Los Atlanta Hawks empezaban este partido con el peor registro de toda la liga y con la peor defensa durante los 10 últimos partidos, ya que encajaban 117 puntos en contra de media en cada partido. Y el primer cuarto empezaba bastante mal para sus intereses, ya que los Hornets se convertían en el noveno equipo en anotar al menos 40 puntos en el primer cuarto contra los Hawks. Sin embargo, John Collins no iba a permitir que su equipo siguiera dando esta imagen tan pobre. El ala-pívot acabó con 23 puntos y 11 rebotes, y fue crucial en la última jugada del partido. Collins sabía que el balón iba a acabar en manos de Kemba Walker, así que necesitaba encontrarse en una situación adecuada para alterar su tiro y que no fuera canasta. "Sabíamos que iba a realizar un movimiento hacia su mano derecha, y acabaría con una bandeja por el lado derecho si tenía ocasión” comentó tras acabar el partido. “Finalmente acabó haciéndolo tal como lo habíamos comentado y calculé a la perfección para hacerle el tapón que nos dio la victoria” concluyó un exultante Collins.

Kemba Walker es el segundo máximo anotador de la NBA, y acabo el partido con 22 puntos pero con un 7-23 en tiros de campo y no consiguió la canasta ganadora. Kent Bazemora acabó el partido con 20 puntos, entre ellos la canasta que ponía a su equipo por delante a falta de 4.6 segundos. "Ellos no sabían que íbamos a hacer al final, vi una oportunidad para acabar con mi mano izquierda y así lo hice” comentó Bazemore tras acabar el partido. Además de su jugada final, Collins hizo en el cuarto cuarto 3 mates que permitieron que su equipo se pusiera por delante a falta de algo más de dos minutos. Pero lo realmente importante fue la última jugada que sirvió para que los Hawks ganaran un partido bastante igualado con constantes cambios en el marcador.

Los Hornets consiguieron su máxima ventaja en el marcador en el primer minuto del segundo cuarto, lo que hacía recordar los fantasmas de los partidos anteriores en Atlanta. Sin embargo los Hawks se supieron rehacer y empataron el partido a 60 antes del descanso. A raíz de estos, el entrenador de los Hornets, James Borrego, comento que este cuarto estuvo marcado por su nula transición defensiva. En el tercer cuarto los Hornets volvieron a ponerse con una ventaja de 9 puntos, pero los locales empataron a 84 el partido tras un mate a una mano de Collins. Tras esta jugada, el tercer cuarto finalizó con una ligera ventaja de los Hawks que se fue hasta el 100-92, y que a largo plazo fue imposible de remontar por parte de los Hornets, hasta el resultado final 123-124 a favor de Atlanta. Resaltar las bajas de los Hornets, que no pudieron contar con Tony Parker ni con Michael Kidd-Gilchrist, que se perdió su sexto partido consecutivo, pero está cerca de reaparecer según comento su entrenador.

En los siguientes días, los Hornets reciben en casa a unos Bucks segundos del Este, mientras que los Hawks jugarán en casa de Miami contra un equipo con récord negativo.

 

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