Baskonia por fin lo ha conseguido. El conjunto vasco afronta la recta final de la campaña con el equipo enchufadísimo y con todos sus integrantes prestos y dispuestos a colaborar en la hazaña. Prueba de ello fue el partido del pasado jueves contra Zalgiris Kaunas, equipo al que pasó por encima, y que le sirvió para asaltar el octavo puesto de la clasificación de la Euroliga, y otra muestra ha sido el partido contra Herbalife Gran Canaria. Los jugadores de Pedro Martínez han cuajado un auténtico partidazo construyendo siempre desde la solidez defensiva, que es la base para formar un equipo campeón. La escuadra alavesa está muy entonada y reman todos hacia la misma orilla. La intensidad, la garra y la lucha son los tres estandartes de la defensa del conjunto gasteiztarra, mientras que en ataque se apuesta por paciencia, serenidad y mucha confianza para que todo el mundo explote sus virtudes. 

Vincent Poirier volvió a ser el protagonista de los primeros compases del choque, pues con 6 puntos consecutivos, el pívot francés puso los primeros ladrillos para poder construir una victoria cómoda. Poirier, además, destacó en el apartado intimidador e imprimió mucha intensidad a las defensas alavesas. Jannis Timma puso la primera ventaja clara a favor del equipo local con el primer triple del partido, que llegó tras varios fallos de ambos conjuntos desde la línea del 6,75. Baskonia controló el primer periodo en todo momento gracias a la gran defensa que desplegó en los primeros cinco minutos de partido, que le valió para instaurar un parcial de 15-4. El base argentino Luca Vildoza puso el broche final al periodo con su electricismo y fantasía, para dejar los primeros diez minutos con un balance total de 21-6. 

El segundo cuarto tuvo el mismo guión que su predecesor. Baskonia no levantó el pie del acelerador y siguió machacando a Herbalife Gran Canaria desde la parcela defensiva. La intensidad que imprimía en la primera mitad del campo le servía para poder realizar transiciones rápidas y pillar a la defensa canaria casi siempre descolocada. Los amarillos no pudieron igualar el nivel de intensidad ni de juego de los vascos e iban todo el rato un paso por detrás en el terreno de juego. Sin embargo, los de Luís Casimiro reaccionaron con un parcial de 2-10 cuando el marcador reflejaba un preocupante, pero merecido, 37-17 para los gasteiztarras. El choque llegó abierto a la media parte (39-27), gracias al último arreón canario. 

Tras el paso por los vestuarios, comenzó una partida de estrategas. Herbalife Gran Canaria planteó una defensa zonal que se le atragantó a Saski Baskonia y en el otro aro, explotaron los centímetros de Ondrej Balvin para sacar rédito en la pintura vasca. Gal Mekel nutrió al pívot checo para acercar al conjunto de Las Palmas hasta el 47-41, un resultado con el que no podían ni soñar en el segundo periodo. Pedro Martínez, viendo el atasco, apostó por Voigtmann y Timma como pareja interior, pero Rodrigue Beaubois fue el que evitaba que Herbalife aumentase su renta. Los amarillos no se amedrentaron y trataron de acercarse lo máximo posible. DJ Seeley, con un 3+1, pusieron a los visitantes a cinco puntos, pero desde Minnesota llegó Matt Janning para anotar dos triples y devolver el +10 al electrónico. 

Los últimos diez minutos comenzaron con sabor sudamericano, pues Nico Brussino, Patricio Garino y Jayson Granger anotaron seis triples, dos por muñeca, que acabaron con una ventaja clara para Saski Baskonia. Fue entonces cuando la batalla por el average comenzó, pues Herbalife Gran Canaria ganó en la isla de 18 puntos de diferencia. Por este motivo, aunque Baskonia ganaba por 20 puntos, ninguno de los dos equipos bajó los brazos para tratar de llevarse el average. Finalmente, Baskonia tuvo más físico y acierto y acabó llevándose el encuentro.