El Real Madrid ha ganado en su visita a la cancha del Zenit de San Petersburgo. Varios parciales en el tercer cuarto y en el último permitieron a los blancos llevar ventajas cercanas a los veinte puntos, aunque la diferencia estuvo rondando habitualmente los diez.

Los blancos se presentaron al partido después de derrotar con comodidad en casa al Herbalife Gran Canaria. Sin embargo, hubo una mala noticia después del encuentro: la lesión de Sergio Llull. El menorquín, al final, no sufrió nada demasiado grave. Pero el protagonista también en la previa fue Gustavo Ayón, que se enfrentaría al Madrid por primera vez de forma oficial -ya se encontraron en un torneo amistoso en Málaga este pasado verano-.

Ayón lo dio todo desde el principio

El partido comenzó en San Petersburgo con el acierto de Campazzo desde el triple. Zenit y el Madrid jugaron los primeros minutos con mucho ritmo. Esto permitió que un jugador en estado de gracia siguiera brillando. Gabriel Deck volvió a valerse de su capacidad física y excelente visión de juego para adelantarse a su marcador y conseguir bandejas sin oposición. Campazzo entonces creó juego desde la cabecera, con la ayuda de Causeur, con quien se turnaba la generación de juego, y los interiores, que establecían bloqueos con firmeza. Tavares, concretamente, también se impuso en la zona. Tanto fue así, que su excompañero Ayón hizo acto de presencia en el parqué.

El jugador del Zenit que mantuvo a los rusos a apenas cinco puntos fue Will Thomas. El ex del Valencia Basket aportó puntos, gracias a su conocimiento y experiencia contra los merengues. Sin embargo él solo no podría sostener a su equipo mucho tiempo y otros exjugadores de la ACB, Ayón y Ponitka, dejaron la diferencia en apenas tres puntos para el periodo entre cuartos (19-22). Los tres aprovechaban las rotaciones defensivas lentas de los de Laso en algunas posesiones.

El Madrid pasó del desacierto a los parciales demoledores

Al comienzo del segundo cuarto, el ímpetu anotador de ambos equipos fue frenado por errores y defensas mejoradas. Por ejemplo, Deck fue taponado cuando trataba de hacer una bandeja. Trey Thompkins entró en su segundo duelo de Euroliga de la temporada con un triple más adicional, que fue contestado por un antiguo jugador del Andorra, Andrew Albicy. Laprovittola también disputó sus primeros minutos. En defensa tuvo un encargo muy claro: no dejar lanzar liberado a Albicy. La primera vez que tiró el francés, el argentino sí fue capaz de provocar su fallo, pero la segunda vez le sacó tres tiros libres. El atasco en ataque del Madrid era patente después de quedarse estancado en los 28 puntos y Ayón puso a los locales por delante en el electrónico (31-28).

Tras un tiempo muerto de Laso, Rudy Fernández anotó de tres para empatar el marcador. Pero su excompañero mexicano siguió siendo un tormento para Mickey, quien cometió una falta a la vez que el ex NBA anotaba una suspensión hacia atrás -por suerte para los madridistas falló el tiro libre posterior-. Su “amigo”, como confesó en la previa, Jaycee Carroll encestó un triple, que fue seguido por otro de Laprovittola y el Madrid se encontró con cuatro puntos de ventaja, a los que hubo que sumar otros tres por un lanzamiento lejano en transición del de Wyoming. La diferencia, que llegó a rozar los diez puntos, se quedó en siete tras una penetración de Albicy (37-44).

Tercer cuarto de dos partes

El Real Madrid salió como un vendaval en el tercer cuarto y duplicó su ventaja. Durante casi cinco minutos, el Zenit fue incapaz de anotar, mientras que los merengues veían el aro como una piscina. De los siete puntos al descanso, se pasó a una distancia de casi veinte. Gracias al acierto de todos sus jugadores. Sin embargo, los rusos se despertaron de su letargo y colocaron la diferencia de vuelta a alrededor de diez puntos. Gustavo Ayón siguió haciendo daño en la pintura. Si Mickey no podía competir con él por fuerza, Tavares sufría con la movilidad del pívot latino, que desplegaba su repertorio de movimientos en poste. Para cerrar el periodo, Rudy anotó un triple lejano sobre la bocina que dejó el marcador en 56-66.

El último cuarto comenzó con un intercambio de canastas entre ambos conjuntos. Con los jugadores de rotación del Madrid en cancha, el Zenit trató de hacer un esfuerzo por apretar el marcador. tanto fue así que solo cinco puntos separaba a los dos cuando quedaba la misma cantidad de minutos. Entonces el Madrid abrió un parcial de 0-5 que provocó el tiempo muerto de Plaza y que Ayón se preparara para volver a cancha. Voronov cometió una antideportiva a falta de dos minutos que dejó el choque sentenciado. Finalmente, el Madrid venció por 71 - 86.