En medio del huracán o quizás con el aire ya azotando un poco más suave, el Real Madrid regresaba a la acción. Apenas han pasado cinco días de la final de Copa del Rey, pero el baloncesto es así. Acaba un partido y rápidamente hay que mentalizarse para el siguiente. Hoy los blancos se medían al Bayern de Munich, una de las revelaciones de la Euroliga.

Partido muy importante para los locales, no solo para olvidar lo que sucedió el domingo y para regresar a la dinámica del triunfo, sino porque salir victorioso de este partido supondría sellar la clasificación para los Cuartos de final. Thompkins y Rudy, ambos lesionados, eran las bajas del Real Madrid para este duelo. Los alemanes, por su parte, en plena pelea por entrar en el Top 8, buscaban aprovechar las heridas de su rival para dar la campanada.

Primer cuarto espeso del Madrid

A pesar del buen arranque blanco en el que Causeur anotó los cuatro primeros puntos del partido y luego Deck consiguió poner el 11-6 en el luminoso, el Madrid no metía ritmo al partido. Poca verticalidad y poco entendimiento de juego entre los jugadores. Tavares sufrió mucho en el juego interior y eso provocó ciertos errores en ataque de los blancos. 

Dicha circunstancia fue aprovechada por el Bayern para poner un parcial de un 0-7 y el 11-13 en el marcador. Gracias a Carroll, el Madrid apretó el acelerador con cinco puntos consecutivos. En la última jugada del primer cuarto, con cuatro segundos por disputar, Deck realizó una extraordinaria jugada que acabó con un triple a tabla sobre la bocina. 22-17, al término del primer cuarto.

Carroll pone el turbo y llega el bajón

El Madrid pisó el acelerador en el inicio del segundo cuarto. En un abrir y cerrar de ojos, los blancos endosaron un parcial de 9-0 a su rival. Dos triples de Taylor y de Llull y un 2+1 de Carroll colocaron el 31-17 en el marcador. El americano se convirtió en el máximo anotador del partido con 13 puntos además de elaborar un par de asistencias. Sin embargo, el bajón rutinario madridista volvió a aparecer. Los alemanes no se descentraron y, tras un tiempo muerto, con trabajo y acierto redujeron la distancia.

De nuevo, el Real Madrid se atascó cuando logró abrir brecha en el marcador. Lo, Lucic y Dedovic castigaron a la defensa local mediante el juego interior y el gran acierto exterior. En ataque, los hombres de Laso abusabaron del lanzamiento de tres ante la imposibilidad de fabricar penetraciones a canasta. El marcador llegó a ponerse 40-39 y un mate de Tavares al final, puso el 42-39 al descanso. Parcial de 11-22 para los visitantes.

Causeur y Deck reinician la carrera

Los cinco primeros minutos del tercer cuarto adquirieron un ritmo vertiginoso. La verticalidad de Causeur y de Deck le dio oxígeno al Madrid ante un Bayern que mantuvo su presión en ataque por medio de Dedovic. El francés y el argentino, con ocho y trece puntos respectivamente, pactaron una magnífica sociedad en la que lograron poner un 10-0 de parcial que obligó a Radonjic a solicitar tiempo muerto. En segunda ocasión, los blancos pusieron tierra de por medio con el equipo alemán cuyo acierto bajó considerablemente.

El nivel general de agresividad se disparó. El Madrid volvió a ser un equipo solidario y efectivo. Campazzo dio paso a Llull que anotó un triple y, acto seguido, Randolph enchufó otro. No estuvo acertado el esloveno en todo el partido, pero esto le reseteó. De esta manera, el equipo local puso quince puntos de distancia, máxima diferencia. Una canasta de Tavares y un sensacional Randolph que, por fin se encontró consigo mismo, se sacó de la manga un 3+1 con el que poner el 71-52 en el marcador. Partido aparentemente resuelto, o no.

El Bayern vuelve a golpear, pero Llull lo frena

No se relajó el Real Madrid, pero los alemanes salieron inspirados. Inmediatamente anotaron dos triples consecutivos. Sergio Llull se encargó de parar ligeramente el golpe con un triple. Sin embargo, dos triples de los visitantes redujeron la distancia a diez puntos. Parcial de 7-16 y Laso solicitó tiempo muerto. El Madrid no dejó que la historia se repitiese y, gracias al base balear que se sacó de la manga dos triples y una falta, el marcador volvió a ampliarse.

Ayón se convirtió también en director y ejecutor del juego con una asistencia a Taylor y seis puntos en este cuarto. El mejor ataque blanco de la Euroliga, 91 puntos y cinco jugadores por encima de los diez puntos. De esta manera, el Madrid cumplía su primer objetivo del torneo, clasificarse entre los ocho mejores. La tranquilidad regresa momentáneamente en el Club merengue.