Penúltimos de la Conferencia Este con un balance de 20 victorias y 47 derrotas. Cuarto peor equipo de la NBA. No son datos muy alentadores para los Atlanta Hawks, que así llegaban al parón por el Coronavirus. Y si no fuera por Trae Young, sería todavía peor. A nivel individual, Trae ha explotado hasta llegar a ser titular en el All-Star Game, pero evidentemente no ha sido una gran temporada para los Hawks. De hecho, ha sido decepcionante para la mayoría. 

Antes de comenzar la temporada, la ESPN apuntaba a que los Hawks podían llegar hasta la 10ª posición de la Conferencia Este, con un balance de 35 victorias aproximadamente. Los últimos meses de Trae Young la temporada pasada, así como las nuevas jóvenes adquisiciones en el Draft hacían pensar que iban a dar un importante salto de calidad. Pero la progresión de esta joven plantilla está llevando más tiempo de lo esperado. 

En verano, los Hawks lo apostaron todo a una carta, Trae Young, que llegaba como un tiro tras completar una segunda mitad de temporada fascinante. Acabó segundo en la lucha por el Rookie del año (Luka Doncic), jugando a nivel de súper estrella de la liga y metiendo triples desde cualquier lado de la cancha. 

TRae Young ha sido All-Star en su segundo año | Foto: @ATLHawks
TRae Young ha sido All-Star en su segundo año | Foto: @ATLHawks

También continuaba Kevin Huerter, quien había demostrado ser una pieza más que válida para jugar al lado de Trae. Gran tirador, joven, trabajador y buen defensor. Y por supuesto, John Collins, cuyo crecimiento apuntaba maneras ya en su segunda temporada. 

La apuesta por la juventud era total, y para rodear a Trae Young de buenos defensores, llegaron en el Draft De’Andre Hunter y Cam Reddish. Dos jóvenes con mucho impacto en el lado defensivo de la cancha que completaron los pilares de este proyecto. 

La plantilla la remataban veteranos con contrato ‘expiring’ como Crabbe y Turner, piezas muy válidas para cualquier equipo de la NBA. 

Por tanto, el grupo tenía muy buena pinta a simple vista. Una plantilla completa, equilibrada, y sobre todo, con objetivo claro de crecer sobre Trae Young y el resto de jóvenes promesas. Sin embargo, este crecimiento está siendo desigual y demasiado lento para lo que se esperaba. 

  • Trae Young y poco más 

En un equipo que pierde tanto como son estos Hawks, es difícil que se puedan extraer muchas cosas positivas, pero el nivel que ha alcanzado Trae Young en tan solo su segundo año es una de ellas, pues eso está al alcance de muy pocos.

Trae promedia casi 30 puntos por partido, 9,3 asistencias, 3,4 triples y un 44% de acierto en el tiro. Los Hawks son un equipo totalmente distinto cuando él está en pista. Más movimiento de balón, más cortes, más ritmo y en definitiva, más alegría en el juego. 

Su excelente manejo de balón, su visión de juego, su carísima, su rango de tiro ilimitado y su creatividad a la hora de jugar al baloncesto han cautivado a la NBA, especialmente a los aficionados, que esperan siempre sus ‘highlights’ con gran interés. Todo esto le ha hecho ganarse un puesto en el All-Star Game en su segundo año en la liga, donde debutó como titular. 

Es un jugador especial, con un estilo de juego fantasioso y que está llamado a ser una de las caras de la NBA los próximos años. Aún así, hay cosas de Trae que no son tan positivas, y evidentemente la más grave es la defensa. Es uno de los jugadores con peor Rating Defensivo de toda la liga (116,1) y el equipo sufre mucho para esconder sus debilidades. 

Su tamaño es un handicap demasiado grande que de momento no ha sabido contrarrestar con otras cualidades. Cuando está en el banquillo, los Hawks son 8 puntos mejores en defensa. Es cierto que también son peores, y mucho, en ataque, pero es un detalle que deberá pulir con el tiempo si quiere llegar a ser uno de los mejores de la liga y luchar por el campeonato en un futuro. 

El tamaño de Trae Young es un handicap a la hora de defender | Foto: Getty Images
El tamaño de Trae Young es un handicap a la hora de defender | Foto: Getty Images

Aunque Trae Young es una de las principale causas del mal rendimiento defensivo del equipo, no es la única. Los Hawks son el tercer peor equipo en defensa, también el tercer peor en rebotes y el segundo equipo que más tiros libres concede al rival. Todo esto son síntomas de una clara debilidad que ni siquiera los nuevos especialistas han sido capaces de solventar. 

  • La defensa no es el único problema 

Está claro que la defensa no funciona, pero con todo lo que hace Trae Young en ataque tampoco es suficiente. La falta de ayuda le fuerza a tener un uso de balón muy elevado y esto en ocasiones se vuelve en su contra. Tanto sus pérdidas (líder de la liga con 4,8), como su selección de tiro son mejorables.

Los Hawks tienen uno de los 5 peores ataques y también son uno de los que peor porcentaje de tiro tiene. Trae Young se ha visto solo en muchos momentos, lo que le obliga a asumir tiros demasiado forzados. Durante gran parte de la temporada, sus compañeros se han mostrado incapaces de generar una buena ofensiva sin él, y esto acaba pasando factura. 

Además, son el segundo equipo que más balones pierde concediendo también un exceso de contraataques fáciles al rival. Demasiados problemas para un equipo cuyo techo está muy alto. 

  • Los jóvenes están tardando en llegar

De’Andre Hunter, Cam Reddish, Kevin Huerter… Todos tenían muy buena pinta antes de empezar esta temporada. Por lo que habían demostrado algunos, y también porque sus características eran perfectas para jugar al lado de Trae Young. Pero triunfar en la NBA no es fácil, y para la gran mayoría lleva un tiempo de adaptación que en este caso se está haciendo muy largo. Solo John Collins está cumpliendo con las expectativas, aunque con un asterisco importante.

Cam Reddish es ayudado por John Collins | Foto: Getty Images
Cam Reddish es ayudado por John Collins | Foto: Getty Images

Hunter está rindiendo muy por debajo de lo que se esperaba de un número 4 del Draft. Promedia 12,3 puntos, 4,5 rebotes y un 35 % en el triple. No son números demasiado llamativos, pero poco a poco va evolucionando hasta convertirse en un especialista defensivo y buen tirador que puede ser muy útil para el equipo.

En cuanto a Reddish, su principio de temporada fue horrible, sin embargo, una vez adaptado a la liga parece que va encontrando su sitio. Un lobo en defensa capaz de abrir la pista y generar espacios en ataque. Habrá que ver si sigue evolucionando, y si lo hace un poco más rápido. En sus últimos 12 partidos ha promediado 15,9 puntos, 3,6 rebotes,  1,3 asistencias y un 40,3% en triples en 5,2 intentos. 

Luego está el caso Heurter, quien dejó muy buenos momentos la temporada pasada, pero que se ha estancado un poco y no acaba de encontrar regularidad en el tiro. No obstante, sí que está desarrollando su juego en otras facetas y esto es importantísimo para alguien tan joven.

Por último hay que hablar de John Collins. Sin duda ha sido, junto con Trae Young, la gran noticia de estos Atlanta Hawks. Aunque su temporada empezó con un positivo en drogas que le mantuvo fuera de las pistas durante 25 partidos, su rendimiento ha sido súper positivo para el equipo durante los 41 partidos que ha disputado. 

John Collins y Trae Young en una entrevista post-partido | Foto: @ATLHawks
John Collins y Trae Young en una entrevista post-partido | Foto: @ATLHawks

Collins ha sido el joven que más ha crecido con respecto a la temporada pasada, promedia más de 21 puntos y 10 rebotes y ha demostrado ser el complemento perfecto para Trae Young. Sabe atacar muy bien los espacios y no necesita manejar el balón para ser una amenaza. Es la segunda pieza más importante de este proyecto y los Hawks deben exprimir la dupla Trae-Collins todo lo que puedan.

  • El último baile de Vince Carter

No deja de ser curioso que en un proyecto tan joven como son estos Atlanta Hawks, se encuentre el jugador más veterano de toda la liga. Vince Carter, con 43 años, ha podido jugar ya su último partido sin haber tenido tiempo siquiera de digerirlo. Fue el día 11 de marzo, fecha en la que Gobert da positivo por COVID-19 y la NBA se ve precipitada a un parón indefinido, y quien sabe si definitivo. 

Aquel día, la noticia pilló a los Hawks en mitad de su encuentro frente a los Knicks. Al enterarse de la noticia, todos, tanto afición, como jugadores, como entrenadores, se dieron cuenta de que podían estar ante el último partido de la carrera de Vince Carter, una auténtica leyenda de la liga. 

En vista de la situación, y dado que el partido ya estaba perdido, Lloyd Pierce optó por dar entrada a Carter a falta de pocos segundos para el final para que saboreara, quizás por última vez, el aroma del mejor baloncesto. Fueron 20 segundos emocionantes. 20 segundos que le bastaron a Vince Carter para anotar un triple entre sonrisas y con los calcetines a medio poner. Quien sabe si podremos volver a verle sobre una cancha de baloncesto, pero su legado ya es eterno.

  • ¿Cuánto pueden mejorar los Hawks?

Entre la falta de adaptación de unos, la sanción de Collins y los malos resultados, a mediados de temporada Trae Young tuvo que pedir ayuda a las oficinas para poder competir. Y los Hawks se movieron con un todo el sentido del mundo, trayendo a Clint Capela poco antes del cierre de mercado. Un Pívot de 2,08, intimidador y gran continuador que sin duda encaja con el juego del base. Reúne muchas de las características que el equipo necesitaba, pero la duda es si Lloyd Pierce será capaz de juntar a Collins y Capela en el mismo quinteto, o si esto al final acaba siendo contraproducente. Para eso todavía habrá que esperar hasta la próxima temporada.

Capela todavía no ha debutado con los Hawks | Foto: @ATLHawks
Capela todavía no ha debutado con los Hawks | Foto: @ATLHawks

Por otro lado, es verdad que la temporada de Atlanta ha sido mala, pero su núcleo de jugadores tiene una media de edad bajísima. Trae tiene 21, Cam Reddish 20, Kevin Huerter 21, John Collins 22, De'Andre Hunter 22 y Capela, que es el mayor de todos estos, tiene 25, por lo que el margen de mejora es todavía muy grande. 

La segunda mitad de temporada, sobre todo desde la vuelta de Collins, es a lo que tiene que agarrarse un equipo con mucho talento sin explotar, pero con uno de los futuros más prometedores de toda la NBA.