Joventut de Badalona estrena su casillero de victorias en la Fase Final tras derrotar por 79-86 a Bilbao Basket en un partido frenético que se decidió en el tiempo extra.

Intercambio de golpes en la primera mitad

Ambos equipos saltaron al partido con una actitud claramente ofensiva y tratando de desbordar a su rival a base de puntos, pero descuidando la faceta defensiva, donde tuvieron varios errores de concentración que impedían que las distancias se ensancharan. Comenzó Bilbao Basket imponiendo su ritmo gracias a la buena dirección de Rousselle y la actividad bajo aros de Balvin y Sulejmanovic, quien tras un triple le daba 5 puntos de ventaja a los bilbaínos.

Los de Mumbrú parecían dominar el ritmo del partido, pero Carles Durán respondió introduciendo al máximo anotador de la temporada regular, Klemen Prepelic que de esta manera debutaba en el torneo. El esloveno se echó el equipo a la espalda y con 8 puntos en este periodo, le daba la vuelta al partido y acababa dando una mínima ventaja a los suyos al final del primer acto, 22-23 para Joventut.

Al igual que en el primer cuarto, los vascos comenzaron mejor y con la gran defensa e intimidación de Ben Lammers, con 3 tapones en este periodo, volvieron a colocarse con ventaja gracias a un parcial de 4-0 con canasta del norteamericano y de Quentin Serron, aunque los verdinegros respondían al momento con grandes acciones de Zagars y Prepelic que volvían a equilibrar el choque.

El partido entraba en una fase de intercambio de puntos y de cambios en el liderato que no deshacía la igualdad y alternaba parciales de ambos equipos. Los de Carles Durán aprovechaban la racha anotadora de Prepelic para coger el mando, pero los vascos tiraban de Jonathan Rousselle que anotaba desde el perímetro y asistía a Ondrej Balvin, aunque los verdinegros no se echaban atrás y de la mano de López-Aróstegui recuperaban la cabeza.

Más intensidad defensiva en el tercer cuarto

Ambos equipos salieron a la segunda parte subiendo mucho su listón defensivo, cambiando totalmente la dinámica del partido, más enfocada a la defensa que al ataque y el marcador del parcial fue buena prueba de ello (11-7). Tardó más de 3 minutos Rousselle en anotar los primeros puntos tras el descanso, y lo tuvo que hacer desde el tiro libre, que se convertiría en la principal arma y posteriormente potro de tortura de los bilbaínos. Los de Mumbrú se adaptaron mejor a este cambio de partido y tras un gran 2+1 de Rafa Martínez y otra canasta del de Santpedor, se colocaban con 9 puntos de ventaja (52-43).

Los verdinegros estuvieron más de medio cuarto sin conseguir puntos y tuvo que volver a cancha Klemen Prepelic para desatascar a los suyos. El esloveno junto con su compatriota Alen Omic, consiguieron un parcial de 7-1, que devolvió a la Penya al partido, pese al gran 2+1 que consiguió Rousselle antes de llegar al último periodo, colocando el 56-50 a falta de 10 minutos.

Ida y vuelta en el último cuarto que lleva el partido a la prórroga

Comenzaron mucho mejor el último acto los de Carles Durán, que encadenaron un parcial de 0-5 de salida que estrechaba el marcador al máximo. Los verdinegros conseguían colocarse de nuevo con ventaja tras una canasta de Omic, aunque respondía el máximo anotador bilbaíno, Jonathan Rousselle, que tuvo que jugar muchos minutos debido a un mal gesto en la rodilla de Schreiner, que mantuvo al austriaco en el banquillo buena parte del último periodo, aunque afortunadamente, pudo regresar al encuentro. Pese a la aparición del francés, los catalanes lograban abrir una pequeña brecha con dos canastas consecutivas que les ponían 4 arriba, aunque desde la línea de tiros libres, los de Mumbrú conseguían empatar y Sulejmanovic con dos grandes acciones bajo aros, recuperaba el mando para Bilbao.

Llegaba el tramo final con todo en el aire y ambos equipos encadenando errores en el tiro y consiguiendo anotar gracias a los tiros libres. De este modo, el partido llegaba a la conclusión con empate en el marcador y Rousselle se erigía en el hombre del partido, con una grandísima asistencia para el mate de Lammers que colocaba 2 arriba a los vascos. Pero iba a emerger la figura de un jugador que estaba realizando un partido nefasto hasta ese momento, un Conor Morgan, que a pase de Prepelic, colocaba el empate en el marcador y mandaba el partido a la prórroga (73-73).

La falta de frescura condena a Bilbao en la prórroga

El equipo bilbaíno llegaba muy cansado al final del partido y en la prórroga se evidenció esa falta de físico, con jugadores con mucha fatiga y que no pudieron contener a la juventud verdinegra, que llegó mucho más fresca al final. Conor Morgan, con confianza después de la canasta que mandó el partido al tiempo extra, continuó su momento con 5 puntos seguidos, un triple y un matazo por encima de Balvin, que colocaba con ventaja a la Penya.

Por parte de los vascos, tan solo respondía Sulejmanovic, que con un impresionante trabajo en el rebote ofensivo y bajo aros, conseguía acercar a los suyos, pero en el momento de la verdad, el tiro libre que había sido clave para Bilbao Basket, se convirtió en un problema, con 2 fallos de Ben Lammers que le daban ventaja al conjunto catalán, que desde la línea de personal y con una gran defensa cuando los de Mumbrú estaban a solo 3 puntos, acabaron decidiendo el encuentro de su lado.