De vuelta en el Fernando Martín. El Fuenlabrada continúa en su pelea por la salvación. Lo tienen relativamente controlado dentro del sufrimiento y del barullo que hay montado por detrás. Pero hay que seguir peleando, nada está decidido dentro de esa quiniela por el descenso. Decimocuarto en la clasificación con once victorias, dos por encima del descenso. La gran noticia para los de Cuspinera era el regreso de su capitán, Marko Popovic.

En frente, la otra cara de la moneda. Si por abajo hay tortas por lograr la tranquilidad, por arriba la historia es muy similar. El Zaragoza defiende la octava posición, la última de entrada al Play-Off. También cuentan con dos triunfos de margen y ansias de certificar esa clasificación que tanto llevan trabajando durante todo el año.

Okoye lidera un ciclón visitante

Salió como una exhalación el Fuenlabrada. En la primera posesión, Kravtsov se sacó de la manga un 2+1. Rápidamente Okoye replicó con otro. Las intenciones de ambos equipos quedaron reflejadas en ese inicio. Un mano a mano entre Eyenga y Kravtsov por un lado, y Okoye por el otro. El alero del Zaragoza transformó diez de los primeros quince puntos de los suyos. Letal desde el exterior y desde el poste bajo.

Cuspinera observó que su rival golpeaba más fuerte y corría más rápido. Por eso, con 10-15 solicitó la primera interrupción del partido. A la salida, el torbellino visitante siguió azotando en lo que ya era un 0-12 de parcial. La intensidad defensiva de los de Fisac atascó a los locales mientras que su verticalidad en ataque les provocaba desconcierto. Tal fue la tormenta que en un visto y no visto la diferencia ya era de dieciséis puntos. Okoye, mientras, seguía a lo suyo. Una canasta de Seibutis puso el 14-35 al término del primer cuarto.

El Fuenlabrada frena el temporal

Por hacer comparaciones, este encuentro recordaba bastante al inicio del Fuenlabrada ante el Joventut. Los madrileños subieron ligeramente la intensidad defensiva, pero sin éxito. Los maños seguían penetrando al aro como Pedro por su casa. En el ataque se percibía cierto desorden. Más empuje y corazón que claridad de ideas. La afición seguía con los suyos alentándoles para que no bajaran los brazos.

Bellas tomó el timón del barco para aportar orden bajo el diluvio que estaba ahogando a los suyos. Un triple de Marc García hizo que Fisac pidiera tiempo muerto para frenar el desbarajuste que se estaba produciendo en pista. Uno de los hombres más fuertes del Zaragoza en este cuarto fue Williams.

La defensa del Fuenlabrada surtió efecto. Los visitantes ya no anotaban fácilmente y empezaron a encontrar espacios verticales al aro. Los puntos de Cruz y Kravtsov, con la dirección de Rowland redujeron a catorce puntos la distancia. Seguía habiendo brecha, pero ya llovía menos, 39-53.

Eyenga desata la tormenta local, pero se

Eyenga anotó otro triple de inicio. Una radiografía de lo que fue el comienzo de los dos primeros cuartos. Kravtsov también logró un par de canastas trabajadas replicando la de Okoye y los tiros libres de Seibutis. Los locales creían y gracias a dos tiros libres de Eyenga se colocaron por primera vez en mucho tiempo por debajo de los diez puntos.

El pívot del Fuenlabrada se echó el equipo a la espalda y seguía reduciendo las diferencias. Ahora la tormenta era madrileña y el Zaragoza había perdido todas las ideas. Popovic anotó un triple para poner a tres la diferencia. El Fernando Martín ya era un volcán en erupción. Los locales imponían un ritmo eléctrico y una defensa en zona completamente amurallada. El temporal capeó ligeramente y los maños gracias a un par de contragolpes volvieron a aumentar a siete puntos la diferencia.

Nacho Martín anotó tres tiros libres para devolver la tranquilidad. Los de Cuspinera se enfriaron lo que devolvió el oxígeno a los de Fisac. La gota que colmó el vaso fue la quinta falta de Popovic a la salida del contragolpe visitante cuando restaba una décima. Tres tiros libres regalados y el capitán del Fuenlabrada a la caseta. 61-72.

Final 'interruptus'

Tocaba volver a remar para los locales. Rowland robó y anotó dos puntos de salida. Pero Williams se encargó de dilapidar el inicio. El partido se convirtió en un correcalles y en una pelea cuerpo a cuerpo en el que ganaría el que supiera morder más fuerte. El Zaragoza era capaz de mantener esa renta de diez puntos.

Okoye reapareció en el juego y la ilusión local se empezó a difuminar. La pegada de los visitantes hizo aguas la defensa contraria y el partido, al igual que en la primera parte, volvía a estar bajo control del Zaragoza. El empuje de Rowland y el acierto de Kemp, que ya llevaba dieciséis puntos, restableció el optimismo en casa. Fisac detuvo el juego con 80-85 a falta de tres minutos para el final del choque.

Seibutis convirtió una bandeja, pero los protagonistas del último cuarto no iban a dejar que recuperaran la bombona de oxígeno. La diferencia ya solo era de tres puntos. Kemp puso a uno a los suyos. Último minuto de infarto. Kravtsov culminó la remontada con un tiro libre para empatar el encuentro.

Los últimos segundos fueron de auténtico infarto. Tras una jugada embarullada, Maccaleb le sacó la falta a Bellas y anotó un tiro libre. Rowland cogió el rebote y sobre la bocina lanzó un triple a la cazuela. Todo Fuenlabrada celebrando la épica, pero hubo revisión y, tras un momento de tensión, los que sonrieron fueron los maños que respiraron tras estar a punto de dejar escapar un triunfo que tenían en la mano. La afición del Fuenlabrada se marchó indignada al grito de 'Manos arriba, esto es un atraco', toca seguir sufriendo.

Fuenlabrada: Rowland (9) Popovic (6) O'Leary (0) Rupnik (2) Bellas (5) García (3) Cruz (9) Kemp (20) González (2) Clark (2) Eyenga (18) Kravtsov (11)

Tecnyconta Zaragoza: Justiz (5) Martín (7) Maccaleb (5) Okoye (23) Barreiro (2) Berhameskel (8) Santana (0) Seibutis (10) Radovic (9) Alcocen (4) Williams (15) Martí (0)

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