Era el momento más importante del año, ese al que todos los grandes jugadores lo esperan con el ansia de poder demostrar lo importantes que son en su equipo. Anoche, con -11 para los Warriors en la primera parte, muchos los daban por puestos y más lejos del Oracle Arena. Pero era el día de demostrar una vez más lo especial e inimitable que es. Durante muchos minutos Golden State estuvo eliminado y con razón, pero Stephen despertó a tiempo y su empuje elevó a los suyos hacia una nueva victoria, la más importante de la temporada, la que les hará encontrarse de nuevo con los Cavaliers y LeBron.

Anoche los Warriors hicieron historia: solo cinco franquicias en toda la historia de la NBA han jugado cuatro finales de manera consecutiva. Las dos primeras son las sabidas por todos, Celtics y Lakers, en otras dos ha jugado LeBron James y la quinta son desde anoche unos Warriors que pasarán a la historia como uno de los mejores equipos de siempre, para muchos ya el mejor.

Esta ha sido una serie ampliamente marcada por las lesiones, la de Chris Paul en Houston y la de Iguodala en los Warriors. Este era el gran momento de Paul, la oportunidad le había llegado con 33 años, pero en el camino se le ha cruzado el gran monstruo del Oeste. SI bien es cierto que los Warriors iban por debajo en la serie con él en pista, con Iguodala iban 2-1 a su favor y con victoria fuera de casa, por lo que puede decirse que ambas bajas han sido más que notables.

Foto: @warriors
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El partido empezó igual que el sexto, con Golden State en stand by y los Rockets como una moto, un martillo pilón, un tsunami. Fueron ampliamente superiores en la primera mitad gracias a la agresividad y la intensidad que le pusieron, con Harden y Canela saliéndose de inicio. Mientras, los Warriors ‘sobados’, así lo reflejaban sus 10 pérdidas y los 11 rebotes ofensivos de los Rockets, todo ello propició el +11 para los locales, que vieron como ninguno jugador de Golden State hizo unos buenos primeros 24 minutos.

Pero era la historia de siempre, aunque quién lo iba a imaginar esta vez: los Warriors son el mejor equipo a la hora de remontar en el tercer cuarto, pero los Rockets tenían tal concentración que era algo que se hacía impensable, los Warriors iban a sufrir y mucho para remontar y más con la defensa tan débil que estaban teniendo.

Pero entonces apareció él, el hombre.

Foto: @warriors
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Con su equipo contra las cuerdas, con la eliminación apretando y con la soga ya bien fuerte en el cuello, Curry salió de los vestuarios, agarró el balón y fue el encargado de llevarlo rumbo hacia la remontada, Steph volvió a cambiar el partido en el tercer cuarto en unos 12 minutos en los que se pasó del +13 local a +7 para los visitantes gracias al 33-15. ¿Cómo? En qué momento.

Curry empezó a bailar, a enchufar triples y se quedó solo, como aquel que dice. Fueron los minutos del ‘Luces, cámara, acción’, del ilusionismo y la alegoría. Cuando el base aterriza en este mundo saliendo de su universo paralelo es para encestar triples como si fuesen bandejas y para ver el aro del tamaño de una portería de fútbol, solo así puede entenderse lo que le ocurre. Vinieron sus triples, la ayuda de sus compañeros y vinieron los 27 triples seguidos errados de los Rockets (37 en total, un récord) que les hundieron del todo. Durante esa sequía, Golden State ganó el parcial por 25 puntos (+18 solo el tercer cuarto y +68 en el total de la eliminatoria en esos 12 minutos, de esquizofrenia) y anotaron 13/23 en tiros de tres gracias a un Don Stephen que rozó el triple doble con 27+10+9 (7 de 15 en triples), Klay Thompson con 19 y Kevin Durant con 34.

Los últimos 12 minutos fueron una simple marcha al ‘ralentí’, para los Warriors. A pesar de un par de rachas de 7-0 y 5-0 que lograron los Rockets por momentos, en ese cuarto fue Durant el que se encargó de matarlos con un par de aclarados y provocó el sufrimiento de un equipo que ha hecho una temporada para loa historia y que acabó siendo eliminado por culpa de aquello que les ha llevado a la leyenda: el tiro de tres. Pero bueno, como consuelo les queda que lo han hecho ante uno de los mejores conjuntos de la historia y, seguramente, el mejor en esa faceta.

Foto: @nba
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Sin Paul no supieron leer los 48 minutos del partido y ahí los Warriors los mataron… por desgracia, la tormenta no se puede parar, pero hay maneras y maneras de intentar aguantarla, Chris Paul era una pero Harden con sus 32 puntos y los 23 y 20 de Gordon y Canela no fueron suficientes para aguantar la tormenta. Los texanos no pudieron, y cierran esta temporada con un mal sabor de boca. Pero han estado ahí hasta el final... Han tenido contra las cuerdas a uno de los mejores equipos de la historia. Y ahora Golden State a por su tetralogía ante el Rey. Warriors Cavaliers, cuarto capítulo.​