En Cleveland Cavaliers siguen teniendo esperanzas de poder retener a LeBron James, pero para ello necesitarán llevar a cabo una serie de movimientos para hacer que la plantilla sea mucho más atractiva de lo que sus competidores pueden ofrecerle. Parece muy complicado, pero uno de los primeros pasos está en conseguir a Kemba Walker. A pesar de utilizar su pick número ocho en elegir a Collin Sexton, los Cavs quieren añadir a un dos veces All-Star en esa posición. No quieren desprenderse de él y preferirían que la promesa de la Universidad de Alabama pueda aprender de una estrella de la NBA. Charlotte ha hecho público en varias ocasiones su interés de deshacerse de Walker si llega una propuesta interesante de algún equipo.

La franquicia de Ohio sigue intentando dar con la tecla de un traspaso rocambolesco donde no tengan que incluir ni a Sexton ni a Kevin Love. Fuentes cercanas a la franquicia aseguran que ese acuerdo todavía podría ser real, aunque necesitan poner todas sus cartas sobre la mesa y barajar cuál sería el movimiento más beneficioso para ambos. Los Cavs tienen mucho interés en llevar a cabo este intercambio de jugadores ya que piensan que, si Walker llega, LeBron James se quedará en Cleveland. Dicho todo esto, el único camino posible para esto podría ser un acuerdo donde estén involucrados futuras rondas del Draft así como contratos basura para que Charlotte pueda liberar algo de espacio salarial.

El principal candidato a ir incluido en ese paquete sería Nicolas Batum, al que le quedan aún tres años de su contrato de 120 millones de dólares que firmó con la franquicia de Carolina del Norte. Los Hornets pondrían sus ojos en jugadores con contratos no garantizados como George Hill y Kyle Korver para poder avanzar firmemente a lo que será con total seguridad unos años de reconstrucción para el equipo de Michael Jordan. La ambigüedad de Mitch Kupchak a la hora de realizar traspasos deja en el aire esta posibilidad que podría salvar a los Cavaliers de un abismo anunciado.