Semanas de mucha tensión en torno al Estudiantes. Los madrileños solo se encuentran una victoria por encima del descenso y en este puente de mayo, tienen por delante dos finales que van a deparar tranquilidad o que salgan los cuchillos volando. El equipo parecía haberse asegurado la tranquilidad tras un inicio de 2019 brillante e incluso podían permitirse el lujo de soñar con los Play-Off, pero el golpe de realidad ha sido contundente. "No somos un equipo de Play-Off", asumió Carner-Medley.

El equipo ha vuelto a las andadas del principio de temporada. El sufrimiento y las derrotas han regresado como aperitivo diario en el Wizink Center. La lesión de Gentile ha influido en este bajón, ahora Brizuela también estará apartado de las canchas por un tiempo. La casta de Clavell no es suficiente pues hay jugadores que no consiguen dar ese paso adelante.

El Estudiantes ha tenido este año una plantilla que es inferior a la del año pasado. Ya con solo decir que no está Landersberg no hay objeto para la duda. A base de arreones no se puede sobrevivir. No obstante, siempre está el dicho "hay quien está aún peor". El hecho de tener ganado el basket average ante Breogán y Delteco GBC da un pequeño colchón de una derrota. 

Berrocal aseguró en rueda de prensa que faltan "una o dos victorias mínimo para salvar la categoría". Esa primera puede llegar mañana ante Unicaja. El público está preparado para seguir elaborando su juicio. La gente está cansada de escuchar y ver campañas motivadoras sin efecto. "La gente de lo que se tiene que aburrir es de las victorias", aseguran desde el Club.

Brizuela aseguró antes del partido ante el Breogán que era un error ponerse nervioso antes de tiempo. ¿Sigue teniendo el equipo la cabeza fría?

Ganar o ganar ante Unicaja

Un equipo de Play-Off es el que va a tener delante el Estudiantes. Toca remangarse y salir a ganar con uñas y dientes. La tendencia del equipo y la diferencia abismal que hay con el rival no traen buenos presagios. Suena muy pesimista este artículo y este análisis, pero realmente esta es la atmósfera que se respira dentro del Club, en aficionados y en periodistas allí presentes.

Solo una victoria en los últimos siete encuentros, pero tal y como se ha visto esta temporada, todo puede cambiar. Lo que sí han reclamando los jugadores es el apoyo de la afición. Son momentos complicados y es difícil animarse, pero les necesitan. "Necesitamos ganar sí o sí otra vez. Necesitamos a todo el mundo aquí el miércoles".

En frente, el Unicaja, colocado en quinta posición, en su lucha por asegurarse la plaza de Play-Off y con un viejo conocido de la afición azul, Jaime Fernández. Bajo los mandos de Luis Casimiro, los malagueños se han vuelto a asentar como uno de los ocho mejores. En las últimas jornadas, sin embargo, han realizado actuaciones un tanto irregulares.

Victorias contundentes ante Joventut y Burgos, y derrotas ante Valencia y Breogán. Esta última es la que debe incentivar a los de Berrocal para pensar que se puede hacer daño. Todo se resolverá mañana. El fuego del infierno se hace más abrasador, y son ya muchos los incendios que tiene creados el Estudiantes. Es el momento de empezar a apagarlos.

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