Ya está aquí el tercer partido de las Finales de la NBA. Un partido que puede suponer la sentencia para Golden State Warriors. Con el 2-0 para los del Oeste tras el paso por el Oracle Arena, Cleveland Cavaliers necesita una victoria como el comer. En caso de derrota, el anillo casi tendría ya dueño.

Se han visto dos caras diferentes de los Cavs en estos dos primeros partidos de la Final. En el primero, el de la liada de JR Smith, LeBron James acaparó todo el protagonismo en ataque. Se fue hasta los 51 puntos con muy poca participación ofensiva del resto: 21 tantos de Kevin Love, 10 de JR Smith y por debajo de la doble cifra los demás Cavaliers.

En el segundo encuentro, LeBron tiró 12 veces menos, queriendo involucrar a sus compañeros en la eliminatoria repartiendo hasta cinco asistencias en el primer cuarto. Pero tampoco funcionó. De hecho, fue peor el resultado. Si en el Game 1 estuvieron los Cavs a punto de conseguir la victoria, en el Game 2 estuvieron más bien lejos, siendo Stephen Curry el verdugo más despiadado ante cualquier posibilidad de reacción de los de Ohio.

Camino inverso en Golden State Warriors. Parecía que había en el primer partido cierto aire de superioridad, que por poco no les complicó las cosas. En el segundo mejoraron, disfrutaron más de jugar a baloncesto y pusieron más cabeza. El termómetro fue Kevin Durant. Pasó de un 8/22 en tiros a un 10/14, anotando 26 puntos en ambos encuentros. Además de un Stephen Curry imparable que batió el récord de triples en un partido de las Finales, con 9.

Un escenario ya conocido para Cavs

Estos Cavaliers de LeBron James han llegado a la final de la NBA rompiendo una racha histórica de Boston Celtics. Los verdes nunca habían perdido una eliminatoria por el título cuando se avanzaban 2-0, pero este año fue el primero. Y no solo eso, es conocido por todos aquella remontada de Cleveland en 2016 a Golden State Warriors. Ahora tienen otro reto.

Cleveland será un auténtico infierno. En Oakland se han burlado de Perkins, Tristan Thompson y sobre todo de JR Smith. LeBron ha terminado con el ojo izquierdo inyectado en sangre, con un derrame. Han tenido una actitud de superiores frente a ellos y han salido malparados. El Quicken Loans Arena debe devolverle la moneda a Golden State en este aspecto. Por orgullo, los de la Bahía no pueden salir vivos, y menos con un anillo, de ahí.

Las posibilidades de los Cavs dependen en gran parte del cansancio de LeBron James. Ha tenido algunos días para descansar, habrá que ver si han sido suficientes.

Uno de los problemas de los de Ohio es la anotación. Tyronn Lue ha dicho que lo tendrá en cuenta para el Game 3 dándole más minutos a Rodney Hood. Un anotador con muy buenos detalles de calidad, llevado al fondo del banquillo en los dos primeros partidos.

¿El regreso de Iguodala?

A unos Golden State Warriors que maduran su juego en cada partido que pasa se les podría unir Andre Iguodala en el tercero. Uno de los mejores defensores de LeBron James en toda la liga y una de las piezas que garantiza un engranaje perfecto en el sistema ofensivo y sobre todo defensivo de los de Steve Kerr.

El alero de Warriors ya no tiene inflamación ni dolor en la rodilla que se golpeó con James Harden y que le ha hecho perderse los últimos seis partidos de playoff.

Malas noticias para el denominado 'Rey' de este deporte, que tendrá que esforzarse aún más si cabe para superar esta auténtica roca defensiva.

Los Cleveland Cavaliers necesitan sacar una victoria de su pabellón. Cualquier tropiezo supone alejarse de la gloria. Uno de los peores equipos que ha tenido LeBron James ante uno de los retos más grandes. Viaje a Cleveland, 'The Q' tiene la palabra.