Tres movimientos se cerraron anoche y levantaron a la NBA de la meseta en la cual se había adentrado la última semana. Con los fichajes de LeBron James y DeMarcus Cousins en los primeros dos días de mercado, en los últimos días dominaban la escena incorporaciones menores o jugadores a prueba. Sin embargo, entre Nets, Nuggets y Hawks hubo tres traspasos más que interesantes.

Isaiah Thomas firmó para los Nuggets, quienes a su vez enviaron un paquete que incluía a Darrell Arthur y Kenneth Faried a los Nets a cambio de Isaiah Whitehead. Los neoyorquinos absorbieron allí casi 21 millones en contratos y es por eso que decidieron aligerar la nómina y mandar a Jeremy Lin a los Atlanta Hawks.

El base jugará en su séptimo equipo distinto desde que ingresó a la NBA en 2011. Su momento más destacado fue en los Knicks durante el 2012, cuando desató la “Linsanity”. Tras ello, se afianzó en la NBA como un conductor sólido en Rockets, Lakers, Hornets y los propios Nets, dónde pudo jugar un solo partido en la última temporada por lesionarse el tendón rotuliano de su rodilla derecha en el primer partido de la campaña.

Para los Hawks, la incorporación de Lin sirve para cubrirse las espaldas. A priori el base de raices asiáticas parece llegar para seguir cumpliendo el rol de Sexto Hombre que desarrolló en Hornets, en este caso detrás del novato Trae Young. Sin embargo, los Hawks deberán resolver la situación de Dennis Schroder, quien pese a ser el mejor jugador del equipo la última temporada no cuenta para ellos y el propio alemán no quiere jugar más en Atlanta. 

Además, los Nets también enviaron la segunda ronda del 2025 y el derecho de intercambiar segundas rondas a favor de los Hawks en 2023. A cambio, Brooklyn recibe los derechos de Isaia Cordinier, drafteado en la segunda ronda del 2016, pero que no se espera que los Nets lo incluyan en su plantilla para este curso.