Pese al doloroso traspaso de Kyrie Irving, los aficionados de los Cavs ponían sus esperanzas en su nueva pieza para el big-three, Isaiah Thomas, y en el reencuentro entre Wade y LeBron (también resultó importante la llegada del extremeño José Manuel Calderón). Sin embargo, esas esperanzas se perdieron rápidamente. El equipo no funcionó en ningún momento y rápidamente se comenzó a criticar todo lo que rodeaba a la organización y el equipo: Isaiah, Wade, Love, Thompson e incluso, LeBron se vieron salpicados de todo tipo de polémicas, pero los dirigentes del equipo tomaron una decisión drástica, cambiaron la plantilla por completo.

Se marcharon Isaiah, Wade, Rose, Crowder, Shumpert y Frye y llegaron Clarkson, Hood, Hill y Nance Jr. Empezaban unos nuevos Cavaliers, con menos nombres, pero con un equipo más compensado y adaptado a las necesidades de LeBron (y de un futuro sin él). Aunque el efecto en cuanto a victorias y derrotas no ha afectado mucho, del 30-21 han pasado a un 50-32 que los deja en cuarta posición y con muchas dudas para la postemporada.

Las sensaciones con el nuevo equipo, pese a que los resultados no han mejorado mucho, superan a las de la anterior plantilla, pero son mérito prácticamente en exclusiva de la bestialidad de temporada del de siempre: LeBron James.

LeBron James: 'el Rey’ no abdica todavía

Es complicado escribir sobre LeBron James y añadirle algún calificativo que no se le haya dicho antes, pero lo cierto es que el ‘23’ está sumando estadísticas y haciendo cosas que no se habían visto antes. Siempre ha sido el principal responsable de ‘tirar del carro’ en los equipos en los que ha estado, pero este año cargará aún más peso a sus espaldas: 18 triples-dobles en 82 partidos (la primera vez que los disputa todos).

El hecho de que LeBron haya jugado todos los encuentros de esta temporada quizás no sea tan positivo de cara a playoffs. Viendo que el equipo es incapaz de jugar bien sin él y con el nivel que exige la postemporada es posible que LeBron tenga que superar lo 40 minutos por encuentro en todos lo partidos que disputen, lo que afecte a su físico y cansancio (por increíble que sea su físico, no es de piedra como se pudo ver en Las Finales de 2015).

Pese a todos los contratiempos, el espíritu de lucha de James y la motivación extra que puede suponer el marcharse (o no) de Cleveland con un segundo anillo seguro que servirán para que el de Akron vuelva a llevar lejos a su equipo.

Tyronn Lue: el gran cuestionado

No es noticia que un entrenador que comparte vestuario con LeBron sea cuestionado por su falta de autoridad, ya ocurrió con David Blatt de quien se llegó a decir que ‘ni pinchaba ni cortaba’ en los Cavaliers. Con Tyronn Lue no es diferente, el que fuera base de Los Ángeles Lakers ha sido cientos de veces criticado por su falta de injerencia en los problemas del equipo y a día de hoy continúa siéndolo.

Lo cierto es que ni las sensaciones ni los números le acompañan, los Cavs nunca llegaron a ejercer un gran juego coral (ni siquiera cuando fueron campeones), se remitían a situaciones de uno contra uno (especialmente cuando estaba Kyrie Irving) y a aprovecharse del desbordante talento de su plantilla. El problema ha surgido con la pérdida de talento del equipo, cuestión que el entrenador no ha sabido gestionar y ha sido incapaz de crear un estilo de juego eficaz para ninguna de las dos plantillas. A estos problemas y dudas se le añade la problemática de que, en los nueve partidos en los que se ha ausentado, los de Ohio han ganado ocho, números que superan ampliamente a los obtenidos con él en el banquillo.

Si Lue quiere despejar las dudas que rodean a su persona no le queda otra opción que trabajar en el equipo para crear un ambiente y un sistema adecuado para que la plantilla mejore en los playoffs y se acerquen al nivel de juego que se espera de ellos.

Aspiraciones: el anillo es el objetivo, pero ¿es posible?

Con el comienzo de la temporada la plantilla de los Cavaliers se proponía (como cada año de los últimos) hacerse con el título de campeón de la NBA. Sin embargo, la temporada no ha ido como esperaban y, aunque los cambios han mejorado las sensaciones que transmitía la plantilla a principios de año, no parece seguro ni tan siquiera su presencia en Las Finales y ni mucho menos que sean capaces de plantarle cara a Houston y Golden State.

Los jugadores secundarios de Cleveland deberán dar un paso adelante y morir intentando lograr el anillo, puesto que es muy probable que sea la última vez que tengan probabilidades en un futuro cercano. Sin embargo, para los más escépticos ni con ello será posible que logren rascar más que uno o dos partidos a los rivales que se enfrentarían en una hipotética final.

Por lo tanto, ¿a qué debe aspirar Cleveland y qué se puede esperar de ellos? Las aspiraciones están claras, no deben conformarse con nada que no sea el anillo, por tradición y porque tienen entre sus filas a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, sin embargo, el raciocinio dice que las probabilidades de que logren algo más allá de una presencia en Las Finales o en la final de conferencia sería casi un milagro.