Al confeccionar una lista que incluyese a los equipos más en racha de la NBA en este momento, los Portland Trail Blazers estarían en cabeza. El cuadro de Terry Stotts parece haberse desprendido de cualquier halo de irregularidad durante los últimos 24 encuentros, de los cuales han ganado 19. Damian Lillard es uno de los jugadores más en forma de la liga, y esto en los de Oregón se nota.

Si bien hasta hace poco se criticaba a los Blazers por su nula defensa y la pobre capacidad de Damian Lillard para encumbrar al equipo, tras el All-Star todo ha cambiado radicalmente. El base por fin demuestra por qué ha sido elegido como reserva este año, y Portland recibe elogios y consideraciones de expertos para aspirar a algo más que a un simple tercer puesto del Oeste. La pregunta que todo el mundo se hace es la siguiente: ¿podrán los Blazers ser un equipo molesto en postemporada?

El calendario, cuestión importante

Los Trail Blazers están en racha, pero lo importante no es lo ya acontecido, sino lo que resta por delante. Los de Oregón no tienen uno de los calendarios más fáciles, pero tampoco de los más difíciles. Entre los partidos que restan, podría decirse que la franquicia está entre lo más neutro de la liga para estos casos.

Mientras que tendrán que enfrentarse a equipos potentes como Houston (dos veces), Cleveland, Oklahoma, Boston, Utah y San Antonio, también habrá adversarios a priori más sencillos. Entre ellos, tendrán dos encuentros contra los Lakers (a pesar de que ahora estén en racha), otros dos contra Memphis, Dallas, Detroit, y Denver. Este último puede ser peligroso, dado que se enfrentan dos veces a los Blazers y se juegan la entrada en postemporada.

Portland, sin embargo, parece hacer caso omiso a la dificultad. Durante los 24 partidos citados, los de Stotts han ganado a equipos del calibre de Indiana Pacers, Minnesota Timberwolves (dos veces), los Warriors (en dos ocasiones), Oklahoma e incluso los Utah Jazz.

Pese a que los encuentros restantes puedan asustar, los Portland Trail Blazers pueden estar tranquilos. Si miran hacia atrás en la clasificación, se encuentran con rivales próximos como los Thunder o los Pelicans, a 1.5 y 2 partidos respectivamente. Los calendarios de estos dos equipos, algo más difíciles, dan esperanza a Portland en caso de fallar en alguna cita importante para mantener ese tercer puesto. Terceros porque nadie puede llegar a plantearse que alcancen el nivel de los dos máximos favoritos al anillo de la NBA, primero y segundo de la Conferencia Oeste. La respuesta es obvia: Houston Rockets y Golden State Warriors.

La racha de Portland, desgranada

En los últimos diez encuentros (datos recogidos antes del partido contra los Cavaliers del 16/03/18), nuestros protagonistas han sido el mejor conjunto de toda la liga. Las claves para lograr esto han sido muy simples: su Big Three y la defensa.

De sus tres mejores jugadores no hay muchas cosas que aclarar que no se observen a simple vista. La estrella del conjunto, Damian Lillard, es el jugador que más destaca. Son nada menos que 32.5 los tantos que promedia en este periodo, junto con 6.4 asistencias y un espectacular 42.7% desde el triple. Por detrás suya están las segundas espadas. C.J. McCollum sigue consolidándose como un anotador de élite, con 22.2 tantos, encumbrados por el 43% de acierto que muestra desde el perímetro. Jusuf Nurkic, imperial: 15.2 puntos y 10.6 rebotes para el catalizador de los Portland Trail Blazers, que trabaja en la sombra y ofrece un excepcional rendimiento.

La defensa, como se ha dicho antes, es una de sus principales armas en este momento, valga la metáfora. La franquicia se encuentra tercera en ratio defensivo, solo por detrás de Indiana y Utah. Son los cuartos en la liga que menos puntos tras pérdida permiten, y terceros que menos tantos reciben tras segunda oportunidad. Este último dato se lee mejor si se analiza su permisividad de rebotes ofensivos: solamente 7.8 por encuentro, liderando la liga en los últimos diez partidos. Si a esto se le añade que se encuentran segundos en rebotes totales (47.7), puede concluirse que su control de la pintura está influyendo gratamente.

Su defensa perimetral (32% de acierto de tres para los oponentes) y gran defensa de las líneas de pase (permiten solamente 20.1 asistencias de media a los oponentes durante la racha) ponen el colofón a un espectáculo en ambas partes de la pista. Ejemplos como su última victoria ante Golden State, donde dejaron a los líderes asistentes de la liga en solo 20 pases de canasta, son bastante representativos.

Un doble significado podría ser aplicado a esta parte de su juego para aumentar su importancia. El ataque de los Portland Trail Blazers no está siendo el mejor, de hecho están últimos en asistencias y fuera del top 10 en ratio ofensivo. Por lo tanto, la clave del mantenimiento del ritmo se encuentra en su defensa y nada más.​

Un gran peligro para los favoritos

Queda debatir las posibilidades de Portland dentro de la postemporada. Mientras que es muy probable que en la liga regular se mantenga como tercer clasificado, en los play​offs todo puede ocurrir. Para un equipo que ostenta un récord de 23-11 en casa, el factor cancha siempre es importante, aunque la posibilidad de enfrentarse a los Pelicans (si caen) o a Utah (si suben) puede meterle el miedo en el cuerpo a los de Oregón.

También puede darse el caso de que los de Oregón sean los que metan el miedo en el cuerpo. El equipo que termine segundo en el Oeste, GSW o Houston, puede encontrarse un coco nada más traspasar la primera ronda enfrentándose al séptimo. Con un Oeste tan salvaje en estos últimos coletazos de la liga regular, las sorpresas vienen de cara. Los Blazers están dando la campanada con una rotación de nueve hombres, donde el rendimiento del banquillo y el control de los tiempos son muy importantes.

De seguir aportando tanto Shabazz Napier, Evan Turner y Ed Davis, piezas principales del banquillo, todo puede ocurrir. Zach Collins ha surgido a última hora como jugador interesante al que dar minutos, y ha respondido con actuaciones sólidas ganándose un puesto en la rotación más corta de Stotts. La clave, como ya se ha comentado anteriormente, sigue siendo la defensa. Queda ver si Portland puede mantener este ritmo hasta final de temporada, y los dos encuentros que les restan ante Houston pueden ser dos pruebas importantes para medir su rendimiento.