Llega el tramo decisivo de la temporada y todos los jugadores deben estar al 100%. Sobre todo aquellos que manejan el timón del equipo. Dos de esos jugadores son Rudy Fernández y Sergio Llull. El primero, además de su muñeca prodigiosa desde el 6,75, es un pilar fundamental en la defensa. 'El ladrón del Real Madrid', no hace falta explicar la calidad de juego de uno de los mejores jugadores del baloncesto español.

El segundo ha ido caminando poco a poco hacia su plena recuperación. Llull dejó atrás su lesión de rodilla en abril cuando regresó frente al Panathinaikos en Cuartos de Final de Euroliga. Sin embargo, el esplendor en su juego nunca ha terminado de verse pese a que ha resultado clave en algún triunfo blanco.

Rudy, decisivo con jugadas celestiales

Cuando se habla de que Rudy Fernández está en una etapa dulce en su juego, lo primero que ronda en la cabeza hoy en día es el mágico triple que se sacó de la chistera ante el Panathinaikos. El equipo blanco culminó aquella remontada con esa obra de arte del mallorquín en la última décima del partido. Quizás esa jugada fuese pura suerte o fruto del don de un gran jugador.

Más allá de esa acción puntual, la realidad es que Rudy está resolviendo partidos para su equipo. 13 puntos aquel día frente al equipo griego, 14 puntos ante el Joventut con tres triples en el último cuarto que impidieron que Laprovittola remontase ante el Real Madrid. Para redondear, 15 puntos ante el Tenerife el pasado domingo formando un tándem de oro con Sergio Llull.

A ello, hay que sumarle la intensidad defensiva que siempre proporciona en los partidos. Sin el de Palma de Mallorca, el Madrid sufre en defensa y presenta más signos de vulnerabilidad. Como ejemplo, en el Clásico que ganó con comodidad el Barcelona hace un par de semanas, Rudy estuvo ausente por un esguince. Lo que deja claro que sin él, las semanas se hacen muy complicadas para los blancos.

Rudy en un partido. Archivo: VAVEL
Rudy en un partido. Archivo: VAVEL

El mejor Llull, cada vez más cerca

Sergio Llull vivió un auténtico calvario durante ocho meses. Por suerte para él y para el Real Madrid, regresó en el tramo decisivo de la temporada pasada. Su vuelta ayudó al equipo a conquistar ACB y Euroliga. No se puede decir que Llull no haya hecho partidos excelsos en esta campaña, pero han sido con cuentagotas. Físicamente no se ha encontrado del todo bien a lo largo de estos últimos meses.

El balear ha tenido que parar dos veces esta temporada. La primera en noviembre, tras un golpe en el partido ante el Khimki, desapareció durante dos semanas. Sin él, el Madrid encadenó tres derrotas consecutivas.

La segunda a finales de enero, a los tres minutos de comenzar el partido ante el Darussafaka. Aquellas molestias en el aductor le mantuvieron en duda hasta última hora para disputar la Copa del Rey. Como dijo en repetidas ocasiones Pablo Laso, Sergio viene de una lesión muy difícil y necesita tiempo para reencontrarse. Ese momento parece haber llegado.

El partido ante el Fenerbahce fue el primero, según Llull, en el que jugó sin molestias. 17 puntos hizo el base madridista aquel día. Frente al Barça, 13 puntos siendo uno de los mejores de su equipo, 12 puntos ante Panathinaikos y 16 el domingo ante el Tenerife. Tras el partido, Laso dijo: "Está llegando a su mejor momento de la temporada".

Por lo tanto, buenas noticias para el Real Madrid. Es absolutamente necesario que Llull esté al 100%. Su dirección del juego, su acierto y su potencia acompañados de su corazón en pista, aportan ese plus extra a los blancos para vencer a rivales técnicamente superiores. Si a eso se une el nivel que está mostrando Rudy, el dúo español es el nuevo arma de Laso para lo que viene ahora. El armamento está cargándose con mucha artillería.