Parecía que nunca llegaría el día. Parecía que iba a durar para siempre. Pero llegó el fin. Llegó el momento de decir adiós. Adiós al arte. Adiós al talento. Adiós al trabajo. Adiós a la leyenda. No fue como él quería. Era imposible que lo fuese. Pero tuvo que ser.

Tras 21 años anotando sobre el parqué, la carrera de Juan Carlos Navarro llega a su fin. Así, termina una etapa del baloncesto blaugrana, español y europeo. Navarro ha puesto rostro a la mejor época vivida en el Palau Blaugarana a la vez que, junto con una generación de oro, ha capitaneado a España a sus mayores éxitos jamás logrados sobre el parqué.

Su trabajo, constancia, trabajo y forma de ser le han llevado a convertirse en un referente mundial que ha conseguido hacer que todo eso pareciese sencillo. Pese a que esta última etapa no fuese la mejor de su carrera, Navarro mantiene un palmarés prácticamente insuperable que lo coloca en el olimpo del baloncesto.

Los 35 títulos logrados en can Barça incluyen ocho ligas ACB, siete Copas del Rey, cinco Supercopas y, brillando en lo más profundo de la vitrina, dos Euroligas. Con la selección, faltan palabras para describir la huella que ha dejado Juanki. Dos oros, dos platas y dos bronces europeos abren el paladar para que dos platas olímpicas y un bronce dejen puesto para que el oro mundialista cierre el menú perfecto para Navarro.

Navarro tiene el mejor palmarés de la historia del baloncesto español. | Fotografía: Martí Abad (VAVEL)
Navarro tiene el mejor palmarés de la historia del baloncesto español. | Fotografía: Martí Abad (VAVEL)

“La huella de Janki es incomparable, no solo como jugador, sino como capitán. Hablar de él es hablar de una institución, de una leyenda”, decía Josep Maria Bartomeu, que lideraba el acto de despedida del eterno capitán. “El mejor jugador de la historia del baloncesto blaugrana”.

Y es que Navarro ha pasado aproximadamente 27 años vinculado al club. Desde que llegó, bien pequeño, para crecer en la cantera, hasta convertirse en la joven perla que acabó transformándose en la leyenda que hoy todo el mundo conoce. “Forma parte del patrimonio del club. Hicimos un acuerdo con él para diez años para que él estuviese siempre con nosotros”, celebraba el presidente.

Esta rueda de prensa no es más que el inicio de una serie de actos y homenajes que recibirá Navarro en lo que parece un intento de la directiva por enmendar los errores, para algunos flagrantes, cometidos en la despedida del jugador más importante de la historia del club.

“Pese a que mi idea era continuar un año más, he aceptado que ha llegado el momento”, comenzaba a explicar Navarro, visiblemente emocionado por su despedida. “Mi intención es que Juanki siga siendo Juanki. Acaba una etapa genial de mi vida, empieza una diferente pero no menos emocionante. Voy a darlo todo por este club”.

Navarro no pudo contener las lágrimas. | Fotografía: Martí Abad (VAVEL)
Navarro no pudo contener las lágrimas. | Fotografía: Martí Abad (VAVEL)

El Barça continuará homenajeando a Navarro con un acto institucional en los próximos días, además de abrir un espacio dedicado a él en el museo blaugrana. Por último, y no por ello menos importante, el club retirará su camiseta en la próxima visita del Real Madrid, el 25 de noviembre. A partir de ese día, el número 11 custodiará el Palau Blaugrana junto a las camisetas de Andrés Jiménez, Nacho Solozábal, Epi y Roberto Dueñas.

Ahora, Navarro pondrá la vista en los más jóvenes e intentará transmitir su incalculable liderazgo a todos aquellos que intentarán seguir sus pasos en la cantera blaugrana. Su nuevo puesto de manager de la sección de baloncesto le permitirá seguir dejando huella en la que siempre será su casa.

Hasta el último día, Navarro conservará esa fuerza interior que lo ha convertido en quién es. “Ha sido un verano difícil. Me hubiera gustado despedirme de otra manera”, declaraba. “Pero la decisión está tomada, hay que pasar página y seguir adelante”.

Además de la actual plantilla del Barça, algunos de sus mejores compañeros y amigos le acompañaron en esta despedida. Una despedida que pone fin a la mejor historia jamás contada sobre el parqué del Palau Blaugrana.