No pudo ser. El Valencia Basket cayó derrotado en el Megasport Sport Palace, feudo del CSKA de Moscú que pocos conjuntos de la Euroliga han podido penetrar, por 81-70 en un encuentro luchado y competido en el que pocos jugadores han podido desplegar su mejor baloncesto.

El encuentro, para los de Jaume Ponsarnau, hacía presagiar una catástrofe baloncestística fruto de las numerosas bajas con las que el cuadro taronja había aterrizado en Moscú; la última, la de Alberto Abalde, uno de los prinicipales baluartes de los valencianos. El encuentro mostró una igualdad casi constante que se deshizo en el último periodo en el que los rusos metieron una marcha más y lograron un nuevo triunfo en la competición europea por antonomasia.

Johannes Voigtmann fue el encargado de abrir el marcador de uno de los partidos más espectaculares de la jornada con dos triples consecutivos que colocaron un parcial inicial demoledor para los moscovitas de 6-0. La reacción de los españoles no se hizo esperar y llegó luego de varias acciones colectivas que dejaron entrever el talento y calidad de los hombres de Ponsarnau (10-10). En el ecuador de los primeros diez minutos tuvo lugar la primera ventaja visitante tras un lejano triple de Bojan Dubljevic que puso el 12-15 en el electrónico. La igualdad, uno de las características del choque, se palpó en los instantes finales de un primer cuarto que concluyó por 20-17.

Darrun Hilliard también fue otro de los destacados de los minutos iniciales del choque. Además, el escolta del cuadro ruso se encargó, hace dos jornadas, de acabar con las opciones del Real Madrid en lo que fue una de sus mejores actuaciones en la Euroliga 2019/20. El de Belén (Pensilvania) fue determinante con un triple que resucitó a los moscovitas y con dos rebotes que propiciaron segundas jugadas clave para los intereses de los locales. 

Vanja Marinkovic, con una bandeja, devolvió la delantera en el electrónico al Valencia Basket (20-22), que, por momentos, acarició una heroica victoria que finalmente no llegó. El acierto en el tiro exterior disparó los dígitos en el casillero del feudo moscovita y un triple de Quino Colom acercó, más aún, a un intermitente conjunto taronja (27-26). El 42-39 se instaló en el marcador del Megasport Sport Palace en el descanso. 

En el partido estuvo ausente Mike James, una de las figuras del CSKA de Moscú, que únicamente apareció en momentos puntuales y que erró más que acertó. El principal sustento de los pupilos de Jaume Ponsarnau fue el buen juego colectivo desplegado sobre la guarida de la entidad rusa. 

El Valencia Basket se desdibujó y el CSKA de Moscú pisó el acelerador para irse hasta el 58-42, desventaja que redujo Aaron Doornekamp con un nuevo triple. Maurice Ndour, con un mate, colocó a los de Jaume Ponsarnau a tan solo cuatro puntos (60-56) y reactivó las esperanzas de toda la parroquia taronja que no se despegó del televisor durante los cuarenta minutos del tiempo reglamentario. Finalmente y tras la canasta del ex del Real Madrid, el tercer periodo acabó con un 60-56 en el electrónico. 

El último cuarto fue decisivo. El CSKA de Moscú, gracias a una canasta de Joel Bolomboy, se fue hasta los diez puntos de ventaja en un encuentro que se encarriló poco a poco (68-58). La ventaja local continuó y ni una de las mejores versiones de Bojan Dubljevic acabó con el dominio moscovita que se instauró sobre el parqué en los últimos suspiros del encuentro. Un triple de Guillem Vives devolvió, momentáneamente, la ilusión a los taronja, que se fueron hasta el 75-69 con dos minutos por jugar. A la conclusión del tiempo reglamentario el marcador lució un 81-70 favorable a los hombres de Dimitrios Itoudis. 

De esta forma, los rusos consiguieron una merecida victoria frente al Valencia Basket por once puntos de ventaja en un choque de altura en el que se impuso la calidad y talento moscovita en los últimos ocho minutos del encuentro. El Valencia de Jaume Ponsarnau, pese a la derrota, tiene motivos para regresar a España orgulloso del trabajo y esfuerzo realizado.