Kevin Punter, Lorenzo Brown, Stratos Perperoglou, Billy Baron... Resulta impensable retirar de nuestras quinielas a una plantilla con el talento individual de estos hombres, si bien, evidentemente, el nivel colectivo es inferior al de sus adversarios en esta particular batalla. Después de una gris Eurocup en la que cayeron eliminados en el Top 16 a manos de Valencia Basket y Unicaja, Estrella Roja presentó su candidatura en la que presumiblemente podría ser la Euroliga más igualada de la historia, y sus expectativas no podían ir más allá de realizar un mero acto de presencia. Pero un notable número de aciertos en las incorporaciones, y la crecida de confianza durante el transcurso de la competición, ha plantado al cuadro balcánico en la lucha por un objetivo tremendamente ambicioso, pero posible.

Un puzzle por montar

Tras el resultado en la Eurocup, era evidente que para no ser el "punching ball" de la Euroliga los refuerzos deberían ser numerosos. Apenas Stratos Perperoglou y Billy Baron eran garantes de un rendimiento óptimo en las mayores pistas del continente. Además, la baja de Joe Ragland, una de las referencias del equipo, dejaba completamente dañado el puesto del base. Con unos recursos limitados en comparación con sus "vecinos", la directiva debía armar una plantilla competitiva. Los fichajes se comenzaron a suceder: James Gist desde el Panathinaikos, Charles Jenkins desde el Khimki, Lorenzo Brown tras formar parte de los Toronto Raptors y los Long Lions de Guangzhou... A base de reunir veteranos que huían de sus clubes en búsqueda de minutos, protagonismo y un último contrato, Estrella Roja estaba sorprendiendo gratamente al mundo del baloncesto. Y por si fuera poco, con la Euroliga ya iniciada consiguieron reforzarse con Vladimir Stimac y Kevin Punter Jr., dos hombres que acabarían siendo claves en el entramado de Sakota, además de un Jagodic-Kuridza con un rol más testimonial. El resultado final sería un equipo bien compensado, con el músculo en la zona de Michael Ojo, el talento de Stimac, y muchos, muchos puntos en el perímetro.

Vladimir Stimac / Fuente: Euroliga
Vladimir Stimac / Fuente: Euroliga

Los bombardeos de Belgrado

Si algo caracteriza a Estrella Roja, es la multitud de grandes anotadores exteriores con los que cuenta. Billy Baron, un reconocido tirador con pasado en la Liga Endesa que promedia un 40,3% en triples con más de 130 lanzamientos, es el máximo exponente de esta corriente triplista. Y junto a él, Stratos Perperoglou, Borisa Simanic, y sobre todo, Kevin Punter Jr. Y es que lo del exjugador de Olympiacos merece una mención especial. Tras su aterrizaje en Serbia el pasado mes de diciembre, se ha erigido como uno de los líderes de la plantilla. 16 puntos de promedio con un 48% en tiros de tres,y una intangible capacidad "clutch", fueron capaces de subir una marcha las capacidades ofensivas de Estrella Roja, y es que el escolta neoyorquino está rentabilizando al máximo cada euro invertido desde los despachos del Aleksandar Nikolić Hall.

Kevin Punter Jr. / Fuente: Euroliga
Kevin Punter Jr. / Fuente: Euroliga

Complicado, pero no imposible

Lo cierto es que Estrella Roja se enfrenta a un calendario de extrema dificultad. Seguramente, uno de los más complicados entre los equipos en su misma situación, por si el reto no fuese enorme de por sí. La visita al Palacio de los Deportes de Madrid será la primera piedra en el camino de los rojiblancos, y ante el casi desahucio de este enfrentamiento, se deberán hacer fuertes entre su gente contra Armani Milano y Zenit. Estos dos serán los únicos choques que se disputarán en Belgrado, puesto que la fase regular cerrará en El Pireo, Múnich y Valencia. Quién sabe si, bien serbios, valencianos, o ambos, afrontarán esta última cita dependientes de sí mismos para lograr un billete a las eliminatorias.