Dos sensaciones muy diferenciadas las que evidencian Movistar Estudiantes y San Pablo Burgos. Los madrileños andan sumidos en una grave crisis de identidad, ritmo y ánimo. Aquella que ha supuesto dejar de competir por algo e instalarse, un año más, en la mediocridad de la Liga Endesa.

Ante Burgos y en casa, la oportunidad de empezar de nuevo y tomar un camino concreto vuelve a existir para Estudiantes. Salva Maldonado lo resumía a la perfección en las declaraciones previas al encuentro: "Tenemos ganas de hacer un buen partido, recuperar sensaciones y mostrar el ritmo competitivo que hemos tenido en algún otro momento de la temporada, siempre intentando canalizar la rabia que te dan las derrotas al afrontar el partido para buscar la victoria".

Enfrente un rival con tres triunfos menos que el Estu y que acumula seis derrotas de manera consecutiva, pero que no es por ello es inferior a día de hoy. Necesitado de victorias, San Pablo Burgos llega a Madrid tras su fantástica imagen ante el Barcelona (derrota en la prórroga 103 a 101), y con ganas de ganar en la capital. Hasta 1.000 vecinos se desplazaran para animar a su equipo, que tiene en ese inmenso apoyo social su mayor virtud.

En Burgos conocen el estado actual de Estudiantes, y piensan que ganar no es una opción descabellada. “El buen trabajo que hemos hecho contra los grandes nos tiene que servir para seguir creciendo”, comentaba esta semana Diego San Epifanio, técnico del San Pablo Burgos. Entre esos autores, Javi Vega, Thomas Schreiner, Edu Martínez o Sebas Saiz, cuatro jugadores que llegan muy en forma para el choque. Aunque el referente ofensivo de los visitantes sigue siendo Jonh Jenkins. “Todos saben que son necesarios y que tienen que estar preparados”, ha señalado el entrenador burgalés sobre sus pupilos.

Para 'Epi', los jugadores más peligrosos de Movistar Estudiantes son Omar Cook, quien “lleva el baloncesto en la cabeza” y “controla el timing del partido”,Sylven Landesberg, un “anotador compulsivo y un jugador muy peligroso”, y Goran Suton, que está realizando un “gran papel”, con una “muy buena lectura de las defensas de los equipos rivales” y “ayudando en el rebote”.

En Estudiantes, lo que ya conocen, con la excepción de la baja de Aleksandar Cvetkovic por tendinopatia del cuadricipital izquierdo. Para los colegiales, que jugadores como Sylven Landesberg, Omar Cook, Goran Suton o Alec Brown recuperen su nivel habitual será vital. También se espera una mejora de Ludde Hakanson  y  Edgar Vicedo, piezas fundamentales en la primera mitad de la temporada y que ahora están desaparecidos. 

Ha sido ésta una semana atípica en las oficinas del Ramiro. Se anunció la renovación de Willy Villar por tres temporadas más, mientras Maldonado no aclaró si continuaría en el proyecto, pero sí dejo patente que no renunciarán al estilo de juego. Aquel que dice que Estudiantes es el equipo que más utiliza el triple y el que menos partido saca de él de la última década.

Pese al día festivo que se espera en Madrid (comienzo de las vacaciones escolares) no se espera nada distinto a lo habitual en cuanto a aglomeración de público. El equipo no engancha y el hartazgo de los aficionados es cada día mayor, más allá de la racha actual de tres derrotas consecutivas ante Delteco GBC, Montakit Fuenlabrada y Unicaja de Málaga. Al menos los mil burgaleses pondrán color y sonido a las frías gradas del Wizink Center.

Carlos Sánchez, Jacobo Rial y Benjamín Jiménez arbitrán el encuentro correspondiente a la jornada número 25 de la Liga Endesa. Estudiantes es décimo tercero con nueve triunfos y 14 derrotas, mientras que San Pablo Burgos es décimo sexto con seis triunfos y 17 tropiezos.