Todo empezó con Margarita Geuer, Guillermo Hernangómez, y un legado de medallistas. ‘Wonny’ ganó el Europeo en 1993 con la selección femenina, y en ese mismo año se retiró. El mismo año se fue al retiro su marido, Guillermo, jugador del Real Madrid o del Estudiantes, entre otros muchos.  

Era un año después cuando nacía Willy, el primero de los hijos del matrimonio Hernangómez - Geuer. En 1995 llegaba al mundo Juancho, y cinco años después, en el 2000, Andrea. Los dos chicos empezaron jugando al fútbol, ya fue de preadolescentes cuando empezaron a jugar al balonceso. Por el contrario, Andrea quiso desde un principio jugar en las canchas. Así fue como un matrimonio de pívots de primera línea dieron paso a una nueva generación de ala-pívots. Así empezó el reinado de los Hernangómez - Geuer.  

Los dos hermanos se iniciaron en el Club Baloncesto Las Rozas, en su localidad natal. En el primer año de cadete de Willy, el Real Madrid lo llamó para ficharlo en la cantera, y así fue como el mayor de los hermanos se inició en 2008 en el club merengue. A su entrenador, aunque el chico vino con un peinado alborotado y con más peso del que esperaban en el club, le encantó desde el primer día, viendo que estaban ante un jugador especial. Al ver su trabajo y progreso, acabó en el Cadete A del club, donde pudo seguir creciendo y dando saltos de calidad, lo que le hizo debutar como internacional ese mismo año. La adaptación de Willy fue rápida, más viniendo de no jugar al baloncesto y pasar directamente a un club formado y asentado, pero él sabía todo el esfuerzo que conllevaba ponerse a la altura de compañeros que llevaban jugando desde pequeños.  

Willy y Juancho son homenajeados en Las Rozas | Fuente: CBLR
Willy y Juancho son homenajeados en Las Rozas | Fuente: CBLR

Mientras su hermano jugaba con el Real Madrid, ganando trofeos en las competiciones autonómicas, Juancho no lo estaba teniendo tan fácil. Cuando Willy entró al Real Madrid, él también lo hizo, pero su paso como madridista pasó inadvertido. En el club blanco no le veían proyección, no confiaban en que pudiera mejorar, por lo que decidieron prescindir de él tras el primer año. Se fue buscando progreso al Majadahonda, y tras una buena primera temporada, en el tramo final se rompió el cartílago de la rodilla. Su segundo año lo empezó incorporándose tarde, y aunque llamó la atención de otros clubes de la Comunidad de Madrid y lo tenía todo para ir con la selección sub-17, su lesión le cerró todas esas puertas.  

Y al final, el Estudiantes consiguió convencer al joven ala-pívot de irse al Magariños. Juancho pudo elegir volver con el Real Madrid, pero el Estudiantes le estaba ofreciendo una oportunidad que no podía rechazar: volverse a sentir jugador de baloncesto, en mayúsculas. Fue en 2013 cuando empezó a ser reconocido por ser Juancho Hernangómez, y no por ser ‘el hermano pequeño de Willy’. Se curtió entre el equipo de EBA y el amateur, bordándolo en ambas. Tanto fue así que acabó con la selección española sub-17. Su primer rechazo en el Real Madrid fue sólo el motivo para demostrar que era bueno, y que podía convertirse en un jugador de élite. 

Willy no tardó demasiado en entrenar con el primer equipo de Pablo Laso. El Real Madrid sabía que tenía potencial, y lo quería explotar, pero cuando llegara el momento adecuado. Cedieron al mayor de los Geuer al Cajasol, con un Aíto especializado en formar a grandes estrellas. En San Pablo todavía se recuerda la exhibición que hizo el jugador contra el Barça, con 29 puntos anotados y 40 de valoración. Estando en Sevilla comenzó a hacer una pareja temible junto con Kristaps Porzingis, con quien acabaría repitiendo alineación en los Knicks.  

Willy se cuelga del aro defendiendo los colores del Real Madrid | Foto: @ACBCOM
Willy se cuelga del aro defendiendo los colores del Real Madrid | Foto: @ACBCOM

Al volver de dos temporadas viviendo bajo el sol sevillano, Willy luchó por una buena posición en el Real Madrid, aunque sabía de la alta disponibilidad con la que contaba Laso, y consiguió gozar de cierta relevancia en el equipo, ganando la Liga, la Copa y la Euroliga. Y no contesto con eso, la buena mano que tuvo el jugador con el Cajasol le hizo ganarse la confianza de Scariolo, y ganó el Eurobasket.  

En junio de 2015 fue elegido en la segunda ronda del Draft, en el puesto número 35, por los Philadephia 76ers, aunque esa misma noche sus derechos cayeron en manos de los Knicks. Pasó una temporada más en Madrid, y en el curso 16-17, debutaría en el Madison.  

Por otro lado, Juancho había conseguido la confianza del primer equipo estudiantil. Había crecido en su visión de juego, en su manejo de balón, en su potencia física y, sobre todo, en ser el rey de los mates en las canchas del Ramiro de Maeztu. Su primera temporada en la ACB la firmó con unos promedios 2.4 puntos y 2.2 rebotes. Su figura destacaba en el Palacio de los Deportes de Madrid, pero todavía no lo suficiente. Txus Vidorreta lo animaba a seguir, a no decepcionarse si un partido no iba tan bien como el anterior, a tomarse la vida baloncestística con más calma. Nadie estaba preparado para la eclosión que tendría Juancho en su segunda temporada con el primer equipo. 

Aquella temporada 2015-2016 estuvo plagada de jugadores que ahora son grandes nombres del baloncesto entre las filas del club nacido en el Magariños: Laprovittola, Brizuela, Fernández...y un ala-pívot destinado a hacer historia en el club. El Estudiantes acabó en la decimoséptima posición, preparado para el descenso, pero haciendo un año que los seguidores del equipo colegial recordarán por las grandes actuaciones de su plantilla.  

Juancho acabó su temporada jugando 23.7 minutos, anotando 9.7 puntos, captando 5.8 rebotes, y con una valoración 12.5, siendo uno de los jugadores más valorados del conjunto. El mediano de los Hernangómez salía a la cancha a abrir el juego exterior, a robar balones, a poner tapones o gorros a cualquier jugador rival que intentara marcar en su guardia. Las asistencias con Brizuela quedaron clavadas en la retina de todos los hinchas del Ramiro, ese pequeño y veloz escolta que derrapaba por la pintura para pasarle el balón a aquel raudo ala-pívot que finalizaba las jugadas con mates desde cualquier ángulo. Si su hermano triunfó, pero no consiguió todo el ruido que merecía cuando el club merengue jugaba en el Palacio, Juancho no consiguió hacer que el club estudiantil triunfara, pero él dio la nota en cada partido disputado.  

Juancho Hernangómez | Foto: @ACBCOM
Juancho Hernangómez | Foto: @ACBCOM

Tanto fue así que, por delante de jugadores como Santi Yusta, Alberto Díaz, o la que es hoy la gran estrella de la NBA, Luka Doncic, ganó el premio a Mejor Joven de la Liga Endesa, obteniendo la mejor puntuación y más alta que se puede obtener, los 100 puntos, 50 de diferencia con el segundo, el esloveno, que hacía mucho más ruido que el natural de Las Rozas.  

Al acabar ese año 2016, el Estudiantes que perdía su puesto en ACB, también acabaría perdiendo a su gran estrella. Juancho sería drafteado por los Denver Nuggets en la decimoquinta posición de la lotería.  

En aquel año 2016, los dos Hernangómez debutarían en la NBA, en el Madison Square Center y en el Pepsi Center. Willy no tuvo un inicio demasiado fácil, en unos New York Knicks que se empezaban a resquebrajar. En su primer partido vistiendo la camiseta neoyorquina anotó cuatro puntos, pero poco más de una semana después, los Knicks lo mandan a su filial de G-League, los Westchester Knicks, el 7 de noviembre, aunque ese mismo día, envuelto en la incertidumbre, volvieron a llamarlo para el Madison. Dos días después de este altercado contractual, tuvo su season-high con 14 puntos, demostrando que se había medio al cien por cien en el ritmo de este nuevo reto. Su primera grandísima actuación fue contra los Houston Rockets en febrero del 2017, con 16 puntos y 16 rebotes, siendo esta la cifra más alta de rebotes de su carrera.  

Según iba progresando en los Knicks, asisitendo más, marcando más, viviendo más el baloncesto, el mundo se despertó con la noticia de que dos españoles cubririan dos bajas en el Rising Star Challenge del All Star de 2017; Álex Abrines y Willy Hernangómez cubrirían las bajas de Joel Embiid y de Emmanuel Mudiay respectivamente. El Team World acabo ganando la noche (150-141) en el templo de los Pelicans. 2 puntos, 1 asistencia y 6 rebotes defensivos para el mayor de los Hernangómez, en la única vez que, por el momento, un Hernangómez ha participado en el fin de semana de las estrellas. Poco tiempo después anotó la máxima puntuación de su carrera, 24 puntos contra los Raptors. 

Acabó su primera temporada en la NBA disputando los 72 partidos de Liga Regular, 22 de ellos como titular, promediando 8,2 puntos por partido y una media de siete rebotes, toda esta hazaña en algo más de dieciocho minutos por encuentro. Las buenas estadísticas y la competición nata del madrileño hicieron que ganase el galardón al mejor rookie durante el mes de abril en la conferencia Este y que entrase en el mejor quinteto rookie de la NBA durante el curso 2016-2017. 

Pero su siguiente temporada no fue tan fácil. Los Knicks empezaron a menospreciarlo, a dejar al chico sin cubrir ni la posición de pívot ni la de ala-pívot, para la que está preparado. Una lesión de Porzingis parecía abrirle camino para ser más relevante, pero acabó pasando por los mismos problemas que en el Real Madrid.  

Willy vistiendo los colores de los Knicks | Foto: @NBASpain
Willy vistiendo los colores de los Knicks | Foto: @NBASpain

Se dice que él mismo pidió el traslado a Charlotte, y allí era consciente de que también tendría que trabajar. Michael Jordan tenía en su posición a Dwight Howard, Cody Zeller y Frank Kamisky. Aquella temporada la acabó con una media de 6.1 puntos cuando jugó con los Hornets. Su explosión vino en la Summer League antes de comenzar el siguiente curso, en la que Willy acabó, en el partido contra los Heat, haciendo un doble-doble de 22 puntos y 10 asistencias, siendo el jugador más destacado del encuentro.  

Willy se ha ido creciendo, y eso se pudo ver en la temporada 2018-2019, en la que consiguió 7.3 puntos de media, acercándose cada vez más a su mejor época con los Knicks, y a ser considerado como merecedor de estar en la NBA.  

Por otro lado, Juancho llegó a los Denver Nuggets con optimismo y agradecimiento. La franquicia de Colorado vivía un periodo de renovación, había optado por un equipo joven, con nuevas promesas que pudieran hacer mella en la competición. Los Nuggets de Nikola Jokic habían comenzado, y Juancho, que venía de ser el triunfo joven en la ACB, sabía que era su oportunidad. 

El 4 de enero de 2017 lo mandaron a la NBA Development League, con los Sioux Falls Skyforce, pero sólo tras ver su primer partido, los Nuggets volvieron a requerir sus servicios. Consiguió su career-high el 13 de enero, anotando 27 puntos contra los Golden State Warriors. De entre muchos partidos en su temporada de rookie, disputó como titular un duelo ante los Rockets, en el que anotó 15 puntos. Las ganas que se veían en el Palacio se podían ver en Estados Unidos.  

Pero en su año de sophomore todo fue mucho más complicado para Juancho. Después de años brilando como colegial, después de un año de rookie memorable, le diagnosticaron mononucleosis, y sólo pudo disputar 25 partidos. Todo el ruido que había hecho había quedado sepultado por una enfermedad, y todo parecía que Juancho volvía a tenerlo todo en su contra.  

Ganó mucho músculo y los Nuggets esperaban de él un matador digno, un triplista trabajado y un buen ala-pívot saliendo desde banquillo en su tercera temporada. Juancho peleó por su puesto y consiguió ser el mejor hombre de los Nuggets en partidos como el disputado contra los Hawks, en el que rozó el doble-doble anotando 25 puntos y realizando 9 asistencias. El madrileño también opacó el debut de LeBron James como Laker, anotando él 19 puntos, y el Rey sólo 9.  


En su resurgir como titular, en 14 partidos acabó promediando 12.9 tantos por partido, aportando una buena defensa a los de Denver, y siendo el sexto mejor en aciertos en el triple. Juancho estaba viviendo su mejor momento en la liga, llegando a la cumbre cuando igualó su propio career-high ante los Spurs.  

Pero en los playoffs fueron pocas las oportunidades que le dieron los Nuggets de brillar, cayendo en las semifinales de Conferencia. Tuvo que operarse de una lesión muscular, y su aparición con la selección española, con la que ya había cosechado títulos, en el Mundial, peligraba, y los Nuggets tampoco veían con buenos ojos que fuera. Pero Juancho fue, forzándose a sí mismo, entrenando aún más que de costumbre, y tan bien le fue que acabó siendo el MVP del partido contra Italia y, por supuesto, la selección española se hizo con la victoria contando con impresionantes actuaciones tanto suyas como de Willy, que jugaba alternándose con Marc Gasol y siguiendo la estela del juego de su compañero recién ganador del anilllo con los Raptors.  

Los Nuggets renovaron al español y a Beasley en septiembre del 2019, pero antes de llegar al mercado de invierno nos encontramos con un Juancho desaprovechado, habiendo jugado veinte minutos en toda la primera mitad de temporada, sin hueco en la rotación y sin un futuro en el club que le había visto crecer en el sueño americano del jugador de baloncesto. Willy pasó al ostracismo en los Hornets, que había apostado por las caras jóvenes de la franquicia, y él había quedado relegado a una media de minuto por partido. 

Los últimos meses para el mayor de los Hernangómez han sido irregulares, pero ha aprovechado al máximo sus minutos en cancha, viendo una analogía con lo ocurrido al principio de sus andanzas con los Knicks. Poco a poco se ha ido colando en la rotación, aunque irregularmente. Willy fue el líder reboteador de su franquicia contra el small ball de los Rockets, pero a la vuelta del parón se quedó en el banquillo de Charlotte. Sus oportunidades las aprovecha a la mínima, aumenta su porcentaje de tiro poco a poco, está mejorando en su visión de juego y está decidido a aprovechar cada oportunidad. 

Por otro lado, Juancho ha explotado definitivamente en Minnesota, tras ser parte del gran traspaso del final del mercado de invierno. Todos los partidos que ha disputado los ha hecho como titular, viendo como la franquicia confía en él al máximo. En su primer partido, victoria contra los Clippers, jugó 27 minutos, acertó tres triples de los tres que lanzó, e hizo acopio de 14 puntos para su conjunto. Ha pasado de una media de 12 minutos en Denver a una de 29 minutos en Minnesota.  

Los dos pasarán a ser agentes libres esta temporada y los dos quieren mantenerse en la NBA. Son muchos los rumores que cuentan que están siendo llamados por el Real Madrid para que vuelvan a España, pero todo parece indicar que los Hernangómez - Geuer van a dar mucho más de lo que hablar en la NBA. 

VAVEL Logo
Sobre el autor