El baloncesto ha evolucionado hacia un terreno mucho más dinámico. Las posesiones se han aumentado exponencialmente debido al alto ritmo de los partidos. En este panorama surgen nuevos perfiles de jugadores que son más necesarios que nunca. El especialista defensivo ha tenido que evolucionar y se han extendido a la defensa sin balón.

Grandes equipos como el FC Barcelona o el Real Madrid, ya cuentan con estos defensores de alto calibre, que tan pronto pueden parar a un base como llegar a una ayuda y evitar una canasta. Estos son Víctor Claver y Rudy Fernández. Posiblemente dos de los mejores defensores de lado débil en el baloncesto europeo.

Los reyes de las ayudas

La rapidez en el juego y el abuso del uno por uno, ha exigido a los entrenadores a establecer nuevos sistemas defensivos. Las largas ayudas desde el lado débil son ya una obligación para poder competir en el baloncesto actual. Precisamente, es uno de los puntos fuertes de Claver y de Rudy, dos jugadores que no pierden nunca la marca de su par, y además, siempre están preparados para frenar al hombre que penetra a canasta.

Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)
Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)

Es un trabajo sucio que suele no ser lo suficientemente reconocido, pero es algo esencial para que ambos equipos compitan de la manera que lo están haciendo. Tanto Rudy como Claver promedian poco más de un robo por partido. Podría parecer que es poco, pero la estadística realmente importante es el número de "deflections" que hacen por partido.

Las "deflections", son las veces que se toca el balón en una defensa, es decir, el defensor toca el balón, pero no lo recupera, simplemente "molesta", o incluso puede hacer que el atacante pierda el control y otro de sus compañeros recupere la posesión. Es en esta estadística donde Claver y Rudy brillan y donde se hacen realmente importantes.

Papel ofensivo: las estadísticas no lo dicen todo

Además de su alto nivel defensivo, tanto Rudy como Claver tienen una importancia capital en la ofensiva de sus clubes. Rudy es clave para los blancos al abrir el campo gracias a su buena muñeca desde el tiro más allá de 6,75. El escolta balear promedia poco menos de seis tantos por encuentro, pero ha tenido partidos realmente buenos y con gran acierto desde el triple.

Rudy, que esta temporada estaba a un muy buen nivel, empezó el 2020 a un nivel estratosférico. En los primeros tres encuentros de Euroliga, el balear promedió 17 triples en tan solo 24 intentos, un porcentaje superior al 60%. Mención especial al partido frente al Valencia Basket, al que le endosó siete triples de los diez que lanzó, hecho que fue clave para que los blancos se llevaran la victoria.

En la ofensiva blaugrana, Claver actúa muy parecido a Rudy, salvando que el valenciano se mueve entre los puestos de alero o ala-pívot, este último menos usual por Mirotic. El '3' azulgrana promedia cinco puntos y tres rebotes por partido, a priori unas estadísticas bastante bajas, pero de nuevo es una aportación que va más allá de los números plasmados en el casillero.

Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)
Fotografía: Noelia Déniz (VAVEL)

Claver es un seguro para Pesic. Su tiro de tres no es tan bueno como el de Rudy, pero gracias a su gran movimiento sin balón, logra crearse ventajas para anotar o para hacer anotar a sus compañeros. El valenciano se encontraba antes del parón en muy buen momento de forma, y fue gracias a su buena actuación en el Mundial por lo que se ha establecido como un pilar del Barcelona.

En definitiva, son dos jugadores que aportan más allá de las estadísticas. Son piezas clave para sus clubes y, gracias a su defensa y a su juego colectivo, se han colocado como intangibles para el proyecto de ambos equipos. Jugadores que sacrifican sus estadísticas por el bien común del equipo y a los que solo les vale ganar.