La temporada de Golden State hasta el momento, a pesar de las 23 victorias conseguidas, no ha sido nada buena. Si se resume en algo lo ocurrido en estos meses es en lesiones, polémicas y dudas. En los últimos años parecía que este equipo sin mucho esfuerzo dominaba la NBA, pero esto ha comenzado a cambiar. Con la derrota sufrida ante Portland Trail Blazers en la prórroga, ha quedado comprobado que la necesidad de fondo de armario pasa factura. Aunque el resultado haya sido más que apretado, no ha sido la primera vez que el banquillo de GSW se queda atrás de lo que pide el mejor equipo del mundo.

Aunque Kevin Durant y Stephen Curry hicieran dos grandes actuaciones, no han sido suficiente. Con 29 puntos y 7 asistencias del base combinados con el triple doble de 26 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias de KD quedaron en la nada. Quedándose atrás de ellos Klay Thompson, el cual no esta firmando su mejor temporada. A pesar de estar promediando más de 20 puntos por partido, los porcentajes y sensaciones del escolta no son las de un jugador de su categoría. En la derrota ante Portland registró solamente 6 aciertos de 19 intentos, siendo una de las claves del mal rendimiento del equipo. 

Otro de los problemas fundamentales de la derrota ha sido lo poco que han ido los jugadores de La Bahía a la línea de tiros libres. A lo que le sumamos que el porcentaje de acierto fue de un 40% por un 91'3% de sus rivales. Concorde sigan acercándose los Playoffs, los Warriors deberán de corregir los problemas que tienen en la pista como los que tienen dentro del vestuario. No se puedes descartar que en parte lo que se ve sobre la cancha viene de la mano con la mala química. Queda en manos de Steve Kerr saber controlar la situación para seguir aumentando el legado histórico de su plantilla.