La guerra continúa, esto no ha terminado. El Real Madrid ha escalado gran parte de la montaña que conduce al cielo de la Final Four. El Palacio y el extraordinario nivel de juego fueron los motores que empujaron al equipo merengue a subir la primera parte de la pendiente. Sin embargo, ahora llega el tramo complicado. El madridismo ya no rodeará a los jugadores sino el ruido del OAKA. La cuesta se hace más empinada.

"Deberás pasar un infierno peor que cualquiera de tus pesadillas, pero al final sé que serás tú el que quede en pie", una de las frases célebres de la película 'Rocky IV'. Quizás no a tal extremo, pero es una metáfora de lo que le espera al Real Madrid en Atenas confiando en que la oración adversativa se haga realidad.

Dejando de lado las metáforas, los hombres de Pablo Laso tienen las ideas claras. Los dos mensajes que más se repitieron en la zona mixta del Wizink Center fueron "no hemos hecho nada todavía" y "vamos a tener que jugar mejor en Atenas si queremos ganar". Les tocará sufrir, pero están preparados.

El infierno del OAKA 

El ambiente en la cancha del Panathinaikos siempre es muy duro. El ruido ensordecedor que despierta la afición intimida al enemigo. Todo equipo que juega allí debe combatir contra dos rivales, el propio Panathinaikos y su afición. No obstante, el Real Madrid ya está acostumbrado en lidiar con este tipo de circunstancias.

No hay que irse más lejos que al partido de hace casi un mes en la Jornada 29 donde los merengues comenzaron perdiendo 32-14 en el primer cuarto para acabar ganando el partido en el último segundo por 73-74 con un triple de Rudy. O mismamente a los Play-Off del año pasado donde en los dos partidos allí en Grecia los blancos sufrieron como probablemente muy pocas veces lo hayan hecho.

Derrota aplastante en el primer partido (94-68) y victoria muy ajustada en el segundo (82-89) La lección está aprendida. La afición ruge a cada punto de los suyos, los jugadores se crecen y el rival es abucheado y silbado en todo momento. El devenir del partido no se sabe todavía, pero lo que sí se puede afirmar con certeza es que va a haber que sufrir.

Campazzo de líder con Prepelic y Taylor de guardianes

Esa fue la tónica de los dos primeros partidos. El argentino se apoyó en el esloveno y en el sueco para dirigir el juego y liquidar la defensa del Panathianikos. Este trío de ases que formaron en los dos primeros partidos será trascendental allí. El bloque defensivo debe mantener su robustez para frenar a Calathes (duda para el martes) y compañía.

Por otro lado, como dijo Campazzo el viernes es importante "mantener el control de las emociones", es un partido de 40 minutos en el que habrá momentos buenos y momentos malos como en el último encuentro allí en Grecia. Está claro que no va a ser coser y cantar y que el Panathinaikos será mucho más fuerte que en los dos primeros partidos.

La mejor noticia fue el despunte de Prepelic que hizo olvidar todas las preocupaciones acerca de su falta de rendimiento en la posición de base. El esloveno cumplió con creces y permitió que 'Facu' dosificase. Seguramente sin su rendimiento y sin un brillante Taylor ofensiva y defensivamente, la labor del argentino se hubiese diluido.

Todos a punto salvo Llull que vuelve a correr

El Real Madrid ha completado con éxito el último entrenamiento antes de viajar a Atenas. Todos los jugadores estarán disponibles. No ha habido lesiones ni ningún sobresalto. Una buena noticia es que Sergio Llull, aún estando al margen, ha empezado a entrenar a un nivel más alto con tiro y carrera. Es un buen síntoma de que no tardará mucho en regresar, pero mientras tanto, seguirá ausente en esta eliminatoria.

Pablo Laso ha hablado nada más finalizar el entrenamiento y ha repetido la importancia de jugar mejor, ha esquivado la posible ausencia de Calathes y ha confirmado que Llull viajará aunque no vaya a jugar. "Siempre espero al mejor Panathinaikos y no firmaría los dos primeros partidos porque hay que jugar mejor".

En cuanto a la noticia dada en exclusiva por 'Eurohoops' de que Calathes será baja mañana, Laso no se cree nada y afirma que jugará. "Yo estas historias no me las creo. Gist no iba a jugar el primero y jugó, Calathes no va a jugar el tercero y jugará. Tengo que pensar en mi equipo que es lo que me importa".

Aunque no vaya a jugar, Llull estará con los suyos tratando de empujar para alcanzar ese último triunfo con el que resolver la eliminatoria. "Viajamos con todos a Atenas. El equipo, a pesar de los esfuerzos, se ha recuperado bien. Sergi viaja con el equipo, pero mañana no va a jugar". cierra Laso. Todo preparado, el Real Madrid viajará al infierno para regresar al cielo. Paradójico, pero cierto.

VAVEL Logo