Sergio Llull tenía la Final Four de Belgrado marcada en rojo en su particular calendario. Ese calendario en el que iba tachando días a lo largo de muchos meses, luchando sin parar por recuperarse de su grave lesión de rodilla. Fue cumpliendo todos los tiempos que le fijaban los médicos, se mató en el gimnasio e interminables sesiones de fisioterapia. Y finalmente lo consiguió, reaparecía ya en el segundo partido de la serie eliminatoria ante el Panathinaikos, y desde el primer segundo en pista demostró que el genio había vuelto.

Y no es algo nimio, los rivales lo sabían, el MVP de la Liga y pasada Euroliga volvía a pista con un carisma y ganas de comerse más que nunca la canasta rival. Todo salió perfecto y también motivó mucho a sus compañeros en la Final Four de Belgrado. Llull habla de lo idílico de la actuación: "Era un grandísimo equipo como el Fenerbahce, actual campeón. Jugaba prácticamente en casa porque había mayoría de sus aficionados. Pero este equipo no se rinde nunca y lo hemos demostrado otra vez. Lo vivimos bien. Teníamos el partido preparado, sabíamos lo que teníamos que hacer y lo hicimos. Lo he vivido con mucha ilusión, con muchas ganas. Contento de estar otra vez jugando, disfrutando del baloncesto y pudiendo ayudar al equipo en la cancha".

Ayón: "Se lo dedico a todos los aficionados de México"

Gustavo Ayón está muy agradecido a Pablo Laso y el Real Madrid. Después de haber perdido confianza y forma en la NBA, tuvo que readaptarse para volver a encontrarse a sí mismo. Y lo ha hecho espectacular. Cada vez más sobrio y maduro, además de haber superado una complicada lesión en el hombro por la que se ha perdido más de cuatro meses de temporada.

El "Titán de Nayarit" está exultante con este enorme título: "Es importante para toda la gente que siempre ha creído en mi, que ha tenido confianza en lo que hago y en la pasión con la que hago este deporte. Dedicárselo a todos los aficionados de México que siempre han estado apoyándome, en las buenas y en las malas. Muy contento por el objetivo logrado. Era algo muy importante para nosotros y sobre todo para la gente que siempre ha estado apoyando y creyendo en nosotros a pesar de las adversidades".

Una vez más Ayón quiso destacar la fuerza del bloque, la unidad: "Volvimos a demostrar por qué somos un equipo. Este equipo tiene muchísima historia. Somos un equipo dentro de la cancha, fuera, en el vestuario. Tenemos una armonía que yo la había vivido muy pocas veces en otros equipos y eso te hace ganar. Son detalles que te hacen obtener títulos. Aquí todos son importantes, desde el que juega treinta minutos hasta el que no juega".