La llegada de Doncic a Dallas coincidió con el adiós de Nowitzki. Tras un primer curso en la franquicia de Texas, el esloveno Doncic se ha ganado el derecho de ser considerado jugador más importante del equipo.

El proyecto de Dallas, liderado por Doncic, se vio reforzado el pasado curso, con la llegada de un lesionado Porzingis procedente de Nueva York. Una prometedora dupla que se hizo de rogar debido al período de recuperación del letón.

La vuelta de la NBA ha significado la vuelta de un Porzingis, más fuerte físicamente y junto con Doncic tiene la tarea de devolver a Dallas a los grandes escenarios. Pero más allá del caché que se trabajó Porzingis años atrás, en la franquicia de Mark Cuban, el líder no es otro que Luka Doncic.

En su año de novato dirigió a su equipo hasta las 33 victorias, mejorando las 24 logradas el año anterior. Sus actuaciones y récords de precocidad (situándose a niveles de LeBron James y Magic Johnson) lo llevaron a ganar el trofeo de Rookie del año. En el arranque de esta temporada, Doncic ha continuado con su gran estado de forma y prueba de ello, el gran nivel de su equipo, el cuál está teniendo un arranque idílico; dos victorias en sus dos primeros encuentros del curso.

En ambas, Luka Doncic jugó un papel fundamental. Contra Wizards, en la noche inaugural, el esloveno anotó 34 puntos (4 de 9 en triples) para dirigir a los suyos hacia la victoria. En el segundo partido, frente a unos Pelicans que contaban con la delicada baja de Williamson, el 77 de los Mavs logró un triple doble con 25 puntos, 10 capturas y 10 pases de canasta. Una noche en la que se confirmaban varios récords históricos.

Con el triple doble logrado en el segundo partido del curso, Luka Doncic superó a Magic Johnson como el jugador con más triples dobles antes de cumplir los 21 años de edad, además de ser el primer jugador menor de 21 años en conseguir dobles dígitos en tres categorías en las dos primeras jornadas. Tras esta hazaña, Doncic hizo gala de su humildad y pese a que está derribando puertas en la NBA, se mostró crítico con su equipo:  "Todo el mundo está contento, pero esto acaba de empezar. Tenemos que seguir así".

Luka Doncic terminó el pasado año batiendo récords y este lo ha empezado de la misma manera. Parece que no existe techo en un Doncic que de seguir así, no se descarta que juegue el partido de la estrellas. Madurez en la pista y precocidad junto con un desparpajo sin igual, combinados en un arranque de curso muy prometedor, en el que la pareja Doncic - Porzingis está llamada a brillar.