La reunión convocada esta mañana en Madrid ha colmado la relación entre el Panathinaikos y la Euroliga. Después de que el propietario del equipo pidiese la dimisión de los dirigentes de la ECA, empresa que es dueña de la Euroliga, y después de que los clubes rechazaran las propuestas del señor Giannakopoulos, este ha decido abandonar la reunión antes de que se diese por finalizada.

Acto seguido ha publicado en redes sociales el logo de la FIBA, empresa organizadora de la Basketball Champions League. A la imagen le acompaña la frase: "El Panathinaikos vuelve al lugar en donde el baloncesto siempre debe estar”.

Esta decisión pondría fin a una relación, Panathinaikos-Euroliga, muy tensa durante este último año. En gran parte esta tensión se debe a la inconformidad del presidente griego con el arbitraje recibido durante toda la temporada. De hecho, Giannakopoulos ha llegado a publicar en sus redes sociales personales imágenes de partidos de las jugadas más polémicas.

En gran parte, este comportamiento ha sido clave para que la Euroliga no aceptase las condiciones propuestas por el club griego. Además, los clubes que participan en la Euroliga han decidido no aceptar ninguna de estas proposiciones, entre las que destaca el indulto de la sanción que prohibe la asistencia del presidente a los encuentros de la competición.

Esta decisión deja en vilo la participación para los PlayOffs de la Euroliga. Sin embargo, desde la Euroliga advierte que si el Panathinaikos decide abandonar la competición definitivamente, deben abonar una cuantía de 10 millones de euros por incumplimiento del contrato, de diez años de duración, firmado con la Euroliga e IMG. Aunque la máxima competición europea ha admitido que no va a sancionar ni al club griego ni al dueño del mismo por los hechos acontecidos en la reunión del día 12 de abril.