Con el plan para reanudar la temporada 2019-20 ya encarrilado, a falta de pulir los detalles, la NBA ya estudia cómo afrontar la próxima campaña, la cual podría tener un calendario mucho más condensado que de normal. 

El General Manager de los Atlanta Hawks, Travis Schlenk, ha dicho que “La NBA ha indicado a los General Manager de la liga que el calendario del año que viene podría estar condensado para intentar mantener los plazos habituales dentro de lo posible” según ha informado Tim Bontemps, de la ESPN. 

Parece claro que a la NBA no le interesa alargar demasiado la competición, entre otras cosas porque los Juegos Olímpicos de Tokio están previstos para el 23 de julio del año que viene, con lo cual no podrían abarcar todo el verano, como van a hacer con la temporada actual.

Tampoco contemplan de momento acortar la temporada en cuanto a partidos, ya que según Mark Medina, de USA Today, la NBA todavía tiene la intención de disputar los 82 encuentros, aunque en un período de tiempo más corto al habitual. 

Siguiendo la hoja de ruta para reanudar la temporada 2019-20, un hipotético séptimo partido de las finales tendría lugar el 12 de octubre, aproximadamente la época en la que suele arrancar la nueva temporada. 

Esto obliga a retrasarlo todo. No obstante, la NBA no quiere que se demore demasiado el comienzo de la temporada 2020-21 y ha marcado como fecha de inicio el 1 de diciembre. Suponiendo que los jugadores empezarán la pretemporada a mediados de noviembre, apenas tendrían 1 mes de descanso entre una temporada y otra. Quizás demasiado poco. 

  • El ‘load management’, un problema

Según Shams Charania, de The Athletic y Stadium, el 1 de diciembre es una fecha “poco probable” para arrancar la próxima temporada para la Asociación de Jugadores de la NBA y dicen que será negociada, por lo que puede que se posponga hasta mediados o finales de diciembre.

Si finalmente esto ocurre, la NBA tendrá que ingeniárselas para cuadrar 82 partidos de Liga Regular más Playoffs en apenas 5-6 meses y tendrá que hacer algunos ajustes en sus protocolos. 

LeBron James en el banquillo durante su lesión la temporada pasada | Foto: Getty Images
LeBron James en el banquillo durante su lesión la temporada pasada | Foto: Getty Images

Uno de los problemas a tener en cuenta será el ‘load management’, tema con el que han tenido que lidiar estos últimos años, en los cuales se han establecido ciertas reglas o requisitos para limitar los descansos de las estrellas. 

Si la temporada se acorta, aumentarán los back-to-back, los equipos tendrán menos descansos y la NBA tendrá que levantar la mano en cuanto al ‘load management’, ya que los jugadores se verán expuestos a una fatiga mucho mayor. 

Sea como sea, lo más importante es que la NBA se centre ahora en que la reanudación de la temporada actual suceda según lo previsto. El resto es secundario y ya habrá tiempo para analizarlo.