El Real Madrid ha conseguido este viernes mantener su racha tras ganar en su visita a Villeurbanne y al ASVEL (77-87). Thompkins, Mickey y Rudy dieron un paso adelante pese a las bajas de jugadores realmente importantes para el planteamiento de Pablo Laso.

El Real Madrid se presentó en el barrio de Lyon con un gran número de bajas. Pese a las once victorias anteriores en la máxima competición continental, lo más preocupante eran las ausencias de Carroll y Randolph, que se sumaron a las de Llull, Felipe Reyes y Gabriel Deck, que se lesionó en El Clásico de Liga Endesa.

Un primer cuarto igualado

El ASVEL quiso dejar claro desde el primer momento que la fama de su pabellón tenía motivos para existir. Los galos habían ganado siete de sus nueve partidos en casa y durante los dos primeros minutos ya se pusieron con una ventaja de cinco puntos. Sin embargo, Thompkins se encargaba de mantener a su equipo a flote. Charles Kahudi, que era el par del exjugador NBA, también estuvo acertado.

Thompkins, al igual que Jordan Mickey, fue titular en una posición poco habitual para él. Pocas veces se había visto al ex de los Clippers en la posición de alero. Por parte del exjugador del Khimki, partió como ala-pívot. La defensa del Madrid trataba de frenar la capacidad atlética de sus rivales, que se mantenían por delante en el marcador pasados los seis minutos (16-14). Con la entrada de la segunda unidad de los franceses, su capacidad anotadora disminuyó y el Madrid llegó al periodo entrecuartos con una ventaja de dos puntos (21-23).

El Madrid consiguió una ventaja en el segundo

Durante el segundo cuarto, el partido siguió siendo muy igualado. Comenzó con dos triples, uno para cada equipo. Pero el acierto exterior del Madrid siguió aumentando gracias a Rudy Fernández. El mallorquín anotó los tres triples que intentó en los primeros cinco minutos del segundo periodo. La defensa era incapaz de frenar los carretones planteados en los esquemas ofensivos de Pablo Laso.

Cuando el Real Madrid parecía conseguir una buena ventaja en el marcador (30-38), el ASVEL se puso el mono de trabajo y volvió a reducir la diferencia. Tanto fue así, que Pablo Laso se vio obligado a parar el partido para que los de Parker no empataran en el electrónico. Ese pequeño parón fue realmente efectivo. A partir de entonces, en los tres minutos restantes, los madridistas se impusieron con un acierto mayor desde la línea de tres. Un lanzamiento lejano de Thompkins y un tres más uno de Laprovittola colocaron el marcador en un 37-52 al descanso.

Al igual que en el primer cuarto, Kahudi volvió a hacer daño a Thompkins con su velocidad y fuerza. Pese a que el Madrid no anotaba con tanta facilidad como en el segundo cuarto, en el tercero consiguió mantener al ASVEL a más de diez puntos de distancia. Sin embargo, Pablo Laso quiso para el partido para no llevarse sorpresas no deseables.

La dinámica continuó en la tercera parte

Tal y como pasó en el segundo cuarto, la charla del vitoriano con sus jugadores tuvo efecto. Una vez más, los blancos se dispararon en el marcador, rozando los veinte puntos de ventaja. Aun así, demostrando su casta, el ASVEL no se dio por vencido y siguió luchando. Adreian Payne anotó un triple en los últimos segundos del cuarto para dejar la diferencia en trece al comienzo de los últimos diez minutos (59-72).

Durante el último cuarto se extendió la dinámica de todo el partido. El Madrid dominaba por encima de los diez tantos aunque a veces se iba casi a los veinte de renta. El ASVEL, por su parte, luchaba y trataba de volver al encuentro, pero siempre se encontraba con un techo de cristal que era incapaz de romper y superar. Finalmente, los de Laso consiguieron la victoria en una de las pistas más complicadas de la Euroliga (77-87).