Por fin se terminó el culebrón Carmelo Anthony. El jugador natural de Brooklyn firmará con $2.4M con el equipo finalista de la conferencia oeste del año pasado y podrá jugar junto a su amigo Chris Paul. Estos dos motivos han sido suficientes para que el alero tomará su decisión, que, aunque no está en su mejor momento es un refuerzo de lujo para los Houston Rocket, que veían hace semanas como su alero titular se marchaba a los Suns.

Carmelo cobrará el dinero restante de su contrato ($27.9M) durante los próximos años de los Atlanta Hawks más el añadido de este último que ha acordado con el equipo de Texas, enbolsádose una cuantía muy superior al rendimiento que ha demostrado durante la temporada en OKC. 

Para el jugador será una oportunidad más para plantar cara a sus detractores y demostrar que aún puede ser un jugador titular en un equipo contender aunque a sus 34 años no sea la estrella que llevó a Nuggets y Knicks a los playoff en repetidas ocasiones y en donde se iba a más de 25 puntos por noche.

El sueldo de Carmelo permitirá a Houston intentar hacerse con los servicios de Capela ya que aún dispondrán de margen salarial para poder ofrecer al pívot suizo.

Los aficionados de Houston, conscientes de la gran pérdida a nivel de defensa que ha significado la marcha de Ariza, esperan la versión más "Hoodie" de Melo para poder llegar a finales de conferencia un año más y plantar cara a los Warriors de Curry, Thompson, Durant, Green y, ahora, Cousins, sumando aún más pólvora en ataque para compensar la pérdida en defensa.

Con este fichaje la plantilla el perímetro de los Rockets quedan prácticamente cerrados los puestos exteriores titulares y con una segunda unidad sustentada por Green y Gordon que dará mucho de que hablar.