Movistar Estudiantes no pasa por unos momentos fáciles, tanto en cuestión de resultados a corto y largo plazo, como en lo referente a la producción de jóvenes canteranos para que se incorporen al primer equipo como en tantas ocasiones ocurría las pasadas décadas. Sin embargo, Edgar Vicedo es una de las excepciones. Junto a Darío Brizuela y Adams Sola completan la plantilla con las mismas características mencionadas. El alero de la capital está dando un importantísimo paso hacia adelante esta temporada, mejorando sus promedios en la competición liguera y siendo además convocado con la Selección Española de Baloncesto. Sin ningún tipo de dudas, el número 9 de los estudiantiles está terminando su proceso de madurez y convirtiéndose en una referencia para los compañeros de las categorías inferiores.

No ha sido ni está siendo un proceso fácil para Edgar Vicedo, cuya posición natural es la de alero, pero que debido a la enorme competencia las recientes temporadas con Edwin Jackson, Jaime Fernández y ahora Sylven Landesberg, se encuentra cada vez más cómodo actuando como escolta o incluso en alguna rara ocasión como alero más interior en un sistema de small-ball gracias a sus 2,03 metros y una gran facilidad de adaptación a las diferentes tácticas. Es por ello que el joven azulón de tan solo 23 años registra los mejores números de toda su carrera en la máxima competición del baloncesto español gracias a los minutos que le otorga Salva Maldonado. 7 puntos, 4.1 rebotes, 1.5 asistencias y 0.4 robos son las estadísticas tras 21 partidos disputados. Cifras que muy posiblemente mejorará con el paso de los encuentros, en los que se está erigiendo como una de las figuras más importantes en el aspecto ofensivo, pero sin descuidar la garra en defensa.

Reconocimiento más que merecido

Tal buena actitud ha traído consigo que Sergio Scariolo haya confiado en él durante las dos Ventanas FIBA convocadas esta temporada para disputar los cuatro partidos disputados hasta la fecha con la elástica de la selección absoluta. De igual modo, el técnico catalán de Movistar Estudiantes se ha dirigido a él esta misma semana con unas buenas palabras dignas de destacar: "Es un jugador en constante evolución, ha dado un paso muy grande hacia adelante en su progresión. A pesar de que ha afectado considerablemente el parón, es muy fuerte mentalmente y tanto él como yo lo único que queremos es el bien para el equipo, volver a la senda de la victoria y seguir trabajando duro".

Precisamente esa es una de las claves del buen momento de Edgar Vicedo y de la culminación de su madurez: el trabajo y la constancia. Dos características, o mejor dicho valores, que se inculcan en la cantera de Movistar Estudiantes y que ha permitido al club ser un referente de jóvenes tanto nacional como internacionalmente. Además, otro punto a favor del madrileño es el buen ambiente que crea con el resto de los compañeros, la simpatía que se tienen afición y jugador conjuntamente, y que provoca que sea todo un referente para las generaciones venideras del equipo colegial, entre las que destacan Adams Sola, Alex Tamayo y Andriy Grytsak, auténticas promesas de la promoción del 2000, pero sobre todo los hermanos Alderete, Héctor y Diego, quienes juegan en la misma posición que el protagonista de estas líneas y que tienen al madrileño como el espejo en el que fijarse. Y eso dice muchísimo de un jugador.

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Sobre el autor
Adrián Lázaro Díaz
Periodista de mucha altura. Me refiero a mis ciento noventa y tres centímetros, la calidad es cuestionable. Creando líneas y más líneas para VAVEL cubriendo al Atlético de Madrid y la Premier League.