El Real Madrid ha sobrevivido a uno de los partidos más locos de la temporada en Euroliga (97-103). Los blancos se plantaron ante el ALBA con el mejor primer cuarto de la historia de la Euroliga (41 puntos en diez minutos), pero tuvieron que trabajar hasta el final para llevarse el triunfo.

El mejor primer cuarto de la historia

El partido comenzó con varias sorpresas. Por un lado, el Real Madrid planteó en un inicio una defensa zonal 2-3. Sin embargo, eso no pudo evitar que el antiguo base de la ACB, Peyton Siva anotara dos triples. Por suerte para los blancos, Carroll, novedad en el quinteto titular, hizo lo propio.

A parte de la aportación del base brasileño, el ALBA acusó una falta de acierto a lo largo de los primeros cuatro minutos. No le pasaba lo mismo al Madrid, dirigido con maestría por Campazzo. El argentino dejó una asistencia de ensueño a Randolph, que culminó el pase por la espalda del argentino con un dos más uno.

Carroll fue el encargado de iniciar un vendaval ofensivo blanco. En apenas seis minutos, el Madrid ya había pasado la barrera de 25 puntos. Campazzo acumulaba ya nueve asistencias. Aíto García Reneses tuvo que parar el partido porque los visitantes, en un abrir y cerrar de ojos se había puesto en 32 tantos.

Los porcentajes del Real Madrid tras diez minutos estaban por el cielo. Tanto en el tiro de dos como en el de tres rozaban el 90%. La consecuencia fue un total de 41 puntos, por los 25 del ALBA.

Del cielo a los infiernos

En el segundo cuarto, la situación cambió radicalmente. En cuatro minutos solo anotó dos puntos. Todo ocurrió cuando entró la segunda unidad y sin una referencia interior como Edy Tavares.

Esta situación permitió que el conjunto de Berlín se acercara peligrosamente en el marcador. Pese a la estratosférica marca del Madrid en el primer periodo, la de los alemanes también fue muy buena y continuaron con esos buenos porcentajes. Como consecuencia, la ventaja de veinte puntos se redujo a cinco.

La tendencia continuó a lo largo de los siguientes minutos. El Madrid pasó de estar iluminado a la oscuridad más absoluta en ataque. El ALBA sí tenía acierto y empujado por su público llegó al descanso con diez tantos de renta (60-50).

El Madrid se recuperó en el tercero

En el tercer cuarto, el Madrid dio más la cara. En cinco minutos anotaron 18 puntos, sobre todo, por un mayor acierto en la línea de tres. De hecho, dos aciertos desde la larga distancia de Taylor primero y Randolph después, empataron el encuentro a 68. Hermannson y Giedraitis eran los dos jugadores que estaban viviendo un buen día por parte de los alemanes.

La mejoría del equipo de Pablo Laso se hizo patente con el paso de los minutos. Randolph y Carroll, con la inestimable ayuda de Tavares, se echaron a sus compañeros a la espalda. El escolta anotaba seis de los ocho triples que intentaba, mientras que el interior esloveno también aportaba los puntos necesarios. Por su parte, el pívot caboverdiano volvía a ejercer de ancla defensiva y cuando el resto fallaba sus tiros, él buscaba el rebote ofensivo.

El Madrid resistió en el tercero y se llevó la victoria

El ALBA tenía más problemas para anotar. La intensidad ofensiva de los visitantes había subido y ya no tenían tanto tiempo y espacio para ejecutar los esquemas planteados por Aíto. Mientras que durante la media hora anterior de juego, habían visto el aro con mucha facilidad, el inicio del último cuarto fue más complicado.

Los alemanes cortocircuitaron en el último cuarto. Después de protagonizar una remontada impresionante durante el segundo cuarto y refrendarlo durante el inicio del tercero, en el cuarto no eran capaces de contrarrestar a los blancos.

Los madridistas estaban en manos de Facundo Campazzo. El argentino había repartido diez asistencias en el primer cuarto y a falta de cuatro minutos para la bocina final, llevaba 19, a uno del récord de la competición.

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