¿Qué hay que saber sobre como iba a ser el partido?

Tanto los Knicks como los Wizards son dos franquicias que no pasan su mejor momento. Lo que daba a pensar que el partido de Londres iba a decepcionar en función del año pasado. Hay que recordar que los Celtics y los 76ers fueron los encargados de ofrecer el espectáculo. Equipos con atractivos como Kyrie Irving, Joel Embiid o Ben Simmons. Prácticamente era un sabor a PlayOffs el que se pudo disfrutar en aquella velada. Mientras que los de la Gran Manzana se encontraban sin su principal estrella por culpa de una larga lesión. Misma historia que en los de la capital que no cuentan con John Wall en lo que resta de temporada. No era un partido que se pensara que tuviera nada de especial. La gestión ha sido bastante criticada al no traer a dos potencias de la liga como sería el caso de los Warriors, Rockets o incluso Nuggets o Raptors. Incluso el partido del mismo día que enfrentaba a Lakers con Thunder. En el cual no se sabría de la baja de LeBron James y sería un verdadero espectáculo deportivo.

(Imagen vía: NBA)
(Imagen vía: NBA)

Comienzo del partido

Desde el inicio del partido los Knicks comenzaron siendo superiores. Un muy buen primer cuarto de Luke Kornet con buen acierto desde la línea de tres fue algo fundamental. La ventaja se mantuvo en una media de 10 puntos durante prácticamente todo el primer tiempo. Las sensaciones daban por claros favoritos a los de Nueva York. Todos los jugadores estaban muy metidos en el partido y realizando aportaciones que no permitían a los rivales un intento de remontada. Desde las pizarras se estaba planteando un partido mucho más mágico de lo que las plantillas pudieran permitir. Con un muy apagado Bradley Beal, sus compañeros mantuvieron el resultado sin que se rompiera el encuentro desde el principio. Hay que decir a favor de la estrella de los Wizards que sufrió el marcaje más serio de todo el partido. Algo que le hizo tardar en enchufarse y comenzar a anotar.

Se igualan las cosas en el O2

Los de Washington empiezan a meterse poco a poco en el partido por juego. El problema venía con la ventaja que tenían los Knicks desde que empezó el partido. Una mejora de Bradley ayudó mucho a que cambiara el ambiente que se respiraba en Londres. Aún la gente no lo sabía, pero el partido iba a comenzar de nuevo con un gran esfuerzo de los jugadores de Wizards. Una gran actuación del banquillo después del descanso, acompañados por Otto Porter dieron descanso a la estrella y rompieron una situación que parecía dar la victoria a New York.

La lluvia de triples de Wizards

Con el partido a menos de 15 puntos después de haber ido mucho más por debajo empezaba a coger color para los de Scott Brooks. El equipo encadenó una racha de canastas desde el perímetro que igualaron el marcador. La defensa de los Knicks no tenían formar de frenar una eficiencia en el tiro prácticamente perfecta. Quedando solamente unos minutos para que llegara el final, el partido no podía estar más emocionante. Cualquiera de las dos franquicias podría llevarse la victoria al mínimo error del contrario. Varias canastas de ambos siguieron dando viva al encuentro pero sin un claro ganador hasta el final.

Jaque mate de Brooks a Fizdale

Parecía de la jugada de David Fizdale aguantando la posesión hasta casi agotar el tiempo había funcionado. Por unos segundos todo el mundo podía dar por hecho que su conjunto iba a salir ganador. En ese momento Brooks pidió un tiempo muerto que sirvió para ganar el partido. Dando por hecho que Beal iba a tener un marcaje aún más duro que el que ya recibió durante todo lo que había estado en cancha. La idea que tuvo fue hacer que este recibiera la pelota en su propia pista. Thomas Bryant saldría a buscarle a medio campo para ayudarle con un bloqueo. Para sorpresa de todos, terminó en continuación del escolta hacía el interior. Se paró el tiempo en el O2. El pívot de los Wizards se acercó a canasta y lanzó un gancho el que taponó Alonzo Trier. Lo que hizo quedarse sin respiración a parte de los espectadores. El error fue que el balón ya se encontraba en fase descendente. Por lo que la canasta finalmente valió y les colocaba un punto por encima a décimas de que todo terminara. En lo poco que quedaba, Mudiay, que pese a ser el mejor de su equipo en la noche, no fue capaz de encestar para darle la victoria a su equipo.