Espléndido. Espectacular. Tremendo. Asombroso. Inaudito. Sensacional. Lo cierto es que hay multitud de adjetivos capaces de describir el mes de febrero que ha firmado un Facundo Campazzo que, curiosamente, no se cansó de dejarnos sin palabras tras sus continuas exhibiciones. 10,6 puntos, 11,5 asistencias y 23,6 unidades de valoración en los 24,9 minutos que promedió en la cancha, son las cifras exactas que ilustran el excelente nivel que ha sacado a relucir el base del Real Madrid.

Ocho partidos, ocho victorias

El equipo de Pablo Laso finalizará el presente mes casi invicto. Una única mancha, la derrota frente a Joventut en el WiZink Center, empaña una estadística que pudo ser perfecta. Pero lo curioso es que ese día Campazzo no jugó, por lo que el jugador cordobés sí ha logrado el pleno. Y algunas de las victorias logradas en este periodo de tiempo tienen un mérito doble, como las palizas en la Copa ACB, o el show en el Ülker Sports Arena de Estambul. 

Los grandes jugadores aparecen en los grandes momentos

El Real Madrid afrontaba los exigentes compromisos de febrero hecho un mar de dudas, después de una dramática racha en la Euroliga, y tras perder la imbatibilidad como local en la Liga Endesa ante Baskonia. Ningún hombre estaba próximo a su mejor versión, y Campazzo no era una excepción. Demasiadas pérdidas de balón, malos porcentajes de tiro, y una excesiva aceleración en su juego impropia de él. Pero como dicen los entendidos de este deporte, los grandes jugadores aparecen en los grandes momentos, y vaya si lo cumplió "el Facu". Cabe destacar las hazañas que ha alcanzado en estos últimos partidos, que no han sido pocas. Entre ellas, resalta el récord de asistencias en un partido de Euroliga que igualó frente al Alba de Berlín, con 19, o el triple-doble que se quedó a las puertas de efectuar en las semifinales coperas ante Valencia Basket, con 15 puntos, 9 asistencias y 7 robos de balón.

Hablar de Facundo Campazzo es hablar de un jugador diferente. De magia, de fantasía, de baloncesto. Y manteniendo el nivel con el que nos ha deslumbrado en febrero, seguramente sea el mejor base de la máxima competición europea, o al menos esté presente en cualquier debate junto a otros genios de la talla de Alexey Shved o Mike James.