Parece que fuese ayer cuando los Cavs escogieron a LeBron James como número uno del Draft de 2003. Un joven James subía al escenario para saludar a David Stern y recibir su gorra de los Cavaliers en lo que era el primer capítulo de una historia que ha acabado siendo maravillosa.
James llegaba a la liga como el mejor jugador de instituto de todos los tiempos y, seguramente, cargando con más expectativas que ningún otro joven atleta. Ahora, quince años después, ha conseguido sobrepasarlas todas. LeBron ha sido capaz de llevar esa carga tanto a nivel deportivo como social, logrando una carrera realmente ejemplar.
Deportivamente hablando, no se ha visto jamás a nadie como él. Con cuatro MVPs, tres anillos, tres MVPs de las Finales y siete finales consecutivas, ha demostrado su valor sobradamente, mientras sus más de 30.000 puntos, 7.000 rebotes y 7.000 asistencias le sitúan como el jugador más completo de la historia.
En cuanto a importancia social, es posible que LeBron sea el mejor ídolo deportivo que ningún joven pueda tener. Con sus ya famosos discursos, sus donaciones y su saber hacer, ha dejado claro su liderazgo mientras otorgaba oportunidades y esperanza a miles de niños.
Longevidad merecida
Hay una clave en todo esto, y no es más que una profesionalidad y seriedad como pocas se recuerdan. Su gran trabajo y sacrificio le han permitido llegar a su decimoquinta temporada con un nivel físico abrumador, capaz aún de tumbar a los más fuertes.
Y es que en su decimoquinta temporada, LeBron está mejorando sus promedios en puntos, rebotes, asistencias, tapones y PER, una estadística muy utilizada que mide la eficiencia de un jugador. De todos los jugadores que hay en el Hall of Fame, solo una quinta parte llegaron a jugar quince temporadas; James está arrasando en ella.
El trabajo de la superestrella da sus resultados. Su disciplina de trabajo es ejemplar, así como sus métodos para mantenerse en forma. Según afirmó su manager y amigo, Maverick Carter, James se gasta alrededor de un millón y medio de dólares al año en dietas, entrenadores, máquinas y tratamientos de recuperación. Los resultados saltan a la vista.
Un récord de locura
Es su calidad y talento lo que le han permitido llegar hasta aquí, pero es esta longevidad la que ha dejado romper tantos y tantos récords. LeBron sigue ampliando sus registros personales y pulverizando marcas históricas año tras año.
El último de estos récords ha llegado en una noche especial, preparada para que la historia volviese a escribirse. LeBron visitaba el Spectrum Center de Charlotte con una misión bien clara, igualar a Jordan en su casa.
James se encontraba a un solo partido de igualar el récord que ostentaba Mike al anotar un mínimo de diez puntos en 866 partidos consecutivos. Más de diez temporadas. Una verdadera locura.
Con este espectacular mate, James lograba su décimo punto de la noche e igualaba el récord de Jordan. Otro más en el bolsillo. El poderío anotador de Jordan le permitió arrasar con la mayoría de récords anotadores, mientras la regularidad de James lo deja en posición para arrasar con ellos.
'El Rey' ha terminado el partido con 41 puntos, diez rebotes y ocho asistencias y ha liderado a su equipo hasta la victoria. En un partido complicado por la baja de Kevin Love, LeBron ha dominado todos los aspectos del juego y ha conseguido otro récord como si nada.
La racha de LeBron podría ser aún mayor de no ser el “error” que cometió el cinco de enero de 2007. En aquella ocasión, James terminaba con ocho puntos y terminaba una racha de 161. De no haber sido así, James podría llevar ya una racha de 1028 encuentros llegando a las dos cifras.
Cabe decir que esta estadística se centra solo en liga regular. Y es que la mayor racha general de James se queda en los 433 partidos, al no conseguir los diez puntos ni en un partido de las Finales de 2011 ni en un encuentro de los playoffs de 2014.
Sin embargo, la regularidad de James sigue siendo una verdadera barbaridad. Muchos son los datos alrededor de dicha racha, pero hay tres más significativos que el resto. Tanto LeBron como Jordan le sacan 79 partidos al tercer clasificado de esta lista, Kareem Abdul-Jabbar. La segunda mayor racha en activo está en manos de James Harden, que acumula 257 encuentros llegando a esta cifra, más de 600 por detrás de James. Por último, LeBron tiene más partidos por encima de los 50 puntos (11) que por debajo de los diez (solo ocho).
La grandeza de LeBron se apoya en su talento y poderío, pero también en su longevidad. Sin embargo, récords como este ponen en valor la importancia de su regularidad y la recompensa de su trabajo. El legado de James sigue agrandándose cuando el de la mayoría ya habría muerto.