De nada sirvió la charla pre partido de Joan Plaza en la que recordó a sus jugadores que conseguir la octava posición pasaba por ganar el partido. Ni tampoco sirvió el toque de atención que dio a la defensa y a las pérdidas. Nada de lo que se dijo en el vestuario fue suficiente para animar a unos jugadores cansados que se ven, una vez más, derrotados en un partido que se decidió en los últimos segundos.

Sin embargo, no todas las conclusiones son negativas para el equipo que hoy ha vestido de blanco, la calidad de juego Viny Okouo sigue en alza, Nedovic sigue siendo capitán general en ataque (26 puntos y cinco asistencias), la superioridad del equipo en el rebote y la capacidad del equipo para revertir la situación aunque no concluyó con victoria.

El partido comenzó bien para los alemanes que veía como la defensa visitante no sabía como responder al movimiento rápido del balón para terminar con un tiro liberado cómodo. Esta situación llegó a poner en el marcador el 22-13 que obligó a Plaza a pedir tiempo muerto. Tras reanudarse el primer cuarto nada cambió, aunque el equipo cajista intentó cortar la sangría, llegaron a jugar hasta diez jugadores antes del segundo cuarto. Sin embargo, el Brose liderado por un gran Hickman, 14 puntos en el cuarto, cerró el cuarto 28-19.

El comienzo del segundo cuarto siguió con la misma tónica y el equipo alemán llegó a tener una renta de 16 (35-19) faltando ocho minutos para el final. Pero el equipo cajista endosó un parcial favorable hasta llegar a ponerse 11 abajo (39-28) Sin embargo, los triples de los de Banchi (8/14 para un 57%) hicieron que la diferencia volviese a ser abultada (54-37), aunque el Unicaja consiguió maquillar el resultado a falta de un minuto del descanso, al que se llegó con 55-42 en el luminoso.

Tras el descanso el equipo de los Guindos cambió de actitud y penalizó los pocos fallos en ataque que tuvo el equipo local. Esta situación propició que, tras un triple de Nedovic y un 2+1 de McCallum, los malagueños se acercasen hasta llegar a un balance negativo de siete puntos (68-61). Sin embargo, el Bamberg aprovechó otro apagón en defensa del equipo cajista para finalizar el tercer cuarto 77-68.

El último cuarto parecía una réplica de lo que había sido el partido, una montaña rusa con tramos en los que el Unicaja se acercaba que daban paso a momentos en los que se alejaba. Sin embargo, a falta de cinco minutos del final del partido la diferencia se acortaba a seis puntos (80-74) y a falta de tres minutos se reducía aún más (82-79). Lo que dejó un último minuto de infarto en el que la distancia llegó a ser de un punto (87-86) cuando el reloj marcaba 20 segundos para la conclusión del encuentro. Quedaban 3.3 segundos cuando el Unicaja tenía balón para forzar la prórroga (91-88) pero una pérdida de Waczynski, propiciada por un mal agarre del balón, dejaba sin opciones al cuadro cajista y adjudicaba la victoria a los locales.