Llegó el día. La primera batalla de la Final Four para el Real Madrid. Tras mucho tiempo de espera, mucha preparación y mucha ilusión, era la hora de demostrar que este equipo era el favorito para alzarse con la corona. No importaba que los rusos se llevasen los dos últimos triunfos. Una semifinal es una semifinal y no hay precedentes que valgan.

'Facu' Campazzo y Sergio Llull frente a Nando De Colo y Sergio Rodríguez. Guerra de directores. El muro Tavares construiría la fortaleza para detener al todopoderoso dúo de bases. Cualquier mínimo desgaste ofensivo y defensivo marcaría el rumbo del encuentro. En la primera semifinal saltó la sorpresa. Anadolu derrotó a Fenerbahce por 73-92. Esta Final Four ha arrancado muy fuerte. Los dos gigantes del baloncesto europeo protagonizarían una lucha encarnizada por el pase a la final. A dejarse el alma.

Sergio Rodríguez eclipsa el inicio de Tavares

El Real Madrid golpeaba primero. La famosa conexión de toda la temporada. Campazzo penetró y Tavares ejecutó. La baza del CSKA en los minutos iniciales pasaba por la astucia de Daniel Hackett. El italiano sacó dos faltas personales al argentino y al de Cabo Verde y fue rasgando puntos a base de tiros libres. El ritmo fue muy lento. Los blancos pudieron abrir una pequeña distancia, pero Taylor falló, de manera incomprensible, dos bandejas muy claras.

En medio del lío y del desconcierto, Edy Tavares se marcó una exhibición de las que hacen época. Tapones, rebotes y seis puntos. Llull entró en lugar de Campazzo y Randolph se puso el mono de trabajo tanto ofensivo como defensivo. El marcador se situó en 11-22. Ese gran arranque sería difuminado por 'El Chacho'. Su dirección y sus siete puntos, además de su conexión con Hines, fueron claves para el parcial de 7-0. El Madrid se atascó y perdió la claridad en su juego. El primer cuarto finalizó con el luminoso en 18-22.

'El Chacho' levanta a su equipo

El partido había cambiado de rumbo con la irrupción de Sergio Rodríguez. Al Madrid le costaba Dios y ayuda anotar y, con la ausencia de Tavares, la labor defensiva disminuyó. Ayón se vio superado tanto en el rebote ofensivo como defensivo. Los blancos entraron en bonus muy pronto y eso creó revueltas en el balance madridista.

El CSKA llegó a situarse por delante en el marcador por tan solo un punto. 'El Chacho' alcanzó los 14 puntos, una máquina imparable. Will Clyburn complementó el trabajo del canario con 10 puntos. La entrada de Causeur y de Thompkins, devolvió la moral a los blancos. El francés relució su verticalidad de cara al aro. El americano realizó una gran labor defensiva y enchufó un triple que puso a los suyos seis puntos arriba. 

Ahí estuvo Clyburn para estrechar el marcador. El ala-pívot estadounidense le sacó un 2+1 a Randolph y metió a la cazuela un triple descomunal sobre la bocina. El partido llegó al descanso con 43-45 en el marcador. Mucha igualdad y mucha tensión.

Causeur hace temblar el Buesa Arena

El triple de salida de Rudy Fernández alentó a los blancos. Tavares realizó su tercera falta personal tras un mate de Clyburn. Laso optó por sentarle. Por tanto, el Madrid iba a tener que defender sin su torre más alta. Ayón regresó para asumir el relevo. Un hombre sobresalió por encima de todo, Fabien Causeur. El francés se echó el equipo a la espalda y sorprendía con una habilidad felina de cara al aro. 

El pique entre Rodríguez y Campazzo lo ganaba el argentino con creces. Ayón se hizo poderoso en el rebote y el Madrid, en general, estuvo más certero de cara al tiro exterior. La exhibición blanca fue abismal y el Madrid llegó a situarse 14 puntos arriba. A pesar de ello, el enfado de los blancos era extremo. Ciertas faltas polémicas caían siempre a favor del lado ruso y eso les encendió.

Cuando peor estaba el CSKA, apareció de nuevo 'El Chacho'. El base canario volvió a tirar del carro para crear un parcial de 9-2 y poner el fin del tercer cuarto en 65-73.

De Colo se viste de héroe para echar al Madrid

Volvieron las rotaciones. Sergio Llull entró en lugar de Campazzo. El balear se sacó un par de 2+1 de la manga para mantener la distancia. Sin embargo, desde el tiro exterior estaba absolutamente sin confianza. 0/7 en tiros de tres. Sergio Rodríguez se sentó tras cometer su cuarta falta personal. Nando De Colo cogió el timón del barco y, a base de tiros libres y de un par de triples fue recortando la distancia.

Del lado madridista, la losa del bonus y de las faltas seguía haciendo mella. Campazzo y Tavares acumulaban tres faltas personales y Rudy estaba en cuatro tras una técnica que le pitaron en el tercer cuarto. El CSKA siguió recortando hasta igualar el marcador. El Madrid ya no podía correr y elaborar su juego. Un triple de Taylor recuperó la moral madridista, pero fue solo un espejismo de lo que iba a suceder.

Tras un palmeo errado de Randolph, llegaron otros dos tiros libres para los rusos. Restaban 17 segundos para el final y el marcador era de 91-87. Llull convirtió su primera mandarina para poner a uno a los suyos. Luego llegaron cuatro tiros libres para los de Itoudis que remataron el encuentro. No pudo ser. El Madrid no podrá revalidar el título. El CSKA ha sido la bestia negra durante esta temporada. Tres partidos, tres derrotas. Los hombres de Laso deberán pensar en el único título que resta por disputarse, la ACB.

El CSKA se medirá las caras con el Anadolu Efes por la conquista de la Euroliga. Sergio Rodríguez está muy cerca de su sueño ruso.

VAVEL Logo