La vuelta de la NBA en la ciudad de Orlando, programada para el próximo 31 de julio, no es tan sencilla como podría parecerlo en un principio. En los últimos días, han comenzado a surgir diversos problemas que están dificultando de una forma u otra que se cierre definitivamente como será todo a la vuelta de la liga. 

Primero fue la negativa de Kyrie Irving a reanudar la competición, debido al problema social que existe principalmente en Estados Unidos bajo el lema “Black Lives Matter”, y ahora algunas de las jóvenes estrellas que están destinadas a dominar la competición en un futuro no muy lejano, no ven claro el regreso. Los jugadores más destacados de la camada del Draft de 2017, se encuentran ante su extensión de contrato al finalizar la presente temporada, y algunos de ellos no quieren ver peligrar su futuro contrato máximo por una lesión.

Por ello, la NBPA y la NBA se encuentran en negociaciones para llegar a un acuerdo con “pólizas de seguros” para asegurar el futuro de los propios jugadores en caso de una lesión en este reinicio, según informa Adrian Wojnarowski de ESPN. Esta petición se llevó a cabo en la llamada que llevaron a cabo los jugadores con la NBPA el pasado viernes, y se debe a la preparación atípica que habrá para el inicio de la competición y su temor a un percance que altere su futuro como profesionales tanto en lo deportivo como en lo económico. 


Jugadores que ya son estrellas como Jason Tatum, alero de Boston Celtics, o Donovan Mitchell, el escolta titular de Utah Jazz, recibirán, con total seguridad, esa extensión máxima de rookie cuando acabe el curso 2019/2020, que alcanza los 100 millones de dólares. Además de ellos dos, otros jugadores que también acordarán probablemente la renovación con sus respectivos equipos son el base estrella de los Sacramento Kings, De’Aaron Fox; el interior de Miami Heat, Bam Adebayo y el jugador de Los Angeles Lakers, Kyle Kuzma, los cuales llevan la iniciativa.