El base rookie de los Philadelphia 76ers, Ben Simmons, sigue batiendo récords. Durante el partido de esta madrugada contra los rivales, los New York Knicks, consiguió su octavo triple-doble de la temporada. Esta es la segunda mejor marca de un rookie en toda la historia de la NBA. Al término del encuentro, sus estadísticas reflejaban trece puntos, diez rebotes y doce asistencias.

Tras romper el empate que tenía con Magic Johnson, solo queda un hombre en toda la historia con más encuentros en los que registró dos dígitos en tres categorías estadísticas: Oscar Robertson. El que hasta el año pasado era el único jugador en la historia que había promediado un triple-doble durante una temporada completa, tiene 26 partidos con este tipo de estadísticas.

Increíblemente, este no fue su único logro de la noche. Durante el enfrentamiento contra los neoyorquinos, el australiano llegó a los mil puntos, quinientos rebotes e idéntico número de asistencias en su corta carrera. Es el tercer 'rookie' en hacerlo. Tras el partido, Simmons se sinceró ante la prensa: “Es increíble, sabiendo que este deporte se lleva jugando tanto tiempo y ha habido tantos grandes jugadores. He marcado un record junto a Magic y Oscar Robertson, eso es surrealista para mí”.

También compartió algunos de sus sentimientos sobre su juego: “La gente quiere que sea un anotador, o un jugador que ahora mismo no soy. Puedo anotar, pero también puedo rebotear y asistir. Prefiero hacer todo eso, hacer las cosas que se me dan bien en vez de forzar las cosas”.

Su entrenador, Brett Brown, se mostró muy satisfecho con los planes que tuvieron para Simmons en su primer año en la Liga tras una lesión: “Estoy agradecido a la franquicia, a él, al cuerpo técnico, todos tuvimos la valentía de probarle en el puesto de base, porque afrontémoslo, eso estuvo muy estudiado”. Simmons es el mayor candidato para el Premio de Rookie del Año junto a Donovan Mitchell, de Utah Jazz.