Se acabó. Marko Popovic puso el punto y final a una brillante carrera en el mundo del baloncesto. Han sido cuatro años en los que el croata se ha entregado en cuerpo y alma al Fuenlabrada. Llegó con una misión, la de hacer crecer al equipo y nadie puede desmentir que se marchará con el trabajo conseguido.

Gracias a Marko, el conjunto madrileño logró jugar un Play-Off de ACB y disputar en dos ocasiones la Copa del Rey. Un hito histórico para el Club. El último partido de su vida no ha podido tener un final mejor. Entró en el segundo cuarto para reenganchar a su equipo a un encuentro que estaba dominando por completo el Tenerife y, en la prórroga, enchufó desde el medio campo el triple decisivo para darle el triunfo al Fuenlabrada. Los marcianos observaron ese lanzamiento volar desde la estratosfera.

Emoción al máximo

Es muy difícil hablar nada más finalizar un día tan especial. Popovic, todavía emocionado, aseguraba que ni en el mejor de los sueños hubiese imaginado terminar de esta manera. "Ahora mismo me siento orgulloso y feliz. Tenía una emoción después de este triple cuando ya sabíamos que habíamos ganado el partido. No podía ni imaginar que se podía terminar así, de esta manera y era un sueño para mí".

Acto seguido, agradeció a su familia por haber estado y a los periodistas por hacer especial seguimiento a su equipo. "He tenido la suerte de que ha podido verme mi familia aquí y ahora mismo hay que disfrutar. Gracias a vosotros los periodistas, a todos los que habéis hecho el trabajo para que nos sintamos importantes", dijo Popovic.

Si bien es cierto Marko es consciente de que "en tres días todo se olvida". Aún así se marcha con la cabeza alta "haber ayudado al Club en estos cuatro años a que subiera un poco y a que crezca".

Había que jugar por activa y por pasiva

El Capitán del Fuenlabrada había estado tocado de la rodilla tras aquella lesión que sufrió durante el encuentro ante el Murcia. A pesar de regresar, sufrió una recaída. No había entrenado en toda la semana, pero sí o sí tenía que despedirse jugando y, además lo ha hecho rubricando una última exhibición.

"Tuve una recaída. Debería estar de baja de 4 a 6 semanas. Jugué justo dos semanas después entonces he decidido dar todo lo que tenía porque este deporte me lo ha dado todo y esta afición me ha aceptado como uno de los suyos. No podía acabar de diferente manera. Hemos luchado hasta el final, me retiro con victoria y la verdad no podía imaginar mejor retirada que esta", concluye Popovic.

Un triple mágico

Con 84-82 y 1,8 segundos de posesión, el croata se sacó de la manga un lanzamiento sublime desde nueve metros para sentenciar el choque. Popovic explica que "cuando la he soltado ya la he visto dentro. Muy contento porque lo hemos conseguido, una victoria por última vez en mi carrera, delante de nuestra afición y ahora hay que dejar que se tranquilice todo y ver qué me aporta el futuro".

Su familia es lo primero

A pesar de haber sufrido varias lesiones en las últimas fechas, no son el motivo de la retirada sino su familia. "Las lesiones no son la razón por la que me retiro es sobre todo mi familia. Adoro al baloncesto, pero mi prioridad son mis niños y mi mujer. Gracias a Dios tengo una mujer estupenda que ha vivido casi sola dos años sin mí en casa, pero a partir de ahora vamos a estar todos juntos y vamos a disfrutar y vivir como una familia normal ya. Nada más que decir", concluye Popovic.

Puerta abierta a entrenar en un futuro

No es descartable que Marko Popovic decida pasarse a los mandos de la dirección técnica de un equipo. Es algo que debe meditar, pero a día de hoy, lo único que tiene en su cabeza es pensar, reflexionar y descansar. "Hay que hacer algo. Sinceramente puede ser. Ahora mismo voy a dejar que se tranquilice todo como he dicho, toda la emoción. Quiero disfrutar un poco del verano, pescar y me lo voy a pensar muy bien en el barco qué voy a hacer, sin duda".

Orgulloso de superar los baches de la vida

Es muy difícil elegir el final ideal. Quizás sí o quizá no haya sido el último año perfecto para la carrera de un Popovic que ha dejado un legado en cualquier equipo que ha gozado de su presencia. ¿Hubiese firmado Marko Popovic esta última temporada como jugador de baloncesto?

"Eso son cosas que siempre sueñas. Pero estoy orgulloso también de las caídas que he tenido en mi carrera porque valoro todas las victorias, todos los títulos y todo lo bueno que he vivido lo valoro por las pérdidas, las lesiones... porque la vida es así. No tiene regularidad ni continuidad entonces hay que aprovechar en cada momento sea lo que sea, pase lo que pase y ha salido así por lo que estoy muy orgulloso", sentencia Popovic.

Un grande del baloncesto dice adiós. Después de 21 años de entrega poniendo en pie a todas sus aficiones, llega el momento de descansar y de transmitir el legado. Un deportista ejemplar tanto dentro como fuera de la pista. Personas como Marko Popovic son las que agrandan a este maravilloso deporte denominado baloncesto.