Sergio Llull atendió en zona mixta a los medios de comunicación tras la remontada épica del Real Madrid ante el Barcelona en el último minuto del partido. Nadie podía imaginar un final así ni los propios jugadores. La película cambió por completo, no se parecía ni un ápice a lo transcurrido el sábado.

Los hombres de Laso fueron a remolque durante todo el partido, pero un escolta de Wyoming se puso la capa de héroe para darle la victoria en el último suspiro. La mejor manera de rubricar un 2-0 y marcharse a Barcelona con la posibilidad de cerrar la eliminatoria el miércoles. Carroll fue el héroe, pero Llull no se quedó muy lejos. El de mahón fue el segundo máximo anotador merengue y el corazón del equipo. Estaba claro que no iba a faltar a esta gran cita.

Una de las mayores locuras de su carrera

Partidos y finales así no se ven todos los días en el baloncesto, los cuales perdurarán en la memoria durante mucho tiempo. Según Llull "probablemente haya sido una de las mayores locuras de mi carrera. Pintaba muy mal el partido, el equipo no ha estado a su nivel habitual, no hemos hecho un buen partido y ellos lo han aprovechado jugando sus bazas".

El balear informa: "Esto es el ADN del Real Madrid, no te puedes rendir nunca y hemos conseguido darle la vuelta a un partido que teníamos prácticamente perdido con corazón y coraje y al final Jaycee ha metido ese triplazo".

Absolutamente desatado

Como suele ser habitual en el menorquín en partidos de esta índole, acaba absolutamente extasiado y eufórico. Gritó como un loco en cuanto sonó la bocina mirando a la grada. "Han sido gritos de agradecimiento a todos los aficionados que llenan el Palacio, que nos apoyan, que nos dan ese plus de energía cuando más falta nos hace y era para celebrarlo con ellos. Ganarlo de esta manera es una felicidad muy grande que hay que contener porque no hemos hecho nada todavía".

Un final inimaginable y la última jugada

Nadie se esperaba un final así y el propio Llull no iba a ser una excepción. "En ningún momento lo imaginé. Finales y remontadas de este calibre ocurren muy pocas veces. Al final, contento por la victoria, por ese 2-0, pero conscientes de que tenemos trabajo todavía por delante".

Hay quienes podrían pensar que la última jugada fue a propósito, pero para nada estaba en el guión. "No iba a fallar el último tiro libre. Iba a meterlo, pero se ha salido perfecta para que la toque Gabi, la agarre Rudy y al final hemos podido encontrar a Jaycee. Pero la idea era meter ese segundo tiro libre y hacer falta para que ellos fallaran y así poder tener la última posesión".

"La última jugada pasa muy rápido. Rudy después de cogerla me la ha dado en la esquina y la primera opción ha sido mirar a canasta y anotar, pero he visto a Jaycee solo y se la he dado. ha hecho una finta fenomenal y ha metido el triple para darnos la victoria", explica Llull.

Expectativas en el Palau

Esto no ha terminado. Queda viajar al infierno del Palau. Allí el Madrid sufrirá aun más todavía para intentar obtener el triunfo definitivo que le otorgue el título liguero. Los dos primeros encuentros han dejado mucho contraste, la contundencia y el sufrimiento. Las dos palabras que definen este par de victorias del conjunto blanco.

"El primer día nosotros estuvimos muy bien, pero fue irreal la diferencia. Al final, creo que partidos de Liga en una final ante el Barça van a ser parecidos a este. Es una guerra y vamos a tener que igualar su dureza física y jugar mejor durante los 40 minutos para llevarnos ese título el miércoles", sentencia el balear.

La palabra justicia, una broma

Los jugadores blancos celebraron con mucha euforia este triunfo y también al grito de ´justicia'. Hubo muchas protestas por parte de ellos en referencia a algunas decisiones arbitrales que podían invitar a pensar que se debían a eso. Sin embargo, Llull explica que se trataba de "una broma que tenemos dentro del equipo que no tiene nada que ver con el arbitraje. Lo hemos celebrado como se merece porque si ganamos los partidos de casa somos campeones, hemos ganado dos y nos aseguramos mínimo un quinto, pero vamos con la intención de ganar el miércoles".

El 1-1 en su cabeza

Es lógico que durante varios momentos del choque, el Madrid visualizase que perdía el factor cancha. "Está claro que cuando vas cinco abajo y quedan 20 segundos no tienes muchas opciones de ganar el partido. El porcentaje sería 95-5, pero hemos ganado al final que es lo que cuenta".

El golpe moral endosado al Barça ha sido muy fuerte. Por ello, esta final no se puede escapar, pero Llull mantiene los pies en la tierra y deja la puerta abierta a todo. Su rival no se va a rendir. "Ellos van a jugar ahora en casa con su afición, solo que van a salir muy motivados, van a querer ganar el miércoles, jugar igual que hoy y lo que tenemos que hacer es ir a lo nuestro, intentar hacer un buen partido, prepararlo bien, jugar con la misma dureza y ganar".

Así finalizó Llull sus declaraciones post-partido correspondientes al triunfo del Real Madrid ante el Barcelona Lassa en el segundo partido de la final de la ACB. Los blancos, un paso más cerca, pero queda mucho camino por recorrer. El Palau espera rugiendo.