Se enfrentaban en el Príncipe Felipe dos conjuntos situados en las antípodas de la clasificación de esta Liga Endesa (ambos ocupaban el cuarto lugar de la tabla, pero uno comenzando por la parte de arriba y el otro por la de abajo).

Los espectadores en Zaragoza acudían en menor número que en otras ocasiones, y es que el Ebro comenzaba a desbordarse por las riberas de la ciudad haciendo que las preocupaciones de los habitantes de la margen izquierda cambiasen de prioridad.

La ocasión además suponía la vuelta de Sergi García a la que fue su casa durante las últimas temporadas. Sin embargo, el respetable no le recibió precisamente con cariño. Una sonora pitada fue la manera en que los aficionados decidieron acompañar su devenir por la cancha cada vez que el mallorquín recibía el balón. 

Comienzan las hostilidades

El encuentro comenzaba con una canasta de la última incorporación del cuadro local, Xavi Rey. El catalán debutaba ante su afición tras jugar algunos minutos en la derrota de la anterior jornada en Madrid ante Estudiantes.

La marcha hace varias jornadas del center norteamericano Jarvis Varnado era por fin cubierta con un interior que debía ayudar a asegurar la defensa en la pintura. Solo que en esta ocasión iba a tener delante un miura como Bojan Dubljevic, y que iba a ser a la postre decisivo.

Primeros minutos de tanteo, donde los locales entraban más entonados que en ocasiones precedentes. Apenas un par de defensas agresivas con manos rápidas de Rey y Barreiro permitían recuperar balones para salir al contragolpe.

El 6-2 de inicio era rápidamente contrarrestado por los valencianos, que conseguían empatar a ocho y en apenas un abrir y cerrar de ojos se escapaban en el marcador 12-19 gracias a los triples de Abalde y Doornekamp.

Cargol cortaba la hemorragia con un tiempo muerto y trataba de encontrar un exterior que anotase desde el perímetro ante la falta de acierto de un Gary Neal que fallaba sus primeros tres tiros de campo. Entraban Stoll, Michalak y Blums, pero el primer cuarto se cerraba con un 16-21 inquietante, con cero de cinco en triples para Tecnyconta. Abalde por fuera y Dubljevic por dentro estaban siendo decisivos.

En al reanudación, el encuentro seguía por los mismos derroteros. La defensa local no conseguía siquiera salir a puntear los triples de Valencia Basket, que movía el balón con precisión quirúrgica para encontrar siempre un último pase al jugador mejor colocado.

Dragovic era el único que conseguía encontrar cierta inspiración en el tiro exterior, mientras por dentro De Jong y Rey se turnaban para anotar en la pintura mantener a su equipo en el partido. Y es que Neal seguía inédito con un cero de siete más que traumático, ya que en el perímetro Blums era una sombra de sí mismo y Michalak no era capaz de contrarrestar el poderío levantino. Erik Green había aparecido en escena y comenzaba aromper el partido, así que el 30-43 al descanso era la mejor noticia para la parroquia local.

Aparece Neal

Tras la pausa, no parecía que las cosas mejorasen demasiado... Los exteriores valencianos seguían a lo suyo percutiendo sin piedad el aro local, mientras sólo los interiores del cuadro aragonés lograban dar esporádica respuesta en el marcador.

Con 35-53 y 6:53 por jugar, parecía que el partido iba a quedar visto para sentencia. Sin embargo, en una jugada aislada Abalde era sancionado con una técnica en una lucha por un balón en el suelo. Una pequeña opción se abría en el horizonte para Tecnyconta, que servía demás para hacer volver al partido a un Neal que despertaba de su letargo.

El cuadro de Cargol se se colocaba a 13 (42-55 con 5:45 jugados). La defensa local trataba de incrementar la intensidad, aunque en Valencia Basket cuando el lanzamiento de perímetro no entraba encontraba a un sólido Dubljevic  (18 puntos ya en el ecuador de este cuarto).

Al menos la diferencia se mantenía en el rango de los 12-14 puntos. La buena noticia era que Gary Neal estaba de vuelta, y anotaba 10 puntos casi consecutivos para los suyos. Ni en el peor de sus días el  norteamericano se rinde.

Una mate al contraataque de De Jong tras un robo precisamente de Neal colocaba  a los suyos a 10 puntos (52-62 con 2:30 por jugar). El equipo seguía confiando en la proeza, y se colocaba a 5 puntos tras una canasta de Michalak (59-64 a 1:15 del final del tercer parcial).

Se llegaba al término del periodo con 61-69 y el público expectante por saber de lo que sería capaz el artillero local, que con 15 puntos en diez minutos volvía a dar opciones a los suyos.

Sin embargo, un Valencia Basket muy serio volvía a colocar un parcial de 2-11 y estiraba de nuevo las diferencias hasta los 17 puntos (63-80), con apenas 7 minutos de juego por delante. La defensa volvía a ser incapaz de molestar a los tiradores che, con Van Rossom y Doornekamp tomando el testigo de Abalde y Green en la demostración de fuerza del perímetro naranja. De ahí al final, a los hombres de Txus Vidorreta les bastó con mantener la frialdad en ataque y la concentración en defensa para certificar una victoria sin duda merecida.