Perder once años consecutivos el segundo derbi más importante de la capital no es fácil para nadie. En absoluto. Tampoco favorece demasiado que el descenso se encuentre a menos partidos que el PlayOff, porque hace que el equipo se comience a replantear ciertas cuestiones que quizá antes no habían pasado por las cabezas. En definitiva, con la derrota en Fuenlabrada, se ha cambiado el chip en toda la institución de Movistar Estudiantes empezando por el mismísimo Salva Maldonado, que fue consecuente en la rueda de prensa posterior a la caída. Afortunadamente.

"Lo que me preocupa ahora es recuperar nuestro nivel de juego de antes del parón. Sobre lo que va a pasar más adelante. Mi objetivo es recuperar a mi equipo. En el partido contra Unicaja no jugamos bien en ningún momento, perdimos la chispa con el maldito parón. Ahora quiero recuperarlo. ¿Dónde estaremos? Donde merezcamos, la clasificación al final es resultado de cómo juegas. No me preocupa la clasificación ahora, sino que miro más cómo recuperar el nivel de juego que nos posibilite ganar y no ir a remolque", comentó el técnico catalán.

Y buena parte de razón tiene Salva Maldonado. Las ventanas FIBA están siendo toda una lacra para restablecer el ritmo de competición anterior a las mismas y equipos como Movistar Estudiantes son de los más perjudicados. Por ello, y con dos derrotas consecutivas ante Real Betis y Montakit Fuenlabrada, a los azulones solo les queda mirar a corto plazo para que la frustración no vaya a mayores y los objetivos marcados semana tras semana puedan cumplirse. Nueve victorias y trece derrotas es el registro a mediados de marzo. Todo pasa por lograr el décimo triunfo en Gipuzkoa para volver a creer en que el Playoff es posible, recuperar el nivel ya mencionado y olvidar el nadar a contracorriente.