La temporada regular de este año ha sido toda una caja de sorpresas, si este artículo hubiera sido publicado el 17 de octubre (el día que empezaba la temporada regular), muy pocos autores habrían puesto en tela de juicio la aparente superioridad de los Warriors. Oklahoma, Houston, San Antonio, Cleveland, Boston o, por extraño que parezca a día de hoy, Minnesota formaban big-threes o equipos con jugadores de gran renombre con la intención de derrocar a los reyes del juego.

Sin embargo, pocos de estos aspirantes al trono eran tomados en serio por el pueblo y menos aún por las casas de apuestas que pagaban a una media de 1,40 euros por euro apostado que los de la bahía repetían título, actualmente la cuota ha aumentado a 2,20 euros.

La diferencia entre los Golden State Warriors y sus perseguidores se ha acortado, pero eso no significa que el big-four que el año pasado firmó un 16-1 en playoffs y arrasó en la NBA como si de una liga autonómica se tratase haya dejado de ser el equipo favorito para llevarse el título. Los de Steve Kerr siguen siendo uno de los mejores equipos de la historia (sino el mejor) y si las lesiones les respetan será muy complicado que un equipo les plante cara en una serie a siete partidos.

Pero ¿a qué se debe el bajón de los Warriors? A priori la respuesta puede parecer sencilla: las lesiones. Sin embargo, sería muy vago, cómodo e insuficiente justificar el bajón del equipo únicamente con ese argumento. Lo cierto es que, durante más de la mitad de la temporada regular, se han visto a unos Warriors desmotivados y con actitud de no interesarles demasiado lo que ocurriera. Además, la excusa de las lesiones no les servirá en una primera ronda en la que se tendrán que medir a los siempre peligrosos San Antonio Spurs (aunque sin Kawhi) sin Stephen Curry.

Salte o no la sorpresa en la primera ronda, lo cierto es que no parece creíble que los Spurs sean los que vayan a batir a los mejores Warriors de la historia (aunque los peores desde que llegó Kerr), solo hay tres nombres (o menos) que puedan luchar realmente por plantarles cara: Cleveland Cavaliers, Toronto Raptors y Houston Rockets.

Cleveland Cavaliers: a morir en el intento

Los Cavaliers saben que las probabilidades de que LeBron les abandone este verano son muy altas, y lo cierto es que, si el ‘Rey’ se marcha, con él lo harán las opciones de anillo para Cleveland. Por ello han de dejarse el corazón y el alma en estos playoffs, porque ya saben lo que significa la marcha del máximo estandarte baloncestístico de la historia del deporte en su estado y la única forma que parece “segura” de evitar que esto se repita es conquistando el título.

Antes de desarrollar las posibilidades y opciones de los de Ohio es importante justificar porqué en esta lista está el primero y cuarto clasificado de la Conferencia Este y no lo están el segundo y el tercero. Existen tres motivos: Las lesiones de los dos principales baluartes de los Boston Celtics, la inexperiencia de los Philadelphia 76ers en playoffs y que ninguno de estos dos equipos tiene a LeBron, un especialista en la postemporada y, sin duda, uno de los profesionales que más en serio trabaja en esta época del año.

Love ha dado un paso adelante esta temporada y será vital para los Cavs. | Foto: NBA.com
Love ha dado un paso adelante esta temporada y será vital para los Cavs. | Foto: NBA.com

A este último argumento se deben todas las esperanzas de los Cavs, LeBron es el único capaz de que el equipo funcione y cumpla con los objetivos que se pusieron a principio de temporada. Es el momento de que los Clarkson, Smith, Hood, Hill, Love y demás den el paso definitivo hacia delante y convertirse en un equipo serio, que mueva el balón y mejore, sobre todo, en el aspecto defensivo.

Sin embargo, pese a que LeBron está en uno de los mejores momentos de su carrera (que es mucho decir) y la motivación de que podría ser su último año en el equipo de su tierra sirva como aliciente tanto para él como para todo el conjunto de la organización, lo cierto es que las opciones de los de vino y oro son más bien escasas. Por primera vez en casi una década peligra seriamente la participación de un equipo donde se encuentre LeBron James en Las Finales y, en caso de que llegaran a estas, el equipo parece muy inferior al de los tejanos de Houston o los protagonistas de este artículo.

En resumen, las posibilidades de los Cavaliers de acabar con el reinado de los Warriors y alzar el segundo título de su historia son más bien escasas, sin embargo, nunca puede descartarse a un equipo en el que se encuentra el que es, probablemente, el mejor jugador de la última década en la NBA.

Toronto Raptors: el Norte quiere extender su reinado

Los Raptors han logrado el mejor resultado de su historia en la temporada regular, pero no quieren conformarse con eso. Ser la sorpresa en el Este no es suficiente premio para un equipo que poco a poco se ha ido consolidando entre los mejores de la liga y en el que las nuevas incorporaciones han sabido adaptarse al juego de forma excepcional, en Toronto son ambiciosos, quieren ser la sorpresa del año y llevar a Canadá el primer anillo de su historia.

Dwane Casey es uno de los candidatos para llevarse premio al Entrenador del Año. | Foto: Getty Images
Dwane Casey es uno de los candidatos para llevarse premio al Entrenador del Año. | Foto: Getty Images

Toronto Raptors se han ganado por méritos propios estar entre los candidatos a acabar con los Warriors. DeMar DeRozan está en la mejor temporada de su carrera con 23 puntos por encuentro y cinco asistencias, Kyle Lowry está siendo un guía constante con 16 puntos y casi seis rebotes y siete asistencias por encuentro, Serge Ibaka está aportando tanto en el aspecto defensivo (como siempre) como en el ofensivo y ha adoptado un rol similar al que tuvo en los grandes años de OKC, estos tres jugadores, junto a Jonas Valanciunas y, en menor medida, CJ Miles son la columna vertebral del equipo.

Es cierto que, nombre por nombre, el equipo parece bastante inferior al de los Warriors, pero el baloncesto no trata únicamente de sumar estrellas. El buen juego que ejercen los de Dwane Casey, junto al hambre de la metrópolis canadiense de hacerse con un título, son los principales valores en los que se sustenta la candidatura de los Raptors.

Houston Rockets: un cohete con dirección a las estrellas

Tras los últimos años estelares de James Harden ya resultaba difícil para las defensas cubrir a un jugador con tantos recursos ofensivos, tanto de anotación como de visión e inteligencia. Pero si a esto le sumas además a un base con una inteligencia y una capacidad creativa igual a la de la ‘Barba’ o incluso superior, se convierte en un equipo imparable. Esto es lo que ha aportado Chris Paul al juego de los de Houston, un nivel de agilidad y de movimiento de balón tan superior que vuelve loca hasta a la mejor defensa. A todo esto, hay que sumar el rol de todos los jugadores secundarios y la amenaza exterior que representan, un equipo con un porcentaje desde mas allá de la línea de 6,25 nunca antes visto.

Harden y Paul son una de las duplas más terroríficas de la NBA. | Foto: Justin Tafoya / Getty Images
Harden y Paul son una de las duplas más peligrosas de la NBA. | Foto: Justin Tafoya / Getty Images

Los aficionados a la NBA ya conocen a James Harden y Chris Paul: el primero, una amenaza constante para el defensor, es capaz de hacer bailar a cualquiera que se ponga por delante, es capaz de anotar desde prácticamente cualquier distancia, tiene habilidad para penetrar entre las defensas más férreas y, si nada de esto le sale, hará que el defensor le lleve a la línea de personal o encontrará un compañero que esté en una situación mejor.

El segundo, ‘CP3’, es un base total, cuya inteligencia, acierto desde media y larga distancia y capacidad defensiva, compensan totalmente sus carencias de estatura. Pero, el problema no son únicamente estas dos estrellas, sino que alrededor de tan excelsos pasadores se encuentran una gran cantidad de especialistas que dificultan todavía más su defensa: Eric Gordon (que está promediando 18 puntos por encuentro), Ryan Anderson, Trevor Ariza, Gerald Green o Clint Capela (junto a muchos otros) conforman una plantilla que ha arrasado en temporada regular con un balance de 65-17.

La suma de nombres, estadísticas, sensaciones y juego hacen hoy por hoy a los Houston Rockets el mejor equipo de la NBA y su objetivo no es otro que el anillo, parece casi seguro que se medirán a los Golden State Warriors en unas finales de conferencia que podrían ser de las mejores que se recuerden y que se decantará por detalles (y quizás por lesiones). Por todo esto los Rockets defenderán su candidatura como principales rivales de los Warriors en la lucha por el título.