Se acabó la angustia y el sufrimiento. Tanto entrenador como jugadores han pasado unas semanas y unos meses muy difíciles. El equipo parecía condenado al hoyo. Derrota tras derrota y sin ningún atisbo de luz en el horizonte. Por suerte, sus más inmediatos perseguidores también tropezaban por el camino y eso mantenía las esperanzas y la garantía de depender de sí mismo para la salvación.

El partido ante Obradoiro había que ganarlo como fuera. No había otra cabida. Como seguramente Delteco GBC caería ante el Barcelona Lassa, esta era una final. Quien saliese victorioso cerraría la salvación y ese fue el Estudiantes. Josep María Berrocal acabó con el rostro lleno de lágrimas con el sonido de la bocina. El entrenador ha vivido un mes realmente duro.

Las pitadas, las críticas e incluso abucheos los ha tenido que sufrir en cada encuentro en el Wizink Center. Por suerte para él, dos superhéroes aparecieron a tiempo para rescatarle a él y a sus compañeros, Brizuela y Gentile. Un Berrocal todavía emocionado y aliviado aunque él no lo quiera reconocer, compareció en sala de prensa tras certificar la permanencia.

Valoración del partido

El técnico del Estudiantes antes de realizar su pertinente análisis, agradeció a la afición toda su entrega. "Lo primero de todo agradecer a toda la gente que ha venido y nos ha apoyado hoy y durante la temporada hasta el último partido en casa. Nos jugábamos lo que nos jugábamos. Ha sido una temporada muy dura para todos pero siempre han estado apoyando a nuestro lado y hoy se ha visto claro".

"Cuando perdíamos de cinco en el último cuarto y jugando en casa con nuestra gente pues hemos creído hasta el final y al final ha sido un gran primer cuarto y un gran último cuarto con pocos puntos recibidos y estamos muy contentos. Ahora hay que disfrutarlo", concluye Berrocal.

Sensación de felicidad

Esas lágrimas que se reflejaban en el rostro del entrenador del Estudiantes instantes después de finalizar el choque reflejaban la felicidad. Dicen que no hay paz sin antes un gran sufrimiento.

Si bien se podía interpretar como un llanto de alivio, Berrocal se encargó de explicar que simplemente se deben al éxtasis. "Felicidad. Me gustaría celebrar muchas cosas porque hemos tenido momentos muy difíciles este año tanto el equipo como jugadores y como Staff. Hoy mismo hay simplemente que disfrutar de estar en la ACB y al año que viene ya pensaremos, pero hoy disfrutar".

Brizuela, Gentile y todo el equipo

Los principales estandartes de la salvación del cuadro colegial han sido Darío Brizuela y Alessandro Gentile. Sin embargo, para Josep María Berrocal, todo el equipo ha sido responsable de esta gesta. "Hablas de Darío y Ale que ayudan mucho, pero es que hoy todo el mundo que ha participado, ha ayudado. Nik ha hecho un trabajo excepcional, Ludde por momentos que ha estado en pista. Todos, hasta Edgar con un minuto y medio. Todo el mundo ha apoyado porque sabían de la trascendencia del partido de hoy. Ha sido el equipo, aquella gente que ha anotado como Darío al final, pues ha sido el equipo quien ha salvado esto".

Ha habido momentos muy duros durante la temporada, pero se han afrontado con la cabeza alta. "Intentando aprovechar las oportunidades, no ha sido así y hemos tenido la circunstancia de que hemos tenido todo en nuestra mano para jugar en casa. Al final también, parece que no, pero te has ganado esa oportunidad de que, aunque parezca poco, prefiero jugármelo en casa ante Obradoiro que jugármela en el campo de Obradoiro con el factor en campo y opción de clasificarse hoy si el Barça ganaba sí o sí y estamos muy satisfechos", sentencia Berrocal.

Lágrimas de emoción

Berrocal fue preguntado de nuevo por el llanto que tuvo al acabar el encuentro a lo cual simplemente explicó: "Es emoción. Yo me acuerdo en mi primer año de ayudante en Barcelona que lloré cuando gané mi primera Euroliga. Soy una persona emocional y hoy era para sacarlo todo. Ha salido así, ha habido más de un jugador que se ha emocionado, ha llorado y estaba contento por lo que hemos sufrido este año. Pero pienso que es parte de nuestro trabajo el estar sufriendo durante todo el año y luchar para tener esa oportunidad como la de hoy y las lágrimas que has visto son de felicidad".

El hambre de Brizuela

Uno de los jugadores que ha dado un paso adelante en esta temporada ha sido Darío Brizuela. El escolta estudiantil ha sido el corazón y la piedra angular sobre la que ha girado el equipo esta temporada.

"Darío es un jugador con hambre, con ambición, que quiere crecer. No estaba planeado que ningún jugador siguiera ese camino de Darío, pero él mismo se lo ha creado. Desde el principio cuando el equipo le ofrece él da un paso adelante y evidentemente era un jugador importante. En las últimas semanas hemos perdido jugadores importantes que en un equipo como el nuestro pues tener a Ale, a Darío o incluso a Víctor (Arteaga) que estuvo bien y perdió el ritmo, todo eso suma. Darío pienso que ha hecho una gran evolución y espero que siga evolucionando en su carrera deportiva", dijo Berrocal.

Por otro lado, Berrocal habló de la importancia de los jugadores formados en la casa que saben lo que es sufrir. "Pienso que ellos, cuando hablaba de gente emocionada, Darío era el primero que estaba emocionado. Sabía lo que nos jugábamos, creció en Estudiantes y quiere que el equipo esté en ACB. Evidentemente Edgar también ha sufrido mucho. Hoy ha jugado poco, otros días jugó más, pero los que saben y conocen más el Club evidentemente lo viven más". 

La remontada en el último cuarto

El momento más complicado del partido fue cuando Obradoiro consiguió darle la vuelta al choque y colocarse cinco puntos arriba después de ir por debajo durante el mismo. Todo quedó en un susto y el corazón primó para retomar la iniciativa. 

Berrocal toma como referencia otras situaciones similares en las que se solucionó la papeleta. "En ese momento hay dos soluciones, pensar en positivo o pensar en negativo. Quedan cinco minutos y en baloncesto puede pasar casi de todo y aquí ha habido partidos en los que hemos recuperado situaciones parecidas. Andorra, Tenerife... Hay que creer. Hay que buscar como atacarles, como defenderles. Hemos estado bien atrás, solo nos han metido quince puntos en el último cuarto". 

"Darío ha sido útil para conseguir las faltas cuando estaban en bonus y pienso que el equipo ha creído hasta el final. Lo más importante leer el partido de hoy. Era un partido para jugadores y hoy han dado ese paso en los últimos cinco minutos. En ese momento hay que estar tranquilo a que tengas nervios, quieres ganar, pero tienes que estar tranquilo para tomar decisiones", explica Berrocal.

No hubo tiempo para más. Por fin pasó el peligro. Movistar Estudiantes continuará un año más en la Liga Endesa. Ha sido una temporada muy complicada, pero con final feliz. Afición, entrenador y equipo pueden disfrutar y respirar aliviados.