La historia deportiva la escriben los clubes humildes. Aquellos que, sin los mejores recursos, salen adelante. El Estudiantes ha navegado a contracorriente en estos últimos años. La situación actual queda a muy lejos de los momentos en los que las victorias eran rutinarias cada fin de semana. Una afición entregada y un equipo capaz de todo componían una familia cuyo alma y corazón se transformaban en el símbolo del club.

Desgraciadamente solo queda recordar con nostalgia aquellos momentos. El aburrimiento ya no llega por las victorias sino por las malas noticias. Fernando Galindo confirmó el pasado mes de noviembre la ampliación de capital de cinco millones de euros para salvar al Estudiantes. La continuidad en esta temporada está garantizada, pero no así para las siguientes. "Si no conseguimos el objetivo de la ampliación de capital de cinco millones de euros tendríamos dificultades para dar continuidad al equipo las próximas temporadas. No podríamos jugar", aseguró el Presidente del Club en una entrevista al Diario Marca.

La afición ha perdido el brillo en los ojos con el que acudía a ver a su equipo. El apoyo continúa siendo incondicional con unos jugadores que hacen lo que pueden. El espíritu que han trasladado durante todo este tiempo los Brizuela, Jaime Fernández, Arteaga o Vicedo junto a talentosos de fuera como Landersberg, Cook o Gentile han sostenido al equipo en la ACB. Pero el panorama de la LEB acecha año tras año.

Por fortuna, en 2016 la falta de capital para ascender de los aspirantes salvó del descalabro a los del Ramiro y otro milagro, aunque por cuestiones deportivas rescató de nuevo al equipo la temporada pasada. Delteco GBC y Breogán fueron peores que el Estudiantes. 

El adiós de Brizuela

Darío Brizuela / Archivo VAVEL
Darío Brizuela / Archivo VAVEL

Mala noticia a nivel deportivo, pero beneficiosa a nivel económico. 180.000 euros de ingreso además de ahorrarse la ficha del jugador. No obstante, Willy Villar ha explicado que su marcha "no ha sido un tema económico en ningún caso. Unicaja se puso en contacto y Dario Brizuela nos manifestó su deseo de dejar el club y eso es lo que prima para llegar a un acuerdo. Le transmitimos al jugador que no quería que se fuera y que queríamos que cumpliese su contrato

El líder que ha luchado ante la adversidad en estas últimas temporadas ha dicho adiós. En verano pudieron retenerle, pero en este momento no ha habido remedio. "El Estudiantes ha sido para mí algo especial e inolvidable en esta etapa de mi vida. "He decidido dejar este club y apostar por esta nueva oportunidad que se me ha presentado. Es lo que necesito para convertirme en mejor jugador, pero sobre y todo más importante, en mejor persona", subrayan algunas líneas del comunicado del jugador.

Su marcha además del vacío que supone en el tema deportivo y sentimental amplia las posibilidades de saldar esos cinco millones de deuda. Es urgente calmar las aguas pues esta situación está afectando a nivel deportivo. La plantilla es un bloque más sólido que la temporada pasada y un entrenador de nivel que no deja relajarse a ningún jugador. El Estudiantes acumula cinco derrotas consecutivas desde que está situación se ha dado a conocer.

El club y la afición no merecen sufrir ni ver como un pedazo de su alma se va resquebrajando poco a poco. Es labor de todos salvar esta situación. Un histórico que está y estará siempre presente en las memorias de los amantes del baloncesto.