Adiós a la Euroliga. Esa es la sensación con la que terminaron el encuentro los aficionados y jugadores del Unicaja Málaga, que vieron cómo un partido teóricamente controlado en los dos primeros cuartos acabó por convertirse en una nueva derrota de los hombres de Joan Plaza en la máxima competición continental ante un Panathinaikos que se encuentra en plena lucha por la cuarta plaza, y que demostró su hambre tras el descanso, lo que se tradujo para los malagueños en quedarse con remotas opciones de colarse entre los ocho primeros y disputar la siguiente fase del torneo.

“Vamos a pelear cada partido mientras tengamos opciones”, había declarado Plaza en la fase previa y, pese a las escasas opciones de entrar en el Top-8, el cuadro cajista saltó a la cancha dispuesto a aferrarse a esas posibilidades y, además, dar una alegría al público reunido en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena, que tras la buena actuación de su equipo la pasada temporada, está ávido de triunfos y títulos.

Acierto y pelea

Así, y tras unos primeros minutos de intercambio de aciertos y errores, los locales tomaron el mando del partido gracias a su acierto ofensivo, lo que le proporcionó ventajas de entre cuatro y cinco puntos en la segunda mitad del cuarto, con Ray McCallum y Dragan Milovasljevic como hombres más destacados con cinco puntos cada uno. Esta diferencia creció hasta los ocho puntos tras cinco puntos consecutivos de Jeff Brooks (24-16), pero una canasta de KC Rivers estableció el 24-18 al final de los primeros diez minutos.

La tendencia del encuentro se mantuvo en el segundo cuarto. Si bien el porcentaje de anotación disminuyó ostensiblemente para ambos equipos, Unicaja mantuvo un mayor acierto y, superado el ecuador del periodo, consiguió su máxima ventaja en el partido tras un triple de Adam Waczynski (37-24). El cuadro entrenado por Xavi Pascual intentó reducir la ventaja antes del descanso de la mano de James Gist y Rivers, pero los costasoleños consiguieron marcharse a vestuarios con una ventaja superior a los diez puntos (44-32).

Remontada griega

Tras el paso por los vestuarios, el guión del partido cambió drásticamente, especialmente mediado el tercer cuarto. Los malagueños comenzaron a fallar lanzamientos y a encontrar menos caminos hacia el aro griego, mientras que Panathinaikos fue creciendo desde la defensa y con KC Rivers como principal brazo ejecutor, comenzó a reducir la ventaja local hasta el punto de situarse a cinco puntos a poco más de cinco minutos para finalizar el periodo. La diferencia continuó reduciéndose con el paso de los minutos hasta el punto de que, en la última posesión, Thanasis Antetokounmpo anotó una canasta para establecer el 60-58 en el electrónico del pabellón malagueño.

Rivers y Gist firmaron 24 y 16 puntos, respectivamente

Ante este panorama, los últimos diez minutos se antojaban emocionantes. Sin embargo, como suele suceder en este tipo de situaciones, el equipo que viene remontando continúa dibujando una trayectoria imparable, mientras que el otro continúa cayendo en picado. Y así sucedió en Málaga, donde prácticamente no hubo partido en el último cuarto. Los visitantes comenzaron con un parcial de 0-10 que les situó ocho puntos arriba en el marcador, y a partir de ahí, fue un partido cómodo para los atenienses.

Sólo un atisbo de reacción de Unicaja Málaga, en el ecuador del cuarto, les situó a tan sólo un punto de su rival (74-75), pero ahí aparecieron de nuevo Gist y Rivers para volver a dispararse en el marcador, y con un gran parcial final de 5-15, darle a Panathinaikos llevarse la victoria de Unicaja por 79-90 y continuar en plena pelea por la última plaza que da factor cancha en los Playoffs de la Euroliga, mientras que el cuadro entrenado por Joan Plaza dice prácticamente adiós a Europa.