Las bajas de Bendzius y Landesberg parecían indicar que tanto Monbus Obradoiro como Movistar Estudiantes sufrirían en ataque, pero nada más lejos de la realidad. El conjunto madrileño reinó en un festival ofensivo (a la par que unas defensas que dejaron bastante que desear). Darío Brizuela se fue hasta los 24 puntos y Matt Thomas contrarrestó con 29 y ocho asistencias. Sexta derrota consecutiva de Obradoiro. 

Primer cuarto de locura

Los primeros tres minutos fueron una oda al lanzamiento exterior: hasta cinco triples se anotaron en ese período de tiempo, tres de los locales y dos visitantes. Ese correcalles anotador permitió a los gallegos acumular una primera renta de 12 puntos (22-10) gracias a su variedad de recursos ofensivos, pero todo cambió tras un tiempo muerto de Salva Maldonado.

Esta pausa desencadenó una tormenta de pérdidas locales y el Estudiantes encadenó un parcial de 9-0 que le permitió acercarse a sólo 3 puntos y cerrar el primer cuarto con una desventaja aceptable; 25-21.

Después de sus malos últimos partidos, Thomas y Pustovyi parecían empezar con una motivación extra. El americano fue el máximo anotador de su equipo desde el primer momento después de no disputar los últimos 15 minutos en Gipuzkoa. Por su parte, el pívot quería redimirse de su rápida expulsión de ese mismo día.

Control visitante en los tramos finales del primer tiempo

La buena racha que Estudiantes consiguió en el primer cuarto, continuó durante todo el segundo parcial. Con un gran acierto desde el perímetro (3/3 de Peña y 4/4 de Hakanson en este tramo), el conjunto visitante firmó su primera ventaja con el 27-28. Este dominio en el marcador se consolidó durante todo el cuarto, llegando a máximas de siete puntos de ventaja.

Cuando los de Moncho Fernández parecían más atascados, el juego local se centró en Artem Pustovyi y el pívot ucraniano respondió a las expectativas, ayudando a su equipo a salir del bache y recortar la ventaja antes del descanso (44-48). 

El descanso tampoco paró el acierto

Tras la reanudación, el partido continuó con los ataques superando cualquier intento de defensa. Aunque el Obradoiro consiguió frenar levemente las ofensivas visitantes, los esfuerzos de los de Moncho fueron inútiles. Thomas, Radovic y este amago de defensa devolvían la ventaja a los gallegos (61-58), pero el liderato cambiaría rápidamente de nuevo.

Omar Cook se hizo con las riendas del ataque de Estudiantes y anotó seis puntos de manera consecutiva. Ese acierto en el tiro, sumado a su gran organización del juego (llegó a las 1.000 asistencias en la liga), devolvió la renta de siete puntos a su equipo. Un 2+1 final de David Navarro puso el definitivo 72-75 a falta del cuarto parcial.

Tensión final

El último cuarto parecía que también iba a ser un recital ofensivo de ambos equipos, especialmente después de dos triples consecutivos de Hakanson y cinco puntos de Pepe Pozas, pero ambos equipos ajustaron las defensas y el partido se hizo más duro.

Los tiros libres se convirtieron en protagonistas y dictaron sentencia. Los dos conjuntos erraron desde la línea de personal y el partido llegó a los últimos tres segundos con dos tiros libres de Radovic con 97-98, pero el montenegrino sólo anotó uno. Brizuela tuvo la última, pero no anotó y el partido se fue a la prórroga, la tercera consecutiva del Monbus Obradoiro. 

En la prórroga, el conjunto madrileño se aprovechó del cansancio del Obradoiro, provocado por la acumulación de minutos en las últimas fechas. Este cansancio se vio reflejado en los tiros libres y en la cuestionable toma de decisiones de los gallegos. Vicedo y Brizuela dominaron el tiempo extra. Sexta derrota consecutiva de los locales, mientras que Estudiantes sigue soñando con los Playoffs.