Llegó el último partido de cuartos de final, el derbi. El Real Madrid-Movistar Estudiantes. El encuentro de ACB del 6 de enero no dejó indiferente a nadie. Allí saltó la sorpresa y un extrarreste 'Estu' tumbó al Madrid. Un anfitrión en auge que, gracias a un mes de enero fulgurante, ha conseguido estar presente en este torneo. Por otro lado, un Real Madrid poderoso como siempre, pero consciente de que es esencial mantenerse los 40 minutos a tope.

La pregunta del millón: ¿Estaría Sergio Llull? La respuesta es sí. Pablo Laso despejó la duda esta mañana al confirmar que iba a jugar. El Madrid recuperaba a su alma. La mejor noticia que ya de por sí impulsa moralmente a su equipo y alerta de grave peligro al contrario. Con la excepción del lesionado Thompkins, los blancos estaban al completo. En el Estudiantes, todos disponibles. Los cañones Brizuela y Gentile, apoyados por el eléctrico Clavell y las torres Whittington y Arteaga completaban un derbi de infarto y de los viejos tiempos.

El Madrid golpea primero y el Estu responde

Se preveía un partido al ataque desde el inicio y así fue. Ambos equipos elaboraron jugadas muy largas que se tradujeron en puntos. Sin embargo, a partir del 09-09, el Madrid, comandado por Facundo Campazzo encontró muchas vías de escape en un tramo en el que la precisión del Estudiantes descendió. El base del Real Madrid encontró un socio en Gustavo Ayón que rápidamente se colocó con ocho puntos. Dos triples de Randolph y de Carroll dejaron el marcador en 21-13 lo que obligó a Berrocal a pedir tiempo muerto.

Este parón surtió efecto. Los estudiantiles, tras el 26-16 rearmaron sus armas por medio de Brizuela y Carner-Medley. Ahí fueron los blancos los que se estancaron y una canasta de Gentile más un triple de Clavell sobre la bocina redujeron la distancia a dos puntos. 29-27 al término del primer cuarto.

El Madrid abre brecha en el correcalles 

El segundo cuarto continuó con la misma dinámica del primer cuarto. El Madrid, con Taylor enchufado en el arranque, de manera rápida se colocó siete puntos arriba. Los estudiantiles se adentraron en una crisis anotadora. Únicamente un triple de Carner-Medley y un gancho de Arteaga en los primeros minutos. Rudy Fernández, con ocho puntos consecutivos, dos triples entre ellos, volvió a colocar al Madrid con diez puntos de ventaja.

Berrocal interrumpió el juego de nuevo, pero esta vez no sirvió. El Estudiantes se mantuvo errático en el tiro y poco poderoso en el rebote. A pesar de un par de minutos repletos de fallos por parte de ambos equipos, el Madrid aumentó más la distancia con dos puntos de Randolph y dos tiros libres de Deck. El argentino se colocó como máximo anotador del partido. 21-7 en este segundo cuarto y 50-34 al descanso. Los hombres de Laso encarrilaban el partido.

Ayón se hace gigante en el poste bajo

Sentenciar el partido y no permitir sustos. Esa fue la consigna que tenían los jugadores blancos en su cabeza. El imperial Ayón bajo el aro terminó por hundir a un Estudiantes al cual no le salía absolutamente nada. Los hombres de Berrocal, incapaces de frenar la ofensiva blanca y de generar nada en ataque se vinieron abajo. Solo había un equipo en el parqué. Deck y Randolph complementaron el trabajo de Ayón. Ambos jugadores peleaban con el mexicano por ser el máximo anotador del partido. Sergio Llull también tuvo minutos, pero no se encontró con el aro.

Trámite en el último cuarto

Los últimos diez minutos del partido no tuvieron historia. El partido ya estaba cerrado y el Madrid ya estaba en semifinales. Clavell trató de maquillar el resultado y de impedir que su equipo recibiera una paliza aún mayor. Pablo Laso no quería que, a pesar del resultado, su equipo bajara los brazos. Tras un parcial de 0-5 pidió tiempo muerto. Poco más se pudo ver. El Madrid vengó su derrota ante el Estudiantes y se medirá las caras con el Joventut en semifinales. Los hombres de Berrocal dan por concluida su participación en el torneo tras un partido en el que se hicieron pequeños ante su vecino.