cerraba los cuartos de final. El Baskonia y el Barcelona se enfrentaban en un choque que prometía ser trepidante. Los de Pedro Martínez partían como favoritos debido a su gran crecimiento desde la llegada del catalán al banco de los vitorianos. Además, Baskonia se había impuesto en los dos últimos partidos disputados entre ellos.

Debido a la temporada que estaba a haciendo, nadie apostaba a favor de un Barcelona renovado por la llegada de Svetislav Pesic. Era solo su segundo partido y tenía por delante un reto muy importante, ganarle al Baskonia. El escenario era inmejorable y el encuentro fue muy disputado. Un increíble Tornike Shengelia con 30 puntos, superando la mejor marca de puntos en un partido de la historia de Baskonia en la copa, se echaba a la espalda a un equipo que luchó hasta el final pero que no pudo ante un Barcelona irreconocible por lo que había demostrado hasta el momento. Los de Pesic, liderados por un Thomas Heurtel estelar, acabaron llevándose la victoria por los pelos, así lo reflejaba el 94 a 90 del marcador final.

Semifinales

Real Madrid – Iberostar Tenerife

Si los cuartos de final no dejaron sin respiro a los aficionados, lo que llegaba a partir de ese momento era mucho más bonito. Las semifinales nos dejarían un Real Madrid – Iberostar Tenerife y un Gran Canaria – Barcelona.

El primer enfrentamiento fue el Real Madrid – Iberostar Tenerife. Si el conjunto blanco ya era favorito en los cuartos de final, en las semifinales lo era aún más. A veces, llevar el cartel de favorito puede pesar, pero eso, aun equipo tan laureado como el Real Madrid es lo último que le importa. Por eso, estuvo a la altura de las circunstancias y logró superar a Iberostar Tenerife incluso sin mostrar su mejor versión.

Parecía que el Tenerife veía tierra desde el barco, pero cuando llegó a la isla acabó muriendo en la orilla. Fran Vázquez se hecho al equipo a la espalda y consiguió contrarrestar los golpes del Real Madrid que cada vez le hacían más daño. Mike Tobey y Fran Vázquez fueron los líderes inesperados de un equipo en el que Abromaitis, el líder frente al Valencia, y Rodrigo San Miguel estuvieron desparecidos y no tuvieron el día cuando el equipo más los necesitaba. Al final, por carácter y por galones, el Real Madrid se plantó en su final número 47 y Tenerife se despedía de la copa con la cabeza bien alta.

El partido acabó con un marcador bajo, 59 a 77 para los de Pablo Laso y el Madrid ya esperaba en la gran final por quinta vez consecutiva.

El Real Madrid celebrando su pase a las semifinales. Foto: ACB.

Herbalife Gran Canaria – FC Barcelona Lassa

El segundo partido de semifinales lo jugaban el anfitrión y un Barcelona crecido tras la gran victoria frente al Baskonia. Otra vez, el Gran Canaria Arena se vestía mayoritariamente de amarillo para ver animar a su equipo hasta llevarlo a la final. Pero el Herbalife Gran Canaria no estuvo a la altura de las circunstancias ante un Barcelona sin miramientos que le pasó por encima, excepto en el segundo cuarto. Antes del descanso, Markus Eriksson cuajó una gran actuación que daba esperanzas a su equipo con un 6/6 en tiros de tres, el sueco acabó con 25 puntos.

Solo fue cuestión de diez minutos porque la segunda parte volvió a ser del Barcelona. El equipo catalán enmudeció a los aficionados del Herbalife Gran Canaria y se metió en la final por un contundente 74 a 87. Con Svetislav Pesic al frente del mando, resurgiendo a un equipo muerto sólo una semana atrás, algo increíble acababa de ocurrir. El Barcelona jugaría la final de la Copa del Rey, sus aficionados no lo podían creer. El Herbalife Gran Canaria era uno de los favoritos, pero al final acabó atropellado por un Barcelona con la moral muy alta tras la llegada reciente de Pesic.

Svetislav Pesic animando a sus jugadores. Foto: ACB.
Svetislav Pesic animando a sus jugadores. Foto: ACB.

La gran final

Real Madrid – FC Barcelona Lassa

No podían faltar a una de las citas más importantes de la temporada, Barcelona y Real Madrid. Blancos y culés se medían en otro clásico que se antojaba muy interesante. No sólo por la magnitud de ambos equipos, sino porque nada más y nada menos se jugaban el primer título importante de la temporada. Si para empezar el aperitivo era un gran Valencia – Iberostar Tenerife, la copa fue muy generosa y, para la final, nos regaló uno de los partidos que más expectación supone, un clásico. El destino así lo quiso y Real Madrid y Barcelona se volvían a enfrentar en Gran Canaria tres años después.

En Madrid confiaban en un equipo muy consistente que le gusta estar en las grandes citas y que casi siempre cumple cuando está en ellas. La hegemonía del Madrid en la copa la marcan las anteriores cuatro copas conseguidas de forma consecutiva. Mientras que en el Barça confiaban en que el efecto Pesic se alargara por completo y poder llevarse su vigesimocuarta Copa del Rey, un título que no consigue desde la temporada 2015. Algo que explica mucho la crisis del Barça, tanto institucional como deportiva, de los últimos años.

Todo el mundo estaba pendiente de lo que podía pasar en uno de los clásicos más interesantes de la temporada y la magnitud del partido no decepcionó a nadie. Aunque el partido empezara con mucho respeto de los dos equipos y con un pabellón frío, a medida que iban pasando los minutos el ambiente se iba calentando cada vez más y se iba pareciendo a lo que tenía que ser una final, emoción y adrenalina hasta el final.

Tan frío comenzó el partido que el Madrid no demostró ser ese que juega finales y avasalla al rival. En cambio, el Barcelona empezó a reinar sobre la pista y sus aficionados veían la gloria cada vez más cerca. El rebote fue uno de los factores clave para que el Barcelona mandase sobre la pista, además las segundas jugadas que proporciona, el conjunto de Pesic las aprovechó a la perfección.

Acabó el tercer cuarto con un 52-67 y parecía que el Barcelona lo tenía hecho, por eso más de un aficionado blaugrana ya pensaba en entonar el grito de “¡campeones!”, pero nunca hay que cantar victoria antes de tiempo, porque lo mejor para los espectadores estaba por venir.

Faltaba el espectáculo y la adrenalina de una final el último y decisivo cuarto fue agónico. El Real Madrid se enchufó y como una moto, anotó la friolera de 38 puntos en diez minutos ante una resistencia del Barça que seguía latente. El conjunto de Laso superó los 35 puntos anotados por el TAU Cerámica (actual Baskonia) en el último cuarto de las semifinales de la Copa del Rey que se disputó en Vitoria el año 2002 frente el Unicaja.

Real Madrid y Barcelona brindaron un último cuarto no apto para cardíacos. Esta vez el Barcelona no recordó a los fantasmas y por un minuto se olvidó del pasado, pero dos triples consecutivos de Thompkins crecieron al Real Madrid. En la jugada siguiente Pierre Oriola recibió falta y falló los dos tiros libres, algo que hizo que los aficionados culés se pusieran histéricos. En ese momento faltaban 11 segundos y el Barcelona ganaba 90-92, entonces la última posesión la tuvo el Real Madrid y fue en aquel momento en que algunos pensaban en que esa última posesión acabaría con canasta del Madrid por la garra que destaca al conjunto blanco. Causeur tuvo el triunfo en sus manos con un triple forzado, pero en el rebote no pudo ser anotado ni por Taylor ni por Rudy, el primero quejándose de una falta previa de Claver, algo que compartía todo el madridismo. Pero eso ya no servía de nada, ni el enfado de Luka Doncic con Pierre Oriola justo después de terminar el partido. Porque el Barcelona ya se había convertido en campeón de su vigesimocuarta Copa del Rey. Evidentemente, no podían faltar la polémica ni la adrenalina haciendo latir a miles de corazones en una final de copa.

El efecto Pesic llevó al equipo a la gloria en solo diez días. Fue llegar Pesic y reconvertir al equipo en cuanto a juego, moral y autoestima. El Madrid luchó contra todas sus fuerzas ante un bloque construido en menos de una semana y que ha devuelto la ilusión a los aficionados culés ganado un título. Thomas Heurtel consiguió el trofeo de 'MVP' del torneo.

Navarro levantando la Copa del Rey. Foto: ACB.
Navarro levantando la Copa del Rey. Foto: ACB.

Gran Canaria cerró sus puertas a lo grande y el Barcelona se llevó el preciado título de forma inesperada pero muy merecida. Otra Copa del Rey que ya queda en el recuerdo, un torneo que nunca deja de sorprender.

Resultados de la Copa del Rey 2018

Cuartos:

Valencia – Iberostar Tenerife (72-79).

Real Madrid – Unicaja de Málaga (89-85).

Herbalife Gran Canaria – Montakit Fuenlabrada (107-92).

Saski Baskonia – FC Barcelona Lassa (94-90).

Semifinales:

Iberostar Tenerife - Real Madrid (59-77).

Herbalife Gran Canaria – FC Barcelona (74-87).

Final:

Real Madrid – FC Barcelona Lassa (90-92).