Es hora de pasar página. El Real Madrid debe centrarse única y exclusivamente en la ACB, pues es la única baza que le queda para evitar una temporada en blanco. Después de la eliminación de la Final Four y tan solo dos días después de vencer al Fenerbahce para lograr el tercer puesto, recibía al Valencia.

Los hombres de Porsarnau, campeones de la Eurocup y con el cuarto puesto ya asegurado, buscarían que los blancos se dejasen por el camino el primer puesto. Tras el pequeño intercambio entre Reyes y Pablo Laso, era necesario calmar las aguas y, para ello, la mejor medicina era un triunfo. Minutos antes de arrancar, el equipo Junior del Real Madrid ofreció los trofeos de Campeón de la ACB y de la Euroliga a la afición.

Dubljevic y San Emeterio hurgan en la herida

El Valencia arrancó el partido a velocidad de vértigo. Vives y Dubljevic colocaron un 0-9 de salida con tres triples consecutivos. Una salida en tromba que desconcertó al Real Madrid. Los visitantes sabían que su rival llegaba herido y había que hacer leña del árbol caído. Randolph se encargó de estrenar a su equipo en el encuentro con un 2+1. El Madrid reaccionó tras el 3-13 con un parcial de 5-0 capitaneado por Rudy Fernández.

Los hombres de Porsarnau perdieron el acierto exterior inicial, pero el juego interior de San Emeterio mantenía a los suyos por delante. Con 12-19 en el luminoso, Pablo Laso interrumpió el partido por primera vez. La sangría regresó al Real Madrid. Will Thomas y Sastre enchufaron dos triples tras una serie de rebotes ofensivos visitantes. 14-25 en el marcador, máxima diferencia y los blancos volvían a ahogarse. Así finalizó el primer cuarto. El Valencia tomaba la delantera.

Causeur y Thompkins resucitan al Madrid

El Real Madrid realizó las rotaciones en el segundo cuarto. Ayón y Thompkins estrenaron a los suyos. Llull tomó las riendas del equipo. Sin embargo, el juego interior visitante continuaba generando quebraderos de cabeza en los merengues. La diferencia se mantenía, pero la entrada de Causeur generó verticalidad en el Real Madrid.

El francés anotó el primer triple que lanzó, Ayón estuvo muy hábil en el poste bajo y Sergio Llull enchufó su primera mandarina. Un robo de Thompkins repercutió en una bandeja en solitario de Causeur. Parcial de 10-0 y tiempo muerto que solicitó Ponsarnau. El Madrid ya estaba a dos puntos. El partido había cambiado por completo. A la salida, Thompkins anotó otro triple y Llull se sacó de la manga un 2+1.

El Valencia no encontraba la fórmula de derribar la defensa blanca, pues ese juego en el poste bajo había quedado anulado por completo gracias al tándem que formaron Ayón y Thompkins. El parcial ya era de 21-4. Otro lanzamiento desde el 6,25 del americano y una canasta de Dubljevic, pusieron el 43-38 al descanso. El Madrid había resurgido de las cenizas.

Guerra de triples

El tercer cuarto arrancó casi como el primero. Will Thomas y Sastre lideraron un parcial de 0-7 de salida para darle la vuelta al partido. Ayón y Taylor se encargaron de devolverle el parcial a los visitantes. El partido padecía mucho ritmo. El Valencia había recuperado el acierto exterior y eso impedía que el Madrid se escapase. Las interrupciones fueron escasas.

Campazzo dirigía y Ayón y Taylor se remangaban en el poste bajo. Tras un triple de Facu, con 57-53, Ponsarnau solicitó tiempo muerto. El partido entró en una guerra desde el tiro exterior. Laberie enchufó a la cazuela a la salida del tiempo muerto y respondió Felipe Reyes, que esta vez sí gozó de minutos en el tercer cuarto. El Madrid pisó de nuevo el acelerador y llegó a adquirir nueve puntos de ventaja. Un 2+1 de San Emeterio y una canasta de Deck a la carrera, pusieron el 67-59 al término del tercer cuarto.

Causeur frena el empuje del Valencia

El último cuarto se preveía como una auténtica batalla, pues el Valencia iba a salir con todo su arsenal para volver a acercarse en el marcador. Randolph estrenó al Madrid en este parcial, pero Labeyrie se encargó de anotar cuatro puntos consecutivos con los que seguir soñando. Guillén Vives se encargó de fabricar cinco puntos consecutivos con los que reducir a tres la diferencia. Laso pidió tiempo muerto. Tocaba seguir sufriendo.

Inmediatamente después del mismo, Rudy anotó un triple con el que devolverle el oxígeno a los suyos. En ese momento, el encuentro entró en un frenesí de errores y de pólvora mojada. Tavares ejecutó un mate a pase de Llull. De esta manera, todos los jugadores madridistas habían anotado. El Valencia seguía remando y respirándole en la nuca a los blancos. Con 76-72, llegó otro tiempo muerto.

La tensión llegaba hasta los propios jugadores, que tiraban más de alma que de cabeza. Causeur anotó una bandeja y Rudy dos tiros libres que otorgaron tranquilidad a los blancos. El francés regresó para cerrar el partido. El Madrid mantiene el liderato tras una victoria trabajada y que recupera la moral de cara a los playoffs ante un un correoso Valencia.